Capitulo 16

Elijah

La noche no pudo haber empeorado con mi hermana aquí. Ahora mismo tengo en frente a mis progenitores, las personas que más daño me han hecho. Desde que Elena mi hermana apareció delante de mi ví como mi mate la miró horrorizada. Se que fue ella quien la hechizó para que durmiera y no lograra despertar.

Pero no todo salió como ella lo planeó, mi hermosa mate ahora está conmigo. Aunque se que cosas peores vendrán en el camino. Se que mi antigua familia no me dejará en paz hasta Verme destrozado  de nuevo.

Y tengo mucho  miedo, porque mi mate es una humana, y ella no tiene la fuerza suficiente para poder defenderse.

—Háganme el gran favor de no dirigirme la palabra. Digo entre dientes.

—Somos tus padres Elijah. Debes respetarnos.

—No tengo que hacerlo, para mi no son nadie. Ustedes dejaron de ser mi familia en la noche que mas los necesité. Pero ustedes lo único que hicieron fue desterrar me de la manada.

—Eso no fué haci hijo. Habla mi madre, pero me importa poco lo que tenga que decir.

Tomo la mano de mi mate, pero antes de irnos mi hermana ataca y desaparece con Lucy.

—¿Qué diablos quieren de mi?. Déjenla a ella en paz. Grito.

—Debes escucharnos, después Elena traerá a la chica de nuevo.

Mi rabia aumenta, porque no puedo ser feliz aunque sea un tiempo...

—Bien, hablen de un vez. No tengo todo el maldito tiempo.

—Necesito que regreses a la manada.

—Ni de coña volveré a ese lugar. Ese ya no es mi hogar.

—No te importa lo que le pueda pasar a la manada.

—No. Digo con mi frente en alto...

—Eres un maldito egoísta. Grita mi padre.

—Claro. Yo siempre soy el malo. Tu gente por mi no ha hecho nada. Así que no espere que yo haga algo por ellos.

—Si no regresas la familia de esa chica pagará la consecuencia.

Aprieto mi mandíbula con toda mi fuerza. ¿Cómo pueden hacer esto? ¿Cómo utilizan a personas inocentes para utilizar el chantaje en mi?.

—Esta bien volveré. Pero a ellos los dejan en paz.

—La vida de esa mocosa a mi no me importa. Habla mi madre. —Solo la utilizamos para que volvieras  a la  manada.

—¿Dónde está ella?. La quiero aqui conmigo..

—No te desespere ya la verás cuando lleguemos a la manada. Habla mi padre y le doy un fuerte golpe en su mejilla.

No hace nada por el golpe que le di. Solo se levanta de las gramas y  se limpia la sangre  de su cara. Camino despacio hasta donde mi madre hará el hechizo que nos transportará directamente a la manada.

—Mas les vale que Elena no le haya hecho nada a mi mate. Por qué si no se las verán conmigo. Habla entre dientes.

—No le pasará nada. No mientras tú te portes bien.

El portal ya está hecho y de un solo paso entro en esta. En menos de cinco segundos ya estoy frente a mi antigua casa.

Los personas de aquí me miran con gran sorpresa. De seguro pensaron que jamás volvería. Y de verdad yo también lo pensé jamás creí volver a pisar estas tierras.

Mi madre se adelanta y abre la puerta. aquí no percibo el olor de mi mate. ¿Donde  diablos la tienen?.

—¿Dónde está Lucy?. Volteo mi mirada hacia ellos.

—Está aquí hermanito.  Elena empuja a lucy hacia mi.

Tomo su cara entre mis manos.

—¿Estas bien?.  pregunto con un poco de dolor en mi corazón. Mi mate se ve muy asustada y la envuelvo entre mis brazos.

—Si. Susurra. —Solo estoy un poco asustada.

—Tranquila. Nada te pasará. Susurro en su oído.

Tomo a Lucy de la mano y salimos hacia el patio.

—¿porqué estamos aquí?. Me pregunta y no sé qué contestarle. No puedo decirle que me amenazaron con hacerle daño a ella y a sus hermanos.

