Capítulo IV

Han pasado tres días y hoy por fin soy mayor de edad, mi día de salida es mañana; pero hoy escapare. El doctor Will me dio el dinero suficiente para comer, un vuelo de México a cualquier lugar y además para mantenerme por un mes. Sabíamos bien que ninguno perteneciente a la clínica me podría llevar, ya que bueno, claro investigarán todo. Pero, ¿Que tal de un estudiante de el que tiene familia an México? El viaje seria largo en carretera, pero era la única opción ya que obvio Luca investigará todo los aeropuertos.

Todo salió como se planeó, llegué a México, el chico que me llevó no me dijo su nombre por seguridad. Y claro que lo entendía, me dejó algo lejos del aeropuerto para evitar alguna cámara, compre un vuelo a Francia, más específicamente a París. Conseguí una pequeña habitación, suficiente para mi futuro bebé y yo; conseguí trabajo de camarera en un buen restaurante al cual no le importaba embarazo. Justo en este momento agradecí las extenuantes clases de idiomas en el orfanato; ya tenía 5 meses de embarazo y justo estaba trabajando cuando me desmaye de repente; al despertarme en un hospital pregunte por mi hijo, la enfermera me miró y se quedó muda; pero me miraba con pena. Lo peor cruzó mi mente ¿Y si mi motivación se fue? Inundada en mis pensamientos no note cuando entro el doctor

-Srt Aglaya Nikolaou ¿Verdad?

-Si señor - dije tratando de que mi alma volviera a mi cuerpo- ¿Mi bebe está bien?

Vi como suspirava profundo, como, como tratando de tomar fuerza para dar me una mala noticia

-Srta lamento informarle que -en ese momento deje de respirar, no quería que mi respiración quizá me hiciera escuchar mal- uno de sus hijos falleció

-¿Uno de mis bebes? ¿Eran dos?

-¿No lo sabía? Era una niña y un niño, ahora solo está el barón. Pareciera como si usted hubiera sido víctima de violencia, tanto psicológica como física

-Lo fui, por eso estoy acá..

-Oh. Bueno supongo que entonces usted nunca estuvo acá.

-¿De verdad?

-Si, por eso estas huyendo ¿verdad? Digamos que no quedará constancia de que estuvo acá.

Sonreí, de verdad agradecía que no fuera a dejar constancia médica de mi estadía ahí. La pérdida de uno de mis bebés me dolió mucho, pero me confortaba que quien me quedaba en mi vientre; que ese pequeño corazón latía por los dos.

Me desperté medio sedada por todo el analgésico que me habían puesto, al estar adormilada entró un señor, se veía mayor.

-En tu cuenta he consignado suficiente dinero para que te consigas un lugar decente y armes tu propio negocio. Una mujer tan linda y buena como tu no va a carecer de talento. Saca ese niño adelante, y criarlo bien. Se una excelente madre, la mejor del mundo. Eso no quiere decir que seas perfecta, solo que, críes a un buen hombre

Salió, salió de la habitación y volví a dormirme inmediatamente. Cuando me dieron de alta, quería comprobar mi cuenta; rogaba para que no hubiera sido solo un sueño provocado por la anestesia y analgésico. Y valla que no lo era, no sabía quién había sido, así que corrí al hospital presa del pánico. Quizá era Luca y me había encontrado, me daba miedo.

-Solo sé que se llama Gael señorita, era un señor bastante mayor

Gael, no se quien seas pero, te agradezco la vida. Seré grande, por usted un desconocido que creyó en mi cuando ni mi esposo lo hizo, y por este bebe que llevo en mi

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