...Andy...
El castaño tenía la garganta seca por su respiración agitada, sus mejillas ardían aunque su nariz y orejas estaban frías, intentó reincorporarse al entrar en la sala del consejo pero le era difícil, había corrido alrededor de cinco kilómetros para llegar.
- ¿que - pasó - aquí? — Andy se apoyó en el estante de libros para intentar respirar. En la sala había tres hombres obesos acorralando a una pequeña chica de cabello corto y lentes. Era Sofía.
El castaño robo la atención de aquellos hombres y la pequeña chica aprovechó esa oportunidad para correr a refugiarse en la espalda de Andy.
- e-ellos d-dicen que no les p-pagamos — Sofía estaba temblando, enfrentarse a esos hombres ella sola había sido algo aterrador.
Andy se dió cuenta de sus temblores, su sangre empezó a hervir, se acercó a los tres hombres y los encaro.
- ¿Que hacen aquí? — la voz de Andy era amenazante pero su apariencia no.
El más viejo y barbudo se burló, golpeó el hombro del castaño con dos fuertes palmadas y después apoyó su mano en él.
- tranquilo niño, solo queremos nuestra paga
Andy le mantuvo la mirada, tomo la muñeca del barbudo y la presionó, la fuerza del castaño no era la más impresionante pero era suficiente para impresionar a aquellos hombres con cuerpos torpes y poco activos. El castaño botó con fuerza la mano del hombre y este retrocedió sosteniéndose dónde fue presionado.
- lo siento, no me gusta que me toquen — Andy mostró una sonrisa desafiante, El hombre estaba asustado, aclaró su garganta e intentó fingir que no por la presencia de sus colegas - yo pagué esta tarde después de que terminaron las entregas — el castaño sacó de su bolsillo una hoja varias veces doblada, la abrió y se las mostró - ¿Pueden leer las letras rojas de aquí? — Andy señaló el cello grande que decía CANCELADO.
Los hombres lo vieron detenidamente y parecían meditarlo.
- pero el jefe nos dijo que no
- ese no es problema mío, ahora retírese — el barbudo se encamino a la puerta pero los otros dos dudaban en irse
- entonces reconocernos algo por el feriado, dimos un buen servicio — Andy se rió sarcásticamente
- llegaron una hora tarde, irrumpieron en la universidad, molestaron a mi compañera y robaron mi valioso tiempo, antes de que hagan otra estupidez voy a advertirles que hay cámaras de seguridad en todos lados y si no se largan ahora voy a hacer que pasen todo el "feriado" en la cárcel.
Los hombres alarmados buscaron con la vista las cámaras, en pocos segundos las encontraron, los ojos del barbudo se abrieron de par en par, él se encaminó a la salida y aunque los otros dos dudaron en retirarse, lo hicieron.
Cuando se trataba de proteger a alguien más, el castaño era él mejor, pero cuando debía protegerse a si mismo le faltaba coraje.
Andy texteó un mensaje a la empresa donde contrató los camiones y mandó todas sus quejas.
- ¿estás bien? No te hicieron nada ¿verdad? — Andy estaba alarmado la chica parecía demasiado conmocionada - si te hicieron algo voy a...
- no — interrumpió al castaño - no me pasó nada — la chica tenía lágrimas delineando sus ojos, lágrimas que se resistían en salir - es solo que... Yo nunca he estado en una situación como está — la chica bajo su cabeza, se sentía tonta, ¿Había sido demasiado dramática?. Era de esperarse, Sofía provenía de una familia muy conservadora, nunca había sido expuesta a la vulgaridad de la gente. Ella también había sido criada dentro de una burbuja como lo fue Andy, la primera vez que el castaño vió a un alcohólico en la calle, su cuerpo no paraba de temblar, aunque en aquel entonces él tenía solo ocho años.
- está bien, perdóname por involucrarte en esto... A la siguiente me encargaré de contratar un mejor personal ¿Si? — Sofía apegó su cabeza en el pecho de Andy y él la dejo estar sin decir nada, no podía decir nada, él había sido el responsable de contratar a esas personas, quizás no eran malas personas pero su ignorancia ponían en aprietos a otros.
Lucia entró a la sala aclarando su voz y la tímida chica de lentes se alejó del castaño con torpeza.
- no interrumpo ¿Verdad? — Lucia normalmente era dulce pero resultaba intimidante para Sofía
- n-no, n-no y-yo ya me iba — Sofía tomó su bolso y se dirigió a la puerta pero después de dar unos pasos fuera de la sala regresó - o-olvide decirte que no pagaste de tus exámenes, m-me pidieron que te lo pida
- oh perdona, lo olvide por completo — Andy buscó su billetera, palpó todos sus bolsillos pero no la encontró, buscó nuevamente con movimientos repetitivos y frenéticos. Habían perdido su billetera.
- ¿Esto es todo verdad? — preguntó Lucia a Sofía después de pagar lo que él castaño debía.
- si... — la chica de cabello corto y lentes sonrió nerviosamente ante la temible pelinegra — n-nos vemos después de las vacaciones - Sofía salió de la sala dejando un silencio tras ella.
Cuando ya no se escuchó los pasos de la tímida chica, Lucia miro a Andy y empezó a reírse estrepitosamente.
- ¿No me vas a agradecer? — miró con picardía al castaño pero este la esquivó
- ¿de que estás hablando?
- bien sabes que te estaba coqueteando — la pelinegra rió tímidamente como si un gran secreto guardase
- no malinterpretes las cosas, ella solo estaba asustada, mejor ayúdame a buscar mi billetera — la pelinegra tomó el maletín del castaño, buscó pero evidentemente no estaba ahí.
