Sensible (Parte 1)

Aún confundida decidí dirigirme hacia a él, desconozco que querrá ahora y me irrita que me acabará de llamar “tonta y fea”. Bueno…

¿Quién se cree que es?

Ya había avanzado unos cuantos metros para mi departamento y la verdad necesito descansar, se supone que ya debería de estar viendo mi anime.

Este día si que es peor que ayer, aparte de ver ese “alguien” en aquella esquina y esta sensación que tiene mi cuerpo aún, una extraña sensación.

Primero necesito saber que quiere este chico y decirle que tengo un nombre para que no se vuelva a dirigir de esa forma insultante para mi.

A lo mejor puede ser que problamente acepte mi disculpa; eso tendría sentido como para que se atreva a llamarme. Aunque es raro que después de unos minutos transcurrido de haberme azotada la puerta frente a mí, decidiera llamarme.

Mis pasos cada vez se acercan hacia a él, confundida sigo caminando y entre más acerca noto que tiene una expresión rara como maliciosa que logró sospechar ; él está sonriendo mientras avanzó más, estoy asombrada por esa sonrisa suya, fijada hacia mi; él está ahí parado en la entrada principal…esperando mi llegada.

Tengo un mal presentimiento.

Esa sonrisa maliciosa que me incomoda.

Esos ojos de él como si me hipnotizaran a seguir viéndolos.

Y aquí estoy delante de él.

Esperando romper esta brecha de silencio que para suelen ser siglos aunque sólo hayan pasados unos segundos estando aquí en frente de él.

Creo que tendré que hablar primero.

Y con mi voz baja, le preguntó: – Hmm… ¿Qué quieres?

Directo al grano le lanzó la pregunta

, bueno eso paso por mi mente ahora mismo pero me inmute y no puedo decir lo que pienso ahora mismo.

Estos segundos pasan y él solo sigue con esa sonsira en su rostro que me está poniendo ansiosa. Al menos debería decir algo ya que él fue quien me llamó.

– Oye, tranquila, tan pronto te disculpas y ahora actúas a la defensiva.

Me responde de una manera sarcástica para mí y ¿actúe a la defensiva?

Pero ni al caso.

Este hombre me irrita.

No entiendo porque su voz, cada vez que lo escucho resuena dentro de mí, una especie de melodía que no logró describir.

Oh dios aún tengo esa sensación de antes, cuando se dirigió hacia mi oreja y susurro en mis oídos, esta sensación que hizo eco y que recorrió hacia mi cuello. No puede ser que esté chico me ponga más incomoda y eso que no me habló tan cerca.

– Entonces, dígame ¿Qué se le ofrece? ¿Acaso va aceptar mi disculpa? – necesito saber que es lo quiere para irme de una buena vez.

– Oh ya veo. Solo quiero una cosa chica tonta.

Me responde mientras su sonrisa que tenía se desvanece y enseguida lo acompaña una expresión seria.

Con expresión de disgusto me dirigí directamente hacia su mirada sería.

Me acabo de llamar otra vez “tonta” y ahora quiere ¿una cosa? Pues a que se refiere, esto no me gusta para nada. Solo espero que no sea algo indecoroso o ¿si?

– “…”

Otra vez este silencio…ya quiero irme, de una vez vaya directo al grano.

– Jajaja tranquila chica, no te voy a pedir nada inmoral.

Esa risa suya, sigue incomodandome.

– Bueno dime qué es y mi nombre es Elisa y no me vuelvas a decir ¡“tonta y mucho menos fea”!

Hmph. Espero que le haya quedado en claro.

– …

Creo que alcé un poco mi voz y él por ese gesto que tiene se sorprendió con mi tono de voz. Bueno la verdad que me irritó y ya llegué a mi límite.

Ahora no dirá nada o que, y esa mirada de él, que dirige hacia mí, viendome de los pies a la cabeza como si estuviera inspeccionando cada centímetro de mí, me esta incomodando y por alguna razón me estoy poniendo nerviosa.

Sea como sea, no voy a dejar que mis nervios me traicionen. De algún modo yo aquí soy la culpable por mi estúpido erroe.

Tan pronto dirige la mirada hacia mi y logró hacer contacto con él… Aparece una expresión seria de parte de él y yo aquí más confundida enfrente de él, esperando una respuesta