Capítulo 10 - El "Juzgado"

Narra Kate

Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando deseas tanto ver a alguien, la verdad es que estoy asombrada, aunque desde el martes que lo llame a su oficina para concertar esta cita no hemos vuelto a hablar, la verdad es que deseaba mucho que fuera jueves para poder verlo nuevamente, mi ansiedad es tanta que ni siquiera pude desayunar, así que espero que podamos comer algo antes de ir al juzgado y así pasar más tiempo con él y que podamos empezar a conocernos o al menos esas son mis intenciones, espero que todo salga bien.

Término de estacionar mi auto y me dirijo a la recepción de su Buffet para ser anunciada por la recepcionista quien me ha recibido con mucha amabilidad, una vez ha confirmado mi cita me indica el piso y la oficina a la que debo dirigirme, así que le agradezco y camino hacia el ascensor en el que también se sube un chico bastante apuesto que no ha dejado de mirarme.

Carlo: hola, así que tú eres la famosa Ninfa de Benjamín...- Me dice sacándome de mis pensamientos y dejándome algo confusa.

Kate: perdón, te conozco?...- Le pregunto pues su cara me suena de algún lado pero ahora no lo tengo muy claro.

Carlo: eh, que pena, se me olvidó presentarme, soy Carlo, la mano derecha y amigo de Benjamín Taylor.

Kate: ahhh claro, perdón, es que me parecía haberte visto en algún lado pero no recuerdo dónde, mucho gusto soy Kate Connor... - Le digo dándole mi mano para saludarle de forma cordial.

Carlo: claro que se quien eres, te vi en el bar donde se realizó la fiesta de nuestro gremio y además que he empezado a seguir en Instagram...- Esto último lo dice con algo de pena y una sonrisa un tanto cómplice o eso me parece.

Kate: ahhh, ya, es que como no estuve mucho allí, no conocí a muchas personas, pero es un gusto conocer a un amigo de Benjamín.

Carlo: pues como ya dije antes el gusto es mío, y supongo que hoy te reunirán con él verdad?

Kate: si, esa es la idea, debemos revisar un documento importante... - Le digo sin contar muchos detalles, justamente el ascensor se abre y sin más me despido...- Bueno, espero nos volvamos a ver pronto, te dejo... - Le digo pero cuando me dispongo a avanzar él me tomó de la mano, cosa que no me gusta mucho, así que por reflejo la alejó de él.

Carlo: perdón, no quería incomodarte, más bien iba a decirte que te acompaño, pues debo decirle algo a Ben, antes de que se reúna contigo... - Me dice algo avergonzado y la verdad es que creo que exagere un poco con mi actitud.

Kate: no te preocupes, antes perdón por mi reacción, pero es que no me gusta mucho que la gente me toque.

Carlo: tranquila lo entiendo... - Me dice con una sonrisa muy honesta y empezamos a avanzar hacia la oficina. A la cual avanzamos sin ser anunciados pues su secretaria al verme con él no intenta detenernos.

Sin siquiera tocar ni nada Carlo abre la puerta y lo que ven mis ojos, es algo que no puedo creer, pues Benjamín se encuentra besando de forma bastante apasionado a una rubia, bastante voluptuosa quien se encuentra sentada en su escritorio. De inmediato mis ojos se llenan de lágrimas y mi mente deja de recibir oxígeno.

No sé en qué momento he avanzado hacia ellos y la he tomado de sus cabellos.

Kate: maldita zorra, te largas de aquí... - Le digo mientras la arrastró por la oficina y ella solo gruta como la perra que es...- Te voy a matar, no te han dicho que meterse con hombres comprometidos es de zorras y vagabundas ...- No sé qué me pasa pero mi enojo y falta de raciocinio me hace decir y hacer todo esto en momentos de enojo y decepción.

Benjamín: sueltala, Kate, y la que se larga de mi oficina eres tú, loca... - Lo escucho decirme y esto sí que me ha dolido, cómo nunca imaginé que me doliera algo, sus palabras me lastiman demasiado y mi corazón ahora está latiendo a mil por horas, sin más me detengo, y lo miró con una mezcla de enojo, decepción y odio, aunque sé que eso no es lo que hay en mi corazón reservado por casi 10 años sólo para él.

Sonia: ya escuchaste maldita loca lárgate, qué esperas...- Me dice con una sonrisa de superioridad en su cara, y creo que esto ha sido suficiente para mí corazón por hoy.

Sin más me limpio las lágrimas que se me han salido de forma rebelde y decido caminar hacia la puerta acompañada de Carlo, quien no dice nada y solo me sostiene, para que no caiga. Antes de salir los miro a ambos y para luego decir.

