Capítulo 12

Harry:

Al otro día un fuerte dolor de cabeza y una resaca me estaban invadiendo. Lo único que recordaba era que en la boda de mi primo César había bebido un par de tragos y que luego estaba moliendo a golpes a un hombre. Y luego... luego estaba siendo acariciado por una suave mano cómo el algodón y tan cálida cómo un día soleado.

Luego vi el rostro de Ariadna junto al mío, mis labios experimentando y explorando los suyos con tanta pasión. No, no, no. Solo tenía que ser una fantasía de mi mente, pero... ¿y si no lo era?

Me levanté de la cama a regañadientes, me arreglé un poco y me dirigí hasta el comedor, donde de seguro me esperaba una buena reprimenda de parte de mi madre.

—Buen día, hermanito —me dijo Susana desde el comedor, mientras me acercaba—. ¿Dormiste bien?

Asentí sonriente.

Ariadna solo se limitó en darme los buenos días, pero en ningún momento me dirigió una mirada.

—¿Y mamá? —pregunté a las dos mujeres.

—Oh, mamá se ha ido a ver la empresa. Creo que vuelve dentro de tres días. Te ha dejado un recado con Juan, no sé lo que es. —Contestó Susana, después de haber comido un bocado de su desayuno.

—¿Cómo sabes eso? —inquirí.

Ella me miró.

—Ayer en la noche la escuché hablar por teléfono. Decía algo sobre la empresa que pronto iría a verla. Y se fue. —Bajó la mirada nuevamente a su plato.

Lo pensé durante un corto momento, luego concluí:

—Entonces, si ella se ha ido, yo también debería irme. También tengo una empresa que dirigir —dijé mientras miraba a Ariadna y ella hacia lo mismo.

Susana nos miró de golpe, sorprendida y asustada.

—Harry, por favor, no me dejes sola —suplicó Susana.

Juan se acercó hasta mí y me entregó una nota, de seguro era el recado que mi madre nos había dejado.

*Harry, me he tenido que ir por

cuestiones de la empresa.

Por favor, quédate con Susana.

Solo te pido eso.

Elena*

Leí la nota y luego vi a Ariadna, quien me observaba un tanto tímida y distante.

—Tranquila, Susa, no me iré, ¿verdad, honey?

—Claro que no, Susi

¿Susi? ¿Era en serio?

—¿Susi? —pregunté.

—Sí, así me dijo una vez Ariadna, y desde ese día le pedí que me siguiera llamando así.

—Señorita Ariadna. Él joven Daniel Ramsay le ha enviado esto. —Vi que Juan se acercó a Ariadna y le entregó una nota.

Ariadna:

Juan me entregyo la nota y yo la leí en mi mente para no decir lo que decía.

*Ariadna, recibe un cordial saludo

de mi parte.

Me gustaría mucho que me

acompañaras a dar un paseo

por los espléndidos y verdosos

jardines de la mansión Ramsay.

Espero ansiosamente tu respuesta.

Daniel Ramsay*

—No irás —escuché la autoritaria voz de Harry.

Claramente no iría. En mis planes no estaba relacionarme demasiado con aquella indiferente familia. Y mucho menos con Daniel, quien en cierta parte me ponía nerviosa. Pero que Harry me hubiera hablado con aquella autoridad no me había gustado.

Sabía que teníamos un trato. Lo sabía de sobra, pero no por ello tenía el derecho de responder por mí. Pero, seamos sinceros, sonó fascinante.

—¿Qué haces espiando lo qué no te importa? —le pregunté un tanto molesta.

—La has puesto donde pueda verla claramente. Además, soy tu prometido, claro que me importa y mucho.

Abrí mi boca para decir algo pero la cerré de golpe pensando en qué decirle.

—No porque seas mi prometido significa que puedas decirme que hacer o no. —Me defendí.

—Claro que puedo, tengo todo el derecho a hacerlo —su mirada sería y penetrante no me atemorizó. Ya me estaba acostumbrando.

—¡No, no puedes! Soy tu prometida pero no tú posesión. No puedes darme órdenes —dije retadora y ofuscada.

Susana y Juan nos observababan divertidos ante la escenita que estábamos armando. En sus rostros se dibujó una pícara sonrisa, la cual no la pasé desapercibido.

—No puedes mandarte sola cuando eres mía.

—No soy tuya, nunca lo he sido —respondí contraatacando.

—Pues esto dice lo contrario —se acercó a mí y con su mano tocó mi dedo anular, en el que se encontraba el anillo que me había dado el mismo día que habíamos llegado a la mansión.

