Cap. 2 Yo traté de detenerte

Lita bajó la mirada, su corazón que la noche anterior ardía de amor y pasión por Víctor se enfrió de nuevo, ella era la mujer que odiaba y ella se había metido en la boca del lobo por propia voluntad.

<<<<<<< Yo traté de detenerte, pero no me escuchas, Víctor tu…, _ Lita fue interrumpida por la voz gruesa y profunda desprovista siquiera de ira o enojo, no hay ningún sentimiento que pueda darle a ella la esperanza de que tenga alguna importancia para él.

<<<<<<< No quiero escuchar tus teorías absurdas, yo no te tocaría por voluntad propia así que guarda tus mentiras, solo mi abuela cree que eres una niña pura y de buenos sentimientos, pero yo sé quién eres _ Víctor la miró de reojo con molestia, ella siempre tenía una mentira en la punta de la lengua según él.

Lita miró a otro lado, ella ya no sabe qué más decir y de todas formas él no le va a creer, guardar silencio ha sido una defensa, pero también un detonante para ser malinterpretada todo el tiempo.

<<<<<<< Mañana es el cumpleaños de la abuela y quiere que vayas, vendré a buscarte a las 6 de la tarde y no me hagas esperar. _ Víctor habló despreocupado y Lita se sorprendió emocionada.

<<<<<<< ¿Vendrás por mí?, yo…, esperare lista, no tendrás que esperarme _ Lita habló emocionadisima, era la primera vez que Víctor le dice que la va a llevar con él, eso para ella es un avance.

Víctor no tomó atención de las palabras de su esposa y salió del lugar solemne y con aire de nobleza, Lita lo vio irse y había un brillo de esperanza en sus ojos, no tardaría mucho en perderlo, sus hermosos ojos no tardarían en volver a ser tristes y llorosos.

Ese día Lita se apresuró a cocinar algo para llevarle a Víctor a la hora del almuerzo, ella cocina delicioso, todos siempre la elogian y ella solo quiere que las cosas entre ellos mejoren.

Mientras estaba en camino a la empresa de su esposo la lluvia cayó torrencialmente, pero ella sabía que habría lluvia y tenía un hermoso y amplio paraguas.

Lita se bajó del taxi y se apresuró a la puerta con el paraguas en una mano y las viandas en la otra, cuando logra llegar casi intacta ve salir por la puerta a Víctor y Sabana, él le agradece por llevarle comida y que no dudará en comerla mientras Lita los mira con el corazón en la garganta.

Víctor la ve ahí parada con el paraguas hacia el piso y sus viandas en su delicada mano mirándolo sorprendida y triste, Víctor no sabe el por qué, pero se sintió incómodo y eso no pasaba.

Lita se repuso y se acercó con la suavidad que la hace ver más hermosa.

<<<<<<< Víctor te traje algo para comer, no pensé que Sabana también te traía algo _ Lita estaba a punto de sangrar por la boca al tragarse todo el veneno que tenía dentro.

<<<<<<< No debiste, ya tengo que comer, puedes irte _ Víctor dejó de verla mientras divisaba su auto que ya esperaba por Sabana para llevarla a casa, obviamente Lita no tendría ese trato.

Lita bajó la mirada y sintió que su corazón ya no aguantaba más, estaba desesperada y todo es irreal todo el tiempo, se dio la vuelta y se dispuso para irse hasta que la voz de Víctor la llamó dándole una efímera esperanza.

<<<<<<< Lita, espera _ Víctor se acercó a ella mientras Lita se emocionó al instante, pero fue amarga su decepción.

<<<<<<< El paraguas lo llevará Sabana ya que ha estado delicada de salud, sabes que ella tiene la salud frágil _ Víctor arrebató el paraguas de su mano y se lo dio a Sabana para que vaya hasta el lujoso Mercedes Benz que espera a su rival, la única mujer que Víctor consciente y adora.

Lita se quedó petrificada, solo vio la sonrisa burlona de Sabana mientras se retiraba no sin antes darle un beso en la mejilla a Víctor.

Lita abrazó sus viandas sintiéndose terriblemente sola y se fue bajo la lluvia, le costó un mundo conseguir un taxi y cuando llegó a la mansión estaba empapada de pies a cabeza.

La señora Claudia es la ama de llaves y siente una tremenda pena por la joven hermosa que se pasa suspirando por un esposo que no la quiere e ignora, cuando la vio llegar en ese estado inmediatamente le preparó la tina con agua caliente y ropa seca.

Lita la miró agradecida, sabe que las instrucciones de su suegra Elisa la madre de Víctor es que la Sra. Claudia no la atienda y solo se ocupe de la mansión, pero Claudia ignora esa instrucción todo el tiempo.