Cena de disculpa: Atraída y acorralada (Parte 3)

Los segundos pasaban y a decir verdad ya estaba molesta, tenía hambre y quería cenar de una buena vez, ¿Cómo era posible que no llegará?, no quería pensar en mis suposiones pero de ser así…

Ah que tipo…

¡Maldición! Estoy a punto de explotar…

Debería ser una mentira , lo insulte por dentro.

Parezco una novia plantada y enfurecida por tal acción.Teo no llega y ya son las 8:40 PM.

A decir verdad no dejaba de mirar el reloj, estaba esperando por él todavía…

De pronto escucho que tocan la puerta y fije la mirada hacia atrás, dejándome sacar un profundo suspiro de mi interior. Ese aliento que emanaba mi enojo.

Supongo que es él; me levante y camine a zancadas hacia la puerta, sintiendo la molestia en todo mi ser.

Llegué a la puerta y sin pensarlo, gire el picaporte; ahí estaba, es Teo.

Un tipo totalmente diferente de esa vez que vi y quede perpleja por lo que observe; distinto porque esta usando lentes.

, pensé inconscientemente y aturtida.

– B-Buenas noches… – lo salude haciéndome un lado para que pasará.

La molestia que sentía hace unos segundos, se desvaneció por arte de magia al contemplarlo. No sabía que tipo de gesto hice al saludarlo. Me repuse, seria y neutral como siempre. No podía ignorar que había llegado tarde.

Él no dijo nada y solo camino hacia delante.

Cerré la puerta cuidadosamente. Teo avanzó unos pasos hacia el enfrente mío y con una expresión seria.

Camine hacia adelante de él para que me siguiera hacia el comedor. Claro, quería que esto terminará de los más rápido posible. La verdad no sabía que decir.

Solo lo saludé formalmente, apenas conteniendo mi molestia. Solo pasé al lado de él y un aroma dulce se filtro por mis fosas nasales. Un aroma penetrante que inundó cada parte de mí y ese olor provenía de su colonia.

Me quedé anonadada por tal aroma. Seguí caminando hacia el comedor.

, siento mi latidos muy descontrolados.

No sabía si era por los nervios o por inhalar el aire que emitía su colonia. Ignore ese pensamiento que me puso en alerta.

– Por favor, toma asiento. – amablemente me direccione hacia Teo.

Él solo asintió con la misma expresión.

Jalo una silla y se sentó delicadamente.

Me quedé a un lado, lo suficiente para no estar tan cerca de él. Me sentía inquieta. Solo debería de servir la cena de una vez. Estoy muriendo de hambre. Teo solo fijaba su mirada hacia el enfrente, creo que estaba pensando. Eso percibía.

Tenía curiosidad del por qué había llegado tan tarde.

, no tenía nada que ver conmigo.

Observe de reojo y puso una expresión que me heló la sangre. Si era una expresión de disgusto, molestia. Si que era extraño.

¿Estaba molesto?

Decidí irme a la cocina, no quería estar un segundo más viendo su tensión que me provocó inquietud. Como se comporto ayer conmigo me dio la impresión de una persona hostil y sarcástica. Pero verlo ahora, era todo un misterio.

Lo más sutil era cenar de una vez.

Me di la vuelta y camine lo más rápido posible haciendo el sonido de mis sandalias ser lo único que se escuchara.

Entre a la cocina, soltando un gran suspiro que contuve. Me tranquilize y serví los platos y la bebida. Llevando todo en una bandeja para no regresar de nuevo.

Camine con cuidado hacia el comedor.

Los nervios estaban a flor de piel. Coloque con cuidado los platos respectivamente. Estaba caliente y el olor…es esquisito.

Estaba todo en silencio.

Me senté en frente de Teo; atisbe que solo observó la cena y dio un sorbo de su bedida con delicadeza. Pestañee, no sé ni por dónde mirar, Teo sin duda se mirá bien, con un aspecto formal. Una persona de negocios, ya que emitía elegancia.