Un nuevo comienzo

🗨️ Las palabras de Frank, me sacudieron, me tomé un trago de golpe, sentí angustia, pena, mi padre no me perdonaría por lo que había hecho y las lágrimas no se hicieron esperar.

—No llores mi chiquilla, nadie puede juzgarte por lo que has hecho.

Tu padre las adoraba, nunca conocí un hombre tan fiel a su familia. Por eso no me arrepiento de ayudarte y lo haré hasta mis últimos días.

Me encargaré de que nada les falte, espero que de hora en adelante te dediques a estudiar ya no tendrás que preocuparte por nada más, tu madre estará bien y no le hará falta nada.

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Soy Frank Brion, tengo cincuenta y un años, el segundo al mando del imperio Brion, y tengo varias empresas por mis propios logros, soy soltero empedernido, siempre le hui al matrimonio por eso entiendo a mi sobrino Cameron.

Pero no quiero que él siga mis pasos. Siempre he sido el insensible de la familia, eso lo heredé de mi padre, pero también tengo mi lado sensible

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—Mi propuesta es la siguiente, te ayudaré a entrar a la universidad, trabajarás en una de mis empresas y ya veremos cuando te gradúes que podemos hacer.

¿Están de acuerdo?

—Sí, contestamos con mi madre agarrada de mis manos, mientras ambas no dejábamos de llorar.

—Buenos y ahora no quiero ver más lágrimas.

🗨️ Las abracé y me sentí completo, aunque las circunstancias en las que conocí a Carolina, socialmente no era la más correcta, eso a mí poco me importaba

Sabía que a partir de ese momento lucharía contra el mundo entero por estas dos mujeres, mi vínculo con ellas era de fraternidad, un cariño sincero que se hizo más fuerte con lo que se había descubierto en esta visita.

—Permítame invitarlo a cenar, no será una cena ostentosa, pero si estará hecha con mucho cariño— dijo la señora Lucero.

—Claro que sí, pero con una condición.

—¿Cuál? Mi adorado caballero.

—Que me llamen por mi nombre, ahora ustedes hacen parte de mi familia.

—Está bien Frank, contestamos.

🗨️ Después de ese día las cosas empezaron a cambiar. Frank nos llevó a vivir a su casa en Florida, me contó que Dámaris estaba muy enojada conmigo, ella quería que siguiera trabajando en su negocio.

Al marcharme había dejado de recibir fuertes sumas de dinero, muchos de los clientes se habían retirado al no poder contar con mis servicios.

Para prevenir incidentes, lo mejor para nosotras es estar en otro lugar.

De Dámaris tengo buenos recuerdos, no me gusta haber quedado en malos términos con ella.

Gracias a ella conocí a aquel hombre guapo de aquella noche hace ya seis meses y no logró sacarlo de mi cabeza, nunca supe quién era, no tuve tiempo de conseguir la revista donde salió nuestra foto, solo supe que pagó por la noche y no volvió a aparecer.

Llegó varios días con malestar y en las mañanas he sentido náuseas.

—Hija ¿tú te cuidabas en tu trabajo?

—Si madre, siempre tomábamos precauciones, debe ser algo que comí y no me cayó muy bien.

—Debes ir al médico, por mis antecedentes me preocupa que hayas heredado mi enfermedad.

—No te preocupes madre.

Justo el día que debía ir a conocer la empresa de Frank, donde trabajaría sufrí un desmayo y tenía que estar él ahí presente, para yo terminar en una clínica.

Cuando abrí mis ojos, mi madre estaba a mi lado

—¿Dónde estoy?

—En la clínica.

—Pero ¿por qué?

—Te desmayaste, afortunadamente Frank estaba llegando y evito que te dieras un fuerte golpe.

🗨️ Su preocupación era poca así que decidí opinar.

—Si ves madre, no es nada grave, de lo contrario estarías con tu rostro bañado en lágrimas, justo en ese momento entró el doctor.

—¿Ya puedo regresar a mi casa?