- no me lo tomes a mal pero... — la voz de la pelinegra cambio a una más seria que preocupo un poco a Andy - ¿No estabas con el chico del otro día? ¿Como se llamaba? ¿Jonny?
- ¿te refieres a Johan?
- si, ese — la peligra se dió la vuelta, no se atrevía a dar la cara para hablar de sus suposiciones - ¿No crees que él te lo pudo robar? El luce como un maliante además acabas de venir de comer con él
- es verdad que...
Un estrepitoso golpe interrumpió al castaño, Johan había golpeado la puerta para que notaran su presencia.
- yo no me robe nada — el azabache se acercó, dejo la billetera y el celular que Andy le devolvió en la mesa más cercana y se dió la vuelta - lo olvidaste en el mostrador imbécil, la cajera me dijo que te lo devolviera y ahí está tu celular, yo no necesito nada de nadie
- ¡Es un malentendido! — gritó Andy para retener al azabache que estaba saliendo de la sala, el castaño intentó seguirlo pero este ya se había perdido en los pasillos
- p-perdoname yo no sabía, no debí decir eso — Lucia estaba arrepentida, no creyó lastimar a alguien con sus comentarios infundados
- es verdad que luce algo imponente pero nosotros no jugamos a las personas ¿Verdad? Se que eso lo dijiste sin pensarlo bien... Es mejor que nos disculpemos con él cuando lo veamos - Lucia asintió, estaba muy apenada, ella nunca hablaba mal de las personas pero quería tanto a Andy que sentía la necesidad de protegerlo - es mejor que nos vayamos si queremos ir a la librería...
Condujeron al centro comercial en silencio, dentro de este se encontraba una de las librerías favoritas de la pelinegra. Estacionaron cerca de la puerta de entrada, al salir del auto fueron interceptados por un Audi Q7 Gris Daytona, los chicos se asustaron por la abrupta intromisión, las ventanas del auto se bajaron dejando ver una sonrisa conocida .
- Lucia ¿te gusta mi auto nuevo? — la pelinegra asintió un poco desconcertada por la sorpresa de ver a Leonel ahí - espérame voy a estacionarlo — Leonel arranco ignorando a su hermano, esa actitud de superioridad que tenía ya no sorprendía a Andy pero aún le molestaba.
Entraron al centro comercial los tres juntos pero Leonel intentaba monopolizar toda la atención de la pelinegra, a pesar de todos los intentos que hacía está por incluir a su amigo en la conversación, Leonel terminaba excluyendolo.
A Andy no le gustaba ir en contra de su hermano, mientras menos problemas tuvieran era mejor, por eso el menor de los castaños prefirió fingir interés en los artículos expuestos en las vitrinas y caminar detrás de ellos para no sentirse como el perdedor que siempre sobra.
Entraron a la librería y como el menor de los castaños esperaba, su hermano mayor le pidió que se quedara esperando en la sala de descanso, Andy acepto, buscó en la sección de novelas, escogió una al azar y se sentó a esperarlos para evitar que su hermano intentara abandonarlo, le resultaba estresante pensar en eso, la ansiedad lo carcomía aunque sabía que su amiga no lo dejaría también sabía que su hermano tenía una habilidad extraordinaria para engañar.
Una pacífica melodía sonaba en la sala, Andy se sentó y pidió un café simple para acompañar su lectura, las manecillas del reloj antiguo pegado en la pared seguía avanzando conforme el castaño con su lectura, de vez en cuando después pasar unas cuantas páginas alzaba su mirada para buscar a sus acompañantes y después de verlos calmaba un poco su ansiedad.
- Andy, verdad que nosotros vamos a ir de viaje juntos — interrumpió Leonel. El menor de los castaños estaba confundido, recordaba perfectamente haber dicho que iba a trabajar - Luci dice que va a pasar en Noruega
- Lucia — corrigió la pelinegra
- perdón, Lucia — la emoción del mayor de los castaños estaba poniendo al otro en apuros, Leonel se dió cuenta y se acercó al oído de su hermano - si tú te quedas mamá me va a obligar a quedarme para trabajar, ayúdame esta vez, recuerda que es tu culpa que papá no me quiera — Leonel se alejó e incluyo a la pelinegra en la conversación - hermanito acompañemos a Lucia
- ¿Es verdad?¿No vas a trabajar? — la pelinegra dudaba de las palabras de Leonel porque Andy después de ser hechado por su madrastra siempre trabajaba sin descanso
- es verdad — afirmó Andy pero sonó a una interrogante
- te lo dije, que tal si vienes a nuestra casa y planeamos todo allá
El menor de los castaños estaba siendo ignorando nuevamente pero ya no le importaba tanto, estaba más agobiado por lo que implicaba ese viaje pero no quería ir en contra de su hermano, era verdad que sí el no hubiese nacido quizás su hermano hubiese nacido en una familia amorosa y no pasando en el extranjero díez de los doce meses del año.
El celular de Leonel empezó a sonar y este salió para contestar.
- entonces... ¿Vamos a poder ver juntos las auroras boreales? — la pelinegra estaba emocionada aunque Andy no estaba muy convencido
- ya no podremos ir — volvió a interrumpir Leonel - Papá está hospitalizado...
- ¿QUÉ? ¿EN DÓNDE ESTÁ? — el menor de los hermanos se levantó del sillón angustiado y buscó desesperado una respuesta en el rostro de Leonel.
- no quiere que vayamos, no quiere que le veamos en una cama enfermo — exhaló con fuerza - quiere que cuidemos de la empresa hasta mejorar
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Comments
Angi Jose
todo esto tiene que ser obra de la bruja de Elena
2023-02-03
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