...Johan...
El frío y el insoportable dolor de espaldas despertó a Johan. Se levantó poco a poco intentando acostumbrarse al malestar. ¿Cuánto tiempo se había dormido? La hora en el celular indicaba las 02:17 de la madrugada. Se maldijo a si mismo. Se había quedado dormido en la bañera y había dejado sola a Paola en la habitación. Era un completo idiota ¿Cómo había podido hacerle eso a esa hermosa chica?
Salió del cuarto de baño. La habitación estaba apagada y Paola ya estaba dormida. Johan se acercó a ella, la abrigó hasta el cuello y susurró un " perdón" con todo el arrepentimiento que se podría tener en una ocasión cómo esa. No podía simplemente irse, el azabache debía esperar a ser gritado en la mañana. Caminó en cuclillas hasta llegar a uno de los sillones en un extremo de la habitación.
— idiota, puedes dormir aquí, si quieres — Paola estaba cubierta la cara con las cobijas, no quería verlo.
— perdóname, puedes gritarme, pegarme si quieres, de verdad yo... — Johan se acercó de a poco a la cama, quería explicar que todo había sido un error.
— no digas nada, solo duerme y asegúrate de irte antes de que me despierte — Paola le dió la espalda y fingió dormir.
Johan guardó silencio y se acostó. No quería arruinar más las cosas. Al amanecer se levantó y le mandó servicio a la habitación. El desayuno y una caja de chocolates con una nota de "perdón" quizás ablandaria a Paola.
Después de salir, caminó como un zombie por las calles hasta llegar a la casa de Alex. Llegó a su habitación y se dejó caer sobre la cama. Se sentía como un idiota. Era obvio lo que debía pasar en esa habitación de hotel, pero aún sintiéndose mal no había cancelado la cita. Johan no se reprochaba precisamente porque la amara, para él, el amor de pareja no existía, bastaba con tolerar al otro, después de todo, ¿como podría creer en el amor si sus padres se habían casado enamorados y después terminaron con odio y arrepentimiento?
Johan se levantó de un salto de la cama.
— ¡maldición, mi moto!
...****************...
John buscaba a su amigo por el campus. El examen de "administración financiera" había sido fácil, terminando antes de lo previsto. A lo lejos reconoció el cabello rojo de Alex. Sonrió, pero la sonrisa le duró muy poco al reconocer la espalda de Carlos a su lado. Se acercó con fastidio, pero este también le duro muy poco al notar que Andy también estaba con ellos. ¿Que hacían los tres juntos? El azabache apresuró el paso, pero no había sido lo suficientemente rápido para alcanzar al canstaño, quien huyó del lugar.
—¿De que estaban hablando? — preguntó Johan, exigente.
Alex no pensaba revelar la conversación del celular, no sé atrevía. Sabían que no era lo que Johan quería.
— este de aquí — Alex señaló a Carlos — estaba pidiéndole el número — Johan sintió como su sangre empezaba a hervir.
— ¿ te lo dió? — lo miró desafiante como si se tratara de una competencia.
— no — Johan mofó y lo miró con desprecio como si hubiese ganado contra él — pero dijo que me lo daría después porque estaba ocupado — todas las risas del azabache cayeron sobre él mismo ¿Por qué Andy diría eso? No podía hacerlo. No podía haber nadie más en la vida de Andy que no fuera él .
— no te metas con Andy, tengo asuntos pendientes con él — Carlos rió ante la mirada amenazante del azabache.
— ¿Así se llama Andy? — Johan chocó el hombro del rubio y siguió al castaño.
Andy entró en una bodega. desde un extemo de la puerta vió al castaño conversando con el vicepresidente del consejo estudiantil. No podía solo entrar e interrumpir, debía buscar una excusa para entrar. No tardó en notar el cártel de " aquí aceptamos tus donativos " y a una chica acercándose con una enorme caja en brazos. Ahí estaba su excusa.
Se acercó a la chica y le sonrió. Era la chica con la que estaba Andy la noche anterior.
— parece muy pesado ¿Puedo ayudarte? — Lucia le regresó la sonrisa y asintió
— si por favor, aún tengo muchas cajas que traer
— no te preocupes... disculpame pero eres muy bonita ¿Tienes novio? — Lucia era muy hermosa pero no era del estilo de Johan. Aparentaba inocencia, ingenuidad. El tipo de personas terminaban siendo problemáticas. El azabache solo buscaba confirmar que Andy no le había mentido con su sexualidad — perdóname si fuí muy insolente.
— no, está bien, agradezco tu halago y no tengo novio, pero hay alguien que me gusta — Johan ocultó una sonrisa "no puedes estar con Andy" recriminó Johan en su mente, pero no sin sentirse tonto por pensar ese tipo de cosas.
— debe ser muy afortunado, no tienes que acompañarme, lo dejaré en la bodega, no te preocupes — Lucía le regaló una sonrisa y se despidió.
Johan se apresuró a la bodega. Al entrar vió al vicepresidente tallando la parte trasera de Andy. El azabache estaba molesto, ¿Cómo se atrevía a tocar a Andy?
Botó con fuerza la caja al suelo lastimandose en el proceso. Su mano empezó a sangrar.
Buscó la mirada de Andy y al encontrarla, el castaño tambaleó y cayó al piso por el asombro y nerviosismo. Johan amó esa sensación, amó provocar algo en Andy.
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