Descansa bb

Jido y Lynec regresaron en silencio a su hogar.

Lynec recostaba a su hijo en la cama, entro al baño a darse una ducha, mientras Jido se servía una copa, su mente estaba llena de palabras, ideas y sabía que necesitaba hablar con ella, trataba de recordar en qué momento dejaron de demostrarse amor, en qué momento ella dejo de mirarlo con deseo.

Al subir las escaleras el perfume de Lynec invadía todo el piso de arriba, respiro profundo y al entrar a la habitación miró como dormía profundo, sintió dolor en su corazón de saber que todo estaba perdido, entro a la ducha dejo que el agua corriera por su cuerpo mientras trataba de contener el deseo que sentía por hacerle el amor a su esposa, entro a la cama miraba hacia el techo y acercó sus dedos de la mano al cuerpo de la mujer que amaba, Lynec se giro y lo miro.

- ¿Por qué tardaste tanto en la ducha?.

- Pensé que estabas dormida.

- Necesitamos hablar Jido.

- Si creo que tenemos que hablar.

- Mi padre me ofreció vivir con el, en su mansión y creo que voy aceptar necesito ayuda con Erick,

- Pero aquí tienes todo, este es nuestro hogar Ly.

- Si y tú puedes ir con nosotros, ya se que necesitas vender está casa para poder pagar los últimos años del préstamo, necesitamos ayuda Jido, mírate trabajas todo el tiempo y solo duermes pocas horas, no tienes tiempo para tu familia, la mayor parte del tiempo estoy sola con Erick, ya me cansé.

- ¡Lo que quieres es estudiar!, ¡ser famosa, ser libre y yo no formó parte de ese plan!

- ¿Cuál plan por favor Jido?

- ¿Qué hice mal para que me alejes Lynec?

- ¡Dejarme sola!, gritó.

- Pero trabajo para darte todo.

- Pero yo solo quería estar a tu lado y que me dieras la libertad que siempre pedí.

- ¡la tienes!.

- No soy esclava de un hogar.

- Por qué así lo quieres ver.

- ¡tú no me entiendes!, gritó de nuevo.

- Si no entiendo en que momento mi esposa dejo de sentir deseo por mi.

- El día que mi esposo no llego a dormir por una cita de trabajo.

- ¡Era de trabajo!

- Y no podías invitar a tu esposa.

- Si pero fue todo tan rápido que yo lo olvide.

- Exacto así comenzo todo dijo Lynec marchándose a la habitación de Erick.

Hace dos años atrás Erick estaba enfermo y necesita a su madre, cometí el peor error de ir sin mi esposa a una cena de negocios pero era importante era un gran contrato, jamas había asistido a una cena sin mi esposa, cuando llegue esa noche a casa ella dormía con mi hijo en brazos, sabía que la noche había sido larga y que yo merecía estar con ella, pero necesito pagar una deuda enorme, necesito trabajar el doble para que pueda comprarse los mejores vestidos, para que mi hijo tenga los mejores juguetes, pero acaso eso no le importa a ella, pensaba.

En la mañana ella tomo las maletas y las lleno de ropa.

- Lynec, por favor, me dejaras.

- Solo te estoy pidiendo que nos mudemos estoy buscando una solución a nuestros problemas.

- ¡tú padre me odia!

- Esta dispuesto ayudarnos.

- Disculpa pero no voy a vivir en el hogar de tus padres.

- Y que harás, de todos modos nos quitarán la casa.

- ¡Eso no va pasar! grite.

- ¡Eres tan necio!

Jido miró con tristeza a Lynec

- Si soy un necio que te ama, todo esto tiene solución Lynec, quieres destruir lo que hemos trabajado por estos años, esto lo construimos juntos, lamento que ese día no te llevará a la cena pero Erick necesitaba a su madre, si quieres estudiar solo dimelo, yo aún sigo enamorado de ti como el primer día que te vi, aún sigo admirando a mi esposa como desde el primer día que leí su hermosa carta bajo la lluvia, Lynec no destruyas lo que trabajamos, esto es nuestro hogar las cosas van a mejorar, jamás he querido que seas como las demas esposas siempre te he pedido opinión en cada proyecto, yo solo quiero que seas honesta conmigo, dime si ya dejaste de sentir amor por mi y esa es la realidad por la que buscas alejarte de mi, dime Lynec.

Ella lo miro con lágrimas en el rostro.

- Yo solo quiero días lejos de todo esto, yo también te amo Jido pero descubrí que ser madre es mucho trabajo y que ser esposa aún más.

- ¿Y como puedo ayudarte?.

- Solo déjame estar unos días con mis padres, necesito recuperar mi inspiración

- te entiendo soy yo el causante de todo.

- No dije eso, solo entiende que hay cosas para las que no estaba lista.

- ¡yo tampoco!.

- Pero tú te vez feliz.

- ¡Feliz Lynec!, mi esposa me niega su cuerpo desde hace dos años, crees que soy feliz.

- ¡Pero tú no me tocas!, gritó.

- Tú siempre me rechazas.

- Cuando yo quiero tu no estás en casa.

- Tienes razón creo que lo mejor es darnos un tiempo.

- Jido me estás diciendo que me vaya

- Tómalo como tú quieras

Lynec molesta y con lágrimas en sus ojos comenzó a empacar sus cosas en la maleta, mientras que Jido bajaba enojado, marchándose a la fábrica.

Así termino su capítulo, no me esperaba este giro pensé que hablaría más sobre sus días felices de recién casados, ese Lie me encanta su imaginación.

Le mandé un emogi, quería llamar su atención.

- hola linda

- hola amor

- Me encanta que me digas amor.

- ¿Que tal tu día amor?

- pues llegó al estudio de grabación una chica con una voz muy linda.

- y te gustó.

- no solo dije que tenía una voz linda.

- pero era bella.

- jajaja estás celosa.

- no para nada

- me gusta que niegues que sientes cosas por mi, yo estoy enamorado de ti niña, me encanta la manera en que me dices te odio y te amo a la misma vez.

- por qué Lie .

- por qué se que cuando te mire en persona voy a poder mirar que en verdad sientes cosas por mi, por qué se que podrías utilizar tu tiempo en algo más pero estás aquí hablando conmigo.

- te odio jajajaja

- te amo Jido.

- eres muy inteligente

- y tú muy precavida

- lo dices por lo que te conté de Erika.

- lamento mucho lo de tu amiga pero yo soy honesto contigo, todo lo que platico contigo es lo que soy.

- Yo tampoco te miento

- si te niegas a decirme que piensas en mi.

- Ya estás en mi sueño deberías de estar feliz.

- Jajajaja si lo estoy.

- Descansa bella, te mandó mensjae mañana

- Descansa bb.