—En un rato la daré de alta, antes quiero hacerle algunos análisis y un ultrasonido, para saber como está el bebé.

—¿Bebé?

—Sí, está usted embarazada ¿no lo sabía?

—No doctor, he tenido algunos malestares y sé que he subido de peso, pero no le di importancia.

—Tranquila, suele suceder, hay muchos casos de mujeres que no se dan cuenta de sus embarazos hasta el día que van a dar a luz.

Para estar tranquilos, quiero confirmar que tiempo de embarazo tiene y darle inicio a su control prenatal.

🗨️ En ese momento llega la enfermera con el monitor, Frank ingresa al cuarto, él si tiene cara de preocupación.

El doctor me aplica un gel húmedo en mi abdomen y empieza la revisión. Después de recorrer mi abdomen varias veces por fin suspira.

—Bueno aquí esta el bebé, está muy bien escondido, les dejaré escuchar los latidos.

🗨️ Se escucha algo como un trencito de juguete.

El doctor se detiene y vuelve a revisar mi abdomen.

—Hay algo mal— pregunta mi madre.

—No señora, lo que pasa— suspira de nuevo, es que son dos y al parecer juegan a las escondidas.

—Son mellizos están muy bien y tienes aproximadamente seis meses de embarazo, están ubicados en una parte muy cómoda, pero si no es por el desmayo no te enterarías hasta el día del parto.

Debes alimentarte bien y no tener sobresaltos, podrás continuar con tus actividades, pero con cuidado, al salir se te entregarán algunas indicaciones y se te dará la próxima cita de control. Felicitaciones.

🗨️ Mi madre estaba feliz, Frank me sonreía, pero sabía que me haría un buen interrogatorio.

Llegamos a casa, mi madre me fue preparar comida, mientras quede en manos de Frank, quien tomando asiento se dispuso a preguntar.

—¿Hay algo que me quieras contar? ¿No sé algo que yo deba saber, te dije muchas veces que te cuidaras, por lo menos sabes quien es el padre? Bueno eso no importa yo me haré cargo de los niños y de ti.

🗨️ La verdad no sabía cómo empezar, su mirada, penetrante me intimida, dude un poco hasta que me anime a soltar todo de una vez, le conté la historia. La analizó y un momento después soltó una carcajada.

— No te rías— le reclamé.

— Es que esas cosas solo te pasan a ti y al chavo— me dijo mientras se ponía rojo de tanto reírse, el tipo tenía buena puntería.

🗨️ Después de reírse un rato de mí junto a mi madre, se sentó a mi lado y me dio un abrazo.

—Te apoyaré siempre mi chiquilla, gracias por esta alegría.

Me recosté a su pecho y sentí a mi padre, me sentía protegida y segura, le di un beso en la mejilla.

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El tiempo pasa volando, faltan unos meses y me graduó de derecho, trabajar en la empresa de Frank, me ha permitido aprender muchas cosas.

Mis bebes ya casi cumplen seis años, son la adoración de Frank y mi madre.

En cuanto a ella está muy bien, asiste a sus controles y su organismo se estabilizó, pero siempre se deben tener cuidados, sobre todo en la alimentación, a veces debo regañarla porque come cosas que no debe a escondidas.

Frank viaja constantemente, se queda en nuestra casa, mis hijos lo enloquecen y él los disfruta.

Es feliz con los manjares que prepara mi madre, es únicamente en esa ocasiones o para consentir a sus nietos que ella cocina, en la casa hay empleados domésticos que se encargan de todo.

Ahora mi madre ejerce su carrera de contadora en algunos negocios que Frank ha dejado en sus manos, ellos dos cada día se llevan mejor, no estaría mal que estuvieran juntos, me ayudaría bastante que él estuviera pendiente de controlar sus hábitos de alimentación.

De Dámaris he sabido que su negocio no va muy bien, las chicas que ha contratado le han hecho perder millones por la mala atención que dan.

Frank mantiene pendiente de sus movimientos, no se confía de que haya desistido de su deseo de que regrese a trabajar con ella.

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