—No lo sé. Me sincero con ella. Porque la realidad es así. No sé porque carajo estoy aquí en mi antigua manada.

—Quiero regresar a mi casa Elijah.

—Lo harás pronto. Yo me encargaré de que regreses a casa.

—Tu no me entiendes. Quiero que ambos regresemos a casa. No te voy a dejar aquí.

—No sé si yo vaya a regresar pronto Lucy. Es mejor que tú regreses a Moscú.

—No. No te dejaré aquí. Ambos llegamos juntos y nos iremos juntos. Así tenga que pasar la mitad de mi vida aquí....

Una sonrisa se asoma en mi cara. Se que sus intenciones son buenas pero no puedo dejar que ella se quede aquí conmigo. No sé para qué mis padres me trajeron para acá. Lo único que tengo claro es que no es para nada bueno.

—Entremos a casa. Aquí hace mucho frío. Le digo a mi mate tomo sus manos para llevarla hasta la casa.

—Tienes hambre. Pregunto y ella asiente.

Ambos vamos hasta la cocina y hay dos mujeres la cual es la primera vez que la conozco a ambas.

—Buenas noches. Decimos mi luna y yo al mismo tiempo.

Ambas ni siquiera contestan.

Llevo a mi mate hasta el otra lado de la cocina.

—Solo quiero un sándwich.

—un sándwich no te dará para nada. Le digo y ella hace una mueca.

—Es que tengo hambre. Pero no tengo deseo de comer y por eso solo quiero un sándwich.

—Esta bien preciosa. Yo también quiero un sándwich no me siento cómodo en esta casa.

—¿Tan mal la pasaste aquí?. Asiento con mi cabeza.

—Como no tienes ideas cariño.

Ambos comemos nuestros sándwich y mi madre llega a la cocina y ni más ni menos que con Ally la prima de Reece.

En su momento no supe que ella es una bruja.

—Hola Elijah. Me dice su voz tan chillona.

—Hola. Contesto.

—Y esta ¿quién es?. Pregunta Mirando a mi madre.

—Es mi mate. Le digo y veo la furia y decepción en su rostro.

—No sabía que ya habías encontrado a tu mate. Me dice.

—Pues ahora lo sabes.

—Elijah. Reprende mi madre.  —No le hables así a mi invitada.

—Exacto querida madre es tu invitada, no la mía. Y  sabes muy bien de el porque estoy aquí.

—A mi no me hables así. Me grita y toma un cuchillo de la plata y lo clava en mi mano izquierda.

Grito de dolor, la plata es el mayor enemigo de los hombres lobos. Mi Lucy quita el cuchillo de mi mano.

La mano tardará un poco en sanar ya que la plata daña más la piel.

Veo los ojos llorosos de mi mate. Me duele más verla así. Que el dolor que estoy sintiendo en mi mano por la herida.

—Ven vamos a la habitación. Le diga mi mujer.

Paso por el lado de la persona que me dió la vida. Nunca logré entender porque siente tanto odio hacia mi. Tal vez mi único error fue nacer.

Muchas veces intenté suicidarme, pero ese pensamiento lo hacía a un lado cuando recordaba a Seth. Si yo acababa con mi vida también lo iba hacer con la de mi lobo.

Llegamos a mi antigua habitación. Todo está como mismo yo lo deje cuando me expulsaron de la manada. Lo bueno es que la han limpiado y no está llenada de polvo.

—¿Porqué tu madre te trata asi?. Me pregunta con sus ojitos llorosos.

—No llores. Le digo mientras limpios sus lágrimas. —Y a tu pregunta, yo no lo sé. Mis padres siempre me han tratado así. Como si yo fuera un aberración en la famila.

—¿porqué ella puede tocar la plata?. Sabía que ella iba a preguntar eso.

—Es una bruja. Por eso tiene tanto poder en mi. Mi hermana salió a ella siendo una bruja. Y yo a mi padre siendo un hombre lobo.

Ella asiente y no quiero que siga preguntando más. Mi pasado duele y no quiero volver a repetir  aquellos días y menos con ella a mi lado.

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