capitulo 8.

Pasaron dos meses tranquilos, un día me llamo la atención una pastelería, no era muy elegante pero los pasteles olían muy bien. Entre y compre uno, salí y una joven se tropezó conmigo, me enoje mucho porque arruino mi blusa y mi pastel.

-- Mocosa fíjate por dónde caminas.

N: lo siento.

-- ¿Que tanto me vez?. _ Lo que veía era mi blusa embarrada de pastel.

N: lo siento, perdón. _ Esa niña estaba muy delgada, y no creo que era por alguna dieta.

-- Espérame aquí. _ Entre y compré dos pasteles.

-- Toma. _ Le di uno.

N: ¿es para mí?. _ Sus ojos brillaron.

-- ¿Ves a alguien más?, tómalo antes de que me arrepienta. _ La niña tomo el pastel y empezó a comer como si no hubiera un mañana.

-- Oye ve despacio, ¿que modales son ésos?.

N: lo siento.

-- ¿Como te llamas?

N: Ángela Messina.

-- ¿Cuantos años tienes?.

N: 16.

-- Pareces más joven que yo.

Ella siguió comiendo, casi se atraganta.

-- ¿Dónde está tu familia?.

A: mis padres murieron. _ Se limpió el pastel.

A: estoy sola en el mundo.

¿Sola?, ¿como yo?.

-- Vamos.

A: ¿a dónde vamos?.

-- Te llevaré a un lugar. _ Le tome la mano y la subí a mi auto.

Minutos después.

A: ¿dónde estamos?. _ Observaba mi mansión con incredulidad.

-- Está es mi casa.

A: ¿porque me trajiste?.

-- Odio ver a la gente sucia y con mal olor. _ Le tome la mano la subí a mi habitación.

-- La ducha está por allá, báñate aquí hay toallas limpias. _ Le pase cosas de aseo personal y la empuje al baño.

A los pocos minutos salió.

-- Eres bonita.

A: ¿de verdad?.

-- Si, ahora cámbiate. _ Le di ropa.

A: ¿me regalas todo esto?.

-- Si niña, te lo estoy regalando.

A: ¿y eso porque?.

-- Porque desde hoy eres mi dama de compañía.

A: ¿cómo es eso?.

Ni yo misma sabía de qué rayos hablaba, lo único que sabía era que está niña me daba ternura y por alguna razón quería cuidar de ella.

-- Mira mocosa hay unas personas que no me quieren y yo necesito molestar un poco así que tú presencia me ayuda ¿entiendes?.

A: entiendo, pero ¿me dejaras dormir aquí?.

-- Claro que no, tu habitación la están arreglando.

A: ¿tendré mi propia habitación?.

-- Deja de preguntar cosas, eres muy molesta.

A: lo siento, no quise.

-- Tampoco te disculpes, ¿que voy a hacer contigo?. _ 🤦

Su estómago hizo un ruido.

A: lo si...

-- Cámbiate, cenaremos con mi molesta familia.

A: gracias, eres como un ángel. _ Me abrazó, yo sentí la necesidad de hacerlo pero me contuve.

-- Apúrate, iré a bañarme. _ Entre al baño para darme una ducha y después salí y me cambié, Angela ya estaba lista.

M: ¿quien es ella?.

No me molesté en responder.

M: ¿porque se sienta con nosotros?.

-- Que preguntas tan estúpidas haces Amelia, si se sienta es porque va a cenar, ¿no es obvio?.

M: no me hables así.

-- Yo te hablo como se me pegue la gana, y si no te gusta te largas.

P: no puedo creer que dejes que esa mocosa te hablé así.

Amelia lo ignoro, Julia estaba echando humo.

Angela se puso a comer, parecía que no había comido en toda su vida.

M: ¿que clase de amiga tienes?, ¿porque come así?.

-- Ella vivirá conmigo, solo quería avisarte.

M: ¿te volviste loca?.

-- ¿Porque?, tu trajiste a tu familia yo traje a la mía. _ Termine la cena y subí con Ángela.

A: ¿soy tu familia?. _ Sus ojos brillaron.

-- No, tu eres un peón en mi tabla de ajedrez.

Angela se puso un poco triste, eso me dolió un poco pero tengo que ser dura, una vez ame a mi madre y hubiera dado todo por ella pero ella solo me mostró rechazo así que no puedo permitirme querer fácilmente a una persona.

-- Tu habitación está al lado de la mía. _ Se la mostré y me fui.

Al día siguiente.

Me levanté y desayuné con Ángela.

A: ¿porque estás vestida así?.

-- Voy a la escuela.

A: ¿enserio?. _ Sonrió.

-- ¿Quieres ir conmigo?.

A: ¿puedo?. _ Parecía emocionada.

-- Espero que seas inteligente. _ Tome su mano la lleve a mi habitación y le preste uno de mis uniformes, le di una mochila y útiles escolares.

Subimos a mi auto y la lleve a la preparatoria.

A: ¿cómo pagaré esté lugar?.

-- Soy millonaria, yo pagaré todo.