capítulo 14- después de la noche

Raizel sostenía de la cadera a la albina, moviéndose con brusquedad, las sábanas estaban completamente revueltas, esa la cuarta vez que lo hacían esa noche, una vez que comenzaron, ya no podían detenerse, Noelle estaba perdiendo la voz de tanto jadear, pero estaba tan extasiada, por el acto placentero, sus cuerpos se habían complementado bien, Raizel empuja con desesperación en el suave interior de la chica, la respiración de ambos era agitada, Noelle sentía las piernas cansadas, pero no importaba.

Noelle envuelve las piernas en la cadera del chico y empuja su cuerpo para que ruede quedando encima suyo, Raizel se sorprende pero no se queja ya que la chica comienza a moverse, flexionando las piernas mientras apoya sus manos sobre el pecho del joven Duque, él estaba fascinado, veía esos senos rebotar mientras ella se mueve, empuja también su cadera, pues había esa sensación desesperada de sentir el interior de la albina, era suave y apretado, lo que le daba mayor placer a ambos, Noelle aprieta las manos sobre el pecho ajeno, rasgando la piel un poco cuando siente que alcanza una vez el clímax, Raizel no tardo en alcanzar el propio derramando su semilla dentro del cuerpo de su ahora esposa, Noelle se deja caer sobre el pecho de Raizel respirando agitada, Raizel se quedo quieto mientras recupera su respiración.

A la mañana siguiente, Noelle dormía envuelta apenas una fina sábana, mientras que Raizel estaba sentado sobre la orilla de la cama, deja salir un suspiro mientras parecía estar en un dilema, se había prometido ignorar a la que fuese su esposa para que se hartara y pidiera el divorcio, pero anoche se dejo llevar y lo hizo tantas veces como pudo; aún puede escapar, solo debe ignorarla, así ella creerá que solo la usado y desechado, se viste rápidamente, para salir de la alcoba, se irá a otra y si preguntan dirá que no vio a la albina anoche, ya más tarde irá a ver a su padre, como cumplió con casarse, ahora debe pasarle el título, al menos algo bueno saldrá de ese matrimonio.

Cerca del medio día, los carruajes del Barón ya estaban siendo preparados pues se marchan en la tarde, el príncipe y el Barón supervisan que todo este bien, mientras que la Baronesa busca a Noelle, debió haberla pasado sola en la alcoba nupcial pues escucho de las sirvientas que el joven Duque tenía una fiesta en el salón de juegos; Raizel volvía de ver a su padre cuando al dar la vuelta choca con alguien y esta cae al piso quejándose por el dolor, Raizel se da cuenta que era la joven rubia que venía con Noelle, según la información era la hija adoptiva de la familia y prometida del príncipe.

- ¡oh! Joven Duque lo lamento.

Odette estiro la mano esperando que Raizel la ayudará, pero este solo se veía molesto, así que solo tuvo que pararse sola mostrándose apenada por lo sucedido.

- yo he tenido la culpa, por favor perdóneme.

- ¿de que te sirven los ojos enormes si no ves por donde vas?

Odette no esperaba escuchar esas palabras del joven Duque pero sonríe de manera tímida.

- si verdad, es que soy algo torpe. Por cierto me llamo Odette Le Blanc, ayer no nos pudieron presentar apropiadamente.

- en realidad eso no importa, si me disculpa tengo que hacer.

Raizel le pasa de largo pero escucha un ruido, al voltear era Odette quien estaba en el piso quejándose por el dolor en el tobillo.

- ouch! Debió ser por el choque...que vergüenza con usted joven Duque.

- llame a las doncellas, la ayudarán.

- pero no hay tiempo, me esperan cerca de los carruajes ¿me podría ayudar?

- dígale a las doncellas.

Sin más Raizel sigue su camino dejando a Odette tirada en el piso, quien se veía molesta; Raizel ya conoce los trucos de las chicas, es más que obvia su intención de estar cerca de él, por eso le decía a Francis que no es para nada una buena chica. A Odette no le quedo de otra que ponerse de pié y correr de regreso hacía la habitación para terminar de empacar.