capítulo 15- consecuencias de la noche

- padre, estaba pensando ¿y si me quedo por unos días para acompañar a mi hermana? Así no se sentirá sola.

El príncipe se sorprende por las palabras de Odette, no cabe duda que es tan bondadosa, que no le importa que su hermana haya sido mala, aún así quiere acompañarla.

- Odette, Noelle debe aprender a vivir como una mujer casada.

- en todo caso, si alguien se queda, debería ser yo.

Hablo la baronesa, de ninguna manera dejará que Odette que se quede con Noelle.

- madre, mi hermana necesita a alguien de su edad.

- Cállate! No te basta con el príncipe, ahora quieres al esposo de Noelle.

- esposa! No te permito que le digas esas cosas.

Hablo el Barón para regañar a la Baronesa.

- baronesa, la señorita Odette solo quiere ayudar.

Francis también la defiende, aunque no comprende porque le tienen mala saña a Odette si es una buena chica.

- si quiere ayudar entonces que se largue.

Odette ya estaba sollozando debido a las palabras de la Baronesa.

- yo solo quería ayudar...perdón.

- no pidas disculpas, tu madre es la que no debió decir nada.

- más bien es ella la que debe de dejar de molestar.

El Barón le insiste a Odette, para que no se quede, además sabe bien que Noelle no se lleva bien con ella, no le gustaría que comenzará una pelea o dañara a Odette. Al final, Odette debe ceder a volver a la capital, aunque mientras sube al carruaje busca con la mirada a Raizel, pero quien solo a asistido es el gran Duque, para despedirse.

- por favor gran Duque, cuide bien de mi hija y espero su hijo sepa hacerla feliz.

- mi hijo es un tonto, pero sabe que debe tratar bien a una joven dama, no se preocupen Baronesa.

- dejo en buenas a Noelle.

Menciona fríamente el Barón, al gran Duque le pareció extraño, los padres no suelen ser así con sus hijas, además de que podía ver cierta preocupación en la mirada de la Baronesa.

- madam, cuando guste las puertas de mi castillo están abiertas para usted, puede venir a visitar a su hija cuando guste.

- muchas gracias gran Duque, espero poder venir pronto.

El gran Duque se despide de nuevo, pues debe volver a su alcoba, ha estado de pié por mucho tiempo. Minutos después Noelle llega hacia donde estaban los carruajes, se había tardado porque las piernas no le respondían.

- madre ten un buen viaje.

- cariño, me duele dejarte en este lugar, con ese mal hombre. Lo escuché anoche, te dejo sola y se fue a divertir con otras mujeres.

- no se preocupe madre, estaré bien y si se te hace difícil, ven a verme ¿si?

- por supuesto cariño.

La baronesa abraza a su hija, dejando un beso en su frente; sube al carruaje, siendo uno para ella sola, porque no pensaba compartirlo con ninguno, el Duque ya había subido y nisiquiera se molesto en despedirse, Odette solo mueve la mano en señal de adiós cuando el carruaje se pone en marcha, pero Noelle le da la espalda para regresar dentro, pero muestra una sonrisa, finalmente estará lejos de esa chillona, camina despacio, pues aún siente las piernas débiles, aunque es normal, estuvo bastante activa durante la noche y era la primera vez para su cuerpo.

----------unas horas antes-------

Abrió los ojos y noto que Raizel se había ido, estiro los brazos hacia arriba, sentía el cuerpo cansado, además de que su ropa estaba hecha pedazos, pronto escucha que tocan, así que se cubre el cuerpo con una sábana, dejando pasar a quien toca, eran dos doncellas que habían traído el baño para ella, Noelle se pone de pié pero al dar el primer paso siente un intenso dolor en la espalda, juraría que escucho como si crujiera una botella siendo arraigada y callo al piso apoyando sus manos, las doncellas se sorprenden al verla así.

- señorita!

- espere la ayudamos.

- esto duele...

Como puede se arrastra al baño, meterse en agua caliente seguro la ayuda a relajar los músculos.

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