—E-Eso no quiere decir nada. Solo significa que estamos comprometidos, nada más. —Me defendí, no pensaba dejar que creyera que por ser su prometida (falsa a parte de todo) que me manejará a su maldito antojo. Era tímida, me sonrojaba por todo, podría sobresaltarme por sus roses y podía haber accedido a que me besara en dos o tres ocasiones, pero nada más.

—Por eso mismo, porque estamos comprometidos es que eres mía —su mano no soltaba mi dedo, algo que hizo que me empezará a estremecer, pero deje de lado el estremecimiento y volví a nuestro tema en cuestión.

Lo analicé por un momento y mi mente empezaba a llegar a la conclusión de que estaba celoso.

Harry:

Si creía que estaba celoso, pues sí, sí lo estaba y demasiado. Los celos y la ira me estaban consumiendo y no me dejaban pensar claramente y decía cosas que jamás me hubiera imaginado decirle a una mujer y mucho menos si esa mujer era Ariadna.

—No soy tuya, no lo soy, solo soy tu prometida, ¿enten...?

Sin importarme que mi hermana y Juan, nos estuvieran observando, me incline a ella y atrapé sus rosados y delgados labios con los míos. Por un instante creí que pondría resistencia y que luego sería abofeteado por sus magníficas manos. Pero no fue así, ella no puso resistencia, en vez de eso accedió a mi beso. Mi lengua se entrelazó con la suya y sentí su respiración jadeante. A mis fosas nasales llegó su frágil y suave olor a lavanda de flores, olía tan bien cómo las coloridas flores del jardín que yo tanto amaba y cuidaba.

Viendo que era algo inapropiado besarnos delante de mi hermana y de Juan, me aleje de ella lentamente y con una sonrisa tentadora le musité:

—En algún momento aceptaras qué eres mía.

—Jamás —contestó. Sus mejillas estaban coloradas y era imposible notarlo con el color de su piel tan suave y blanca—. Además, yo no te digo que no puedes estar con tu Sofía, ¿o sí?

—Oh, honey, ¿estás celosa cariño? —inquirí, burlón.

—No, ¿por qué lo estaría? —Me observó—. ¿Tú estás molesto?

—Ni mas faltaba, cariño —respondí—. En algún momento. —Y sin decir más, me levanté de la silla y me dirigí hasta la biblioteca, donde podría relajarme aunque fuera viendo libros.

Ariadna:

El desprevenido beso de Harry me había dejado aturdida y con los pelos de punta. Pero estaba más sorprendida ante lo que le había dicho sobre Sofía. ¿Acaso yo, Ariadna González estaba celosa?

«Ni más faltaba»

Susana y Juan se me quedaron viendo con una pequeña sonrisa en sus rostros. Pensé que se disgustarían pero no fue así, en vez de eso ambos se miraban con picardía cómo si pudieran hablar con sus inocentes miradas.

—Con su permiso me retiro, señorita Ariadna. —Y después de decir la frase se fue del comedor, déjanos solo a Susana y a mí.

—Nunca lo había visto así —comentó, tranquilamente—. Desde que ella lo traicionó.

—¿Disculpa? —le pregunté confundida ante lo que había dicho.

—¿Harry no te ha contado nada?

Negue.

—Se que no debería hablar de esto, porque el lo prohibió. —Hizo una pequeña pausa—. Hace unos años, Harry tenía una novia. Estaba totalmente enamorado y actuaba cómo todo un romeo. Tan enamorado estaba que le iba a proponer matrimonio. —Vollvió a hacer otra pequeña pausa—. Pero ese mismo día en el que se había armado de valor para declararselé, la encontró con otro. Fue algo muy duro para él. No comió en días ni durmió en varias noches. —Me miró y sonrió con una maravillosa sonrisa cómo si en esa sonrisa hubiera alivio y agradecimiento—. Pero ahora tu lo has cambiado todo. Gracias, Ariadna. Sé que no es fácil lidiar con mi hermano, pero gracias por aceptar su propuesta...

[Quiero darle las gracias a mi maestro de español por haberse tomado el tiempo de ayudarme con las notas para la historia.]

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Comments

Nora Garcia

Nora Garcia

Es muy romántica,!!!

2023-08-08

1

Lourdes Castañeda

Lourdes Castañeda

muchas gracias por su esfuerzo en traducirlo al español soy de México y me está gustando mucho la novela felicidades, una cosa nada más por favor no tardes mucho en subir los capítulos, yo sé que tienes una vida privada pero no nos martirices, esperando mucho. gracias gracias gracias.

2023-07-29

0

Sandra Vasquez

Sandra Vasquez

que interesante

2023-06-27

0

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