El intruso y atrevido hombre tomó asiento en el living del departamento, cruzó una de sus piernas por encima de la otra y se dispuso a esperar a la joven que vino a buscar.
_ Por favor Sabrina ve a llamar a tu amiga, necesito hablar con ella urgente y mientras espero tráeme también algo para tomar, un café o un té estarán bien.
A Sabrina le rechinaban los dientes de lo irritada que ese arrogante hombre la tenía.
_ “Pero donde se ha creído este que está ¿en un café? Y que piensa que soy ¿su moza?” – debatía internamente la chica cada vez más molesta.
Estaba a punto de ponerle los puntos sobres las íes al sujeto, pero al verle la sonrisa sarcástica que tenía dibujada en la cara, prefirió no darle el gusto de que siguiera burlándose de ella e ir a llamar a su amiga para que viniera a atenderlo y sacar a ese hombre lo más rápido posible de su casa.
Al cabo de unos minutos de espera, Leyton ya estaba terminando la taza de café que a regañadientes le trajera Sabrina. Fue entonces que vio a una joven muy pálida, de ojeras profundas, entrar al living y tomar asiento en el sillón que estaba frente a él.
_ Hola, yo soy Amira. Me dijeron que usted viene de parte del señor Harper. - dijo la joven a quien apenas se le escuchaba la voz.
Leyton se acomodó en el sillón, dejó la taza sobre la mesita del living y luego le dijo:
_ Efectivamente, soy el asistente de Adam Harper. Él me envió a hablar contigo porque, - el hombre hizo una pausa como pensando bien si tenía que decir o no la siguiente frase- la verdad es que mi jefe hoy se levantó bastante molesto debido a que al despertar no te encontró en su habitación.
Amira se puso roja al escuchar eso y se removió en su asiento. ¿Cuántas personas sabían lo ocurrido la noche anterior entre ella y ese hombre?
_ No debiste irte así, sin antes hablar con él. Eso estuvo realmente mal de tu parte.
_ Yo, la verdad es que lo ocurrido ha sido todo un malentendido y yo no tengo nada que hablar con su jefe porque apenas lo conozco. – balbuceo la chica muy nerviosa, Ami ya no podía más con todo lo que le estaba pasando.
_ Pues él no cree igual que tú.
_ Y si está tan interesado en lo sucedido, ¿por qué razón no vino él personalmente a verme? – se atrevió a decir la muchacha.
_ Veras, Adam es un hombre muy atareado, tanto así que hoy se vio obligado a viajar de urgencia al extranjero. Es por eso que me pidió que te entregue este celular, y que te diga que en las próximas horas se estará comunicando contigo o en cuanto pueda.
_ Le repito que yo no tengo nada que ver con su patrón, todo fue un malentendido. Por favor, llévese ese aparato con usted, cuando el señor regrese yo le aclararé las cosas personalmente.
Y dichas estas palabras, Ami le devolvió el celular recién comprado, armado y listo para usar a Leyton. Este la miró sin inmutarse como era su costumbre y luego sin recibir el móvil se levantó para irse.
_ Bien, de mi parte yo ya he cumplido con mi trabajo aquí. En cuanto a ti, será mejor que te quedes con el celular, créeme niña, te conviene obedecer a Adam porque se molesta demasiado cuando alguien lo contradice. Y al final de cuentas, tú serás la única en pasarlo mal.
Amira quedó petrificada y sin palabras ante aquella advertencia, fue Sabrina la que lo acompañó hasta la salida. Cuando Ami escucho el sonido de la puerta al cerrarse, soltó el aire contenido en sus pulmones para dejarse caer sin fuerzas sobre el sillón y tapar su rostro con sus manos.
El día se fue para dar paso a la noche, Ami apenas había podido probar bocado, se paseaba con su celular en la mano desde el comedor hasta la cocina y desde la cocina al living intercalando el recorrido, el celular que le dejó Layton continuaba sobre la mesa ratona del living, allí lo había dejado ese hombre y allí seguiría en lo que a Ami refería. Por otra parte, se encontraba sola en el departamento, su amiga había ido a la universidad más para analizar el contenido de la botella sobre la cual tenían sospechas que por estudiar, pues no tenía cabeza para hacerlo y también Ami había avisado en el instituto que suspendieran sus clases del día, ya que no se sentía bien para ir. Era la primera vez desde el tiempo que llevaba enseñando que faltaba al trabajo, puesto que aunque el instituto era propiedad de su madre, ella era muy responsable y no le gustaba descuidar sus labores docentes allí.
Aparte del problema que tenía con el CEO, también le preocupaba no tener noticias de su novio desde el día anterior, por un lado, era bueno porque todavía no tenía idea de cómo contarle lo ocurrido sin que su relación se rompiera, en el fondo deseaba no decirle nada y llevarse lo sucedido la noche anterior a la tumba. Miraba el celular cada 5 minutos, pero el resultado era siempre el mismo, no había ni un solo nuevo mensaje de Alex, entonces pensó en llamar a alguna de sus cuñadas y preguntar por él, pero recordó que ellas no la querían demasiado y le dirían cualquier cosa. En realidad con las tres hermanas de su novio se conocían desde chicas al igual que con él y siempre había mantenido una buena relación con las mujeres, pero desde que se enteraron de que ella y su hermano eran novios todo cambió, el trato que le daban ya no era el mismo, le enviaban frases indirectas bastante hirientes o le hacían críticas constructivas que nadie les pidió con él solo
objetivo de menospreciarla. Por esa razón, en los 2 años que llevan de noviazgo, ella casi no iba a la casa de Alex, nada más lo hacía en ocasiones especiales como cumpleaños o las fiestas de fin de año, eventos durante los cuales sus lindas cuñadas cuando llegaba la hora de tomarse una foto, siempre tenían un plan armado para dejarla a ella afuera de la fotografía familiar. Definitivamente, no llamaría a esas brujas intrigantes.
En eso estaba reflexionando cuando sonó el celular, lo malo es que no era el suyo sino el que le enviara Adam Harper.
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Comments
Cataleya
👍👍👍👍👍💯
2023-04-17
5