Capítulo 9

La enviaste como te dije.

- Sí. Señor ya me aviso que está en casa.

- muy bien, ninguno trabajador debe irse solo es muy peligroso, ellos son lo más valioso de este lugar.

- Lo siento señor. No volverá a pasar.

- estoy muy seguro de eso.

- Jean se fue con su chica a uno de las habitaciones del lugar después Alexander Con sus dos chicas ya me imagino la cara de este idiota mañana... y yo por supuesto me voy a otra con la chica que no sé cómo se llama,pero que no me interesa, toda la noche mi entrepierna ha estado dura de solo mirar al ángel a Rosella.

- por primera vez desde hace mucho no me imagino a Manuela ahora su imagen la remplaza mi aparición mi ángel.

¿Mía?

Sinceramente, los tragos están haciendo estragos en mi cabeza.

Bien muñeca, nada de besos... ponte de espaldas quítate esos retazos de tela a lo que llaman vestuario y déjame entrar en tu coño.

Me la follé de todas las formas, imaginando a otra... le hice comerme la polla y mirarme

Pero solo imaginaba los ojos verdes café y la nariz pecosa de otra chica ...me voy a correr.

Empecé a ponerme rígido y descargue todo en la boca de la prostituta, lo saqué de su boca hasta que estuvo blando la chica tenía una sonrisa y lágrimas en los ojos de lo duro que le folle la boca.

- ahora retírate.

Ella tomó sus cosas y se fue sin mirar atrás.

Me tiré sobre la cama desnudo con los ojos mirando al techo.

- Rosella" Ángel", mañana averiguaré todo sobre ella.

Me levanté me puse la ropa y salí de la habitación, me encuentro en el camino Con Selene.

- Selene por favor dile a Jean-Paul y a Alexander que me fue a la Mansión, voy con mis hombres que no se preocupen por mi ok.

- si capo les daré su recado.

Asiento con la cabeza y me voy de ese lugar.

- llego a la Mansión, tomó una ducha y me voy a la cama, trato de dormir, pero solo tengo en cabeza esa maldita hermosa cara.

Por primera vez desde hace 3 años veo otro rostro, imagino otro cuerpo que no sea el de aquel fatídico desamor.

Pero de algo si es seguro no voy a arriesgar otra vez mi corazón, esta vez el juego se hace a mi manera.

Al día siguiente me levante al alba, necesito quitar la tensión de mi cuerpo baje al gimnasio y me perdí en mis entrenamientos.

- a menos que tu objetivo sea volverte un fisicoculturista o Hulk vas por muy buen camino, tu ama de llaves me dijo que tenías toda la mañana aquí.

¿Te ocurre algo?

No necesito mirar para saber de quién es la voz, me ardían los músculos, pero para ser capo me tiene que gustar el dolor.

Lo miro con una mirada diabólica

- Sin mirarte sé que debes estar hecho una mierda con lo de anoche.

- sí. Pero soy una mierda feliz que hizo un trío con dos gemelas.

Los dos reímos.

- ahora si me vas a decir que sucede.

- nada, no sé dé que hablas.

- mira maldito gilipollas, no por nada soy tu mejor amigo y sé que desde que viste a la chica ángel de ayer andas raro.

Dejo las pesas en el suelo, me levanto y me seco el sudor.

Acercando a Alexander.

- quiero que me consigas toda la información de esa chica y la quiero en mi escritorio para hoy.

Alexander me mira con su risa de cazador .

- Dalo por hecho capo si esa hermosura va a lograr que te saquen ese palo que llevas clavado en el trasero y borra el recuerdo de la maldita innombrable conseguiré hasta el color de su ropa interior. Pero ve a bañarte que hueles horrible.

- No seas idiota no huelo mal.

Me huelo por todos lados.

- hueles a oso, mientras voy a poner manos a la obra nos vemos por la tarde.

Se despide dando una reverencia exagerada.

- Jaja idiota.

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