capitulo 14

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Días después.

Diana y Miguel de reconciliaron y fueron a cenar, en el restaurante Miguel se encontró con Irina.

Irina: Miguel que gusto verte. _ Le dió un abrazo y un beso que por poco es en los labios.

M: que coincidencia.

I: una muy agradable. _ Le coqueteó descaradamente.

M: ella es Diana, mi novia. _ Irina la miro de arriba a bajo.

I: Diana eres presiosa, ¿cuanto llevan de novios?

D: un mes.

I: es un nuevo récord, te felicito Diana conmigo solo duró tres semanas y la mayor parte de nuestras salidas fueron a hoteles. _ Se rió como si estuviera contando un chiste muy divertido.

M: Irina tu comentario está fuera de lugar. _ Observó a Diana pensó que vería la cara de una chica totalmente enojada pero lo que tenía al frente no era nada parecido.

I: lo siento querida, no era mi intención incomodarte.

M: por favor déjanos solos.

I: claro, permiso.

M: Diana lo siento, Irina tiene una personalidad bastante ...

D: está bien, no te preocupes.

M: ¿no te incómodo lo que dijo?

D: ella solo quería molestar y a mi no me gusta darle gusto a los demás.

Miguel se sorprendió con su actitud, a lo largo de sus 26 años había pasado por ese tipo de situaciones muchísimas veces y todas sus ex novias hacían cosas como armar una escena de celos, salir corriendo del restaurante esperando a que el fuera en su búsqueda para decirle "ella es pasado ahora solo tengo ojos para ti", darle una bofetada en la cara a la chica o incluso a él.

M: ¿porque estás tan tranquila?

D: ¿no me digas que estabas esperando que la golpeara?

M: cualquiera en tu lugar habría echo eso o mínimo un reclamo para mí.

D: no tengo porque reclamarte, yo también he tenido otros novios y he cerrado los ciclos con ellos, supongo que tú también sabes hacerlo con tus ex.

M: eres bastante madura para tu edad.

D: la madurez no es algo que te llega con la edad, sino algo que se forja a través de las pruebas difíciles que la vida te pone en el camino.

Miguel se preguntó así mismo que pruebas difíciles le puso la vida a una mujer que nació en cuna de oro, para Miguel el dinero lo era todo, desde pequeño lo tuvo y su vida siempre fue muy fácil así que imaginaba que para todos los millonarios era así.

En ese momento ella no le había dejado ver el lado oscuro de su vida, no tenía la confianza para contarle que su madre la odiaba, que su padre murió siendo ella una adolescente, que en la escuela la insultaron y agredieron por culpa de su media hermana, que estuvo luchando dos años contra una familia que la detestaba.

Pero a ella poco le importaba que el conociera ese lado de su vida, primero porque le costaba confíar en las personas y segundo porque no le gustaba verse débil ante los demás.

...1 año después....

Los diseños de Diana estaban por todos lados, todo el mundo la conocía como "la revelación de la moda" pues no había querido revelar su verdadero nombre, quería hacerlo después de su graduación, para la cual solo faltaban unas cuantas semanas.

Mientras ella dibujaba unos bocetos le llegó un mensaje muy extraño.

Te están viendo la cara, ve a esta dirección.

Era el departamento de Miguel, ella supuso de que se trataba así que tomo su bolso y fué, al llegar vio la puerta abierta, entró y escuchó gemidos, no se necesitaba ser muy inteligente para saber lo que estaba pasando, llegó a la habitación y lo encontró en la cama con Yolanda encima de el.

M: amor no es lo que parece.

D: Pero se parece mucho. _ Salió con el corazón roto y al borde de las lágrimas.

Miguel se cambió rápidamente y fue detrás de ella.

M: amor déjame explicarte. _ La detuvo del brazo.

D: no necesito tus explicaciones. _ Jalo su brazo y se fue directo a casa para golpear su costal de arena.

A: ¿amiga porque estás así?

D: me engaño. _ Golpeaba sin parar, - Miguel me engañó.

A: amiga tranquila.

D: ¿cómo quieres que este tranquila?, tu sabes que a mí me cuesta mucho trabajo querer y confiar en las personas, es la primera vez que me enamoro de alguien, yo trate de ser la mejor novia del mundo, tal vez no me acosté con el pero tú sabes que si no hubiera sido por la promesa que le hice a mi padre el y yo lo hubiéramos hecho desde hace mucho tiempo.

El timbre empezó a sonar, la empleada fue a ver quién era pero antes de abrir Diana le advirtió que si era Miguel lo echará.

Así fueron pasando los días, Miguel no dejaba de buscarla y pedirle perdón. El estaba sufriendo mucho por su desprecio.

Sus amigos ya no sabían que hacer con el, lo llevaban a fiestas, le decían que ella solo era un más y que la superaría pronto, pero para Miguel Diana no era una más, el también se había enamorado de ella y por su calentura estaba a punto de perder a la primera mujer que había amado en toda su vida.

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