Kate: esto no se va a quedar así Benjamín Taylor... - Le digo para luego cerrar la puerta tras de mí, y caminar hacia el ascensor en el que subí hace unos minutos, para lo que pensé sería el mejor comienzo de mi día, pero que ha resultado en una total mierda, veo la cara de su secretaria que me mira como con lástima y es cuando me doy cuenta que de seguro ella sabía que él no estaba sólo, igual que iba a saber ella que yo soy la prometida del patán que tiene como jefe, una vez llegamos a la puerta del ascensor yo lo llamo desesperadamente, mientras caigo en cuenta que Carlo aún está a mi lado, así que respiro profundo sacando fuerzas de donde no las tengo para luego decirle;

Kate: desde aquí sigo sola, no tienes que acompañarme.

Carlo: pero estás loca, que no ves cómo estás, creo que lo mejor será que te acompañe hasta que te relajes.

Kate: no es necesario, no necesito de tu lástima.

Carlo: ¡¡¡no es lástima Kate!!! yo...

Kate: ya te dije que es tu problema, y así que no te metas por favor... - Le digo, interrumpiendo sus palabras y aprovecho que ha llega el ascensor me subo y aprieto el botón de cerrar, para no darle oportunidad de que me siga, se perfectamente que él no tiene la culpa de nada, pero ahora no tengo cabeza para pensar mucho en las palabras que salen de mi boca, el ascensor llega al piso de la recepción y sin más me voy hacia mi auto, ahora lo único que necesito es encontrar un hombro en el cual llorar y que me entienda, y se que mis hermanas estarían dispuestas a darme consuelo, pero yo sé que en este momento no me pueden atender, así que me dirijo a mi fundación pues sé que allí estará mi amiga Dona para abrazarme y ayudar a reconfortar mi corazón.

Una vez llegó, voy directamente a su consultorio, que a la vez le sirve de oficina y ella al ver mi estado se levanta de sus silla para abrazarme fuerte, así como lo necesito en estos momentos.

Donatella: por Dios Kate, ¿Qué te ha pasado, porque llegas en este estado? ¿ No se supone que tenías una cita con Benjamín?... - Me pregunta y de sólo escuchar su nombre las palabras que me ha dicho en su oficina vienen a mi cabeza, haciéndome llorar fuerte nuevamente.

Kate: no... no sabes todo lo que pasó, Dona, estoy decepcionada y con el corazón muy roto... - Le digo entre sollozos mientras la sigo abrazando, la escucho tomar aire y poco a poco se va separando de mi para luego mirarme a los ojos.

Donatella: hagamos algo, primero, tómate un vaso con agua, para que te tranquilices un poco, y mientras te sientas y me dices que es lo que te ha pasado, porque hace apenas un par de horas estabas emocionada porque te verías con tu prometido en su oficina, dime qué pasa por favor amiga...- Respiro profundamente y tomó el agua que me ha pasado y poco a poco le voy contando todo, con lujo de detalles y ella solo me escucha atentamente.

Kate: ya entiendes, porque estoy así, dime porque tenía que echarme de esa forma de su oficina y permitir que esa zorra me hablaste así, es que de sólo recordarlo me duele el corazón.

Donatella: tienes razón amiga, ese lo que es un cabrón de mierda y no merece ni una sola de tus lágrimas... - Lo dice bastante molesta...- Es que si lo tuviese aquí en este momento le daría las cachetadas que tú no le diste, pues yo no sólo hubiera arrastrado a la zorra por toda su oficina si no que a él también le hubiese dado su merecido.

Kate: tienes razón amiga, solo que en ese momento no estaba pensando en nada y sólo me fui encima del que tenía más a la mano.

Donatella: bueno pues si, creo que tienes razón en ello, pero entonces ahora lo que tú vas a hacer, es a partir de este momento ignorarlo lo más que puedas, la mañana le envías por correo el documento para que lo revise, y una vez lo apruebe, vas tú sola al juzgado, la idea es que no le hables hasta el día de la boda.

Kate: ok, eso está bien, pero y luego? ¿Qué hago? Ya sabes que mis padres nos dieron dos semanas para la supuesta luna de miel y allá no podré huir de él.

Donatella: Simple, ya sabes que allá vive James, cuando estés en el hotel de Sao Paulo, le dices que se encuentren en una de las playas, así como quien no quiere la cosa, y te lo pasas paseando con él todo el tiempo, así o le dan celos o busca una manera de acercarse a tí y tú seguirás ignorando sus acercamientos, hasta que se acabe.

Kate: eso suena bien, pero no quiero que James se haga ilusiones.

Donatella: y no se las va a hacer, porque tú le dejarás las cosas claras desde el principio.

Kate: ok, acepto, creo que él se merece pasar por el mismo dolor en el que yo me encuentro, no lo quiero cerca de mi. Por lo menos hasta que no me pida perdón y lo tenga que ver arrastrándose a mis pies...

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