capitulo 18

*AZUL*

Todo está completo en sangre, las paredes, pisos, sillas, mesas, la barra. Diez cuerpos esparcidos por todo el bar, examinó todo el lugar y no está el muy bastardo.

El olor a sangre me está mareando, yo salgo del bar.

— El muy bastardo se fue— digo con enojo.

— No está lejos, estoy siguiendo su aroma— dice Kendall.

— Guíame al Kendall.

Estuvimos unos 20 minutos caminando detrás de Kendall, nos detuvimos en un callejón que da al muelle, yo también pude sentir el aroma de mi compañero.

Me acerco más para ver el sitio, me doy cuenta de que él está escondido en uno de los botes, yo camino lentamente a él y lo sorprendo haciendo que este caiga al agua.

— Bastardo— digo con enojo.— Me mentiste, ¿Por qué mataste a todos esos hombres?

— No eres nadie para pedir explicaciones.

— Soy tu compañera y si yo exijo una explicación, tú me la tienes que dar— yo lo saco del agua con mi don, lo aviento contra la pared y me acerco a él— ¿Por qué?

— Tú no eres mi compañera— él se levanta— No puedo tener otra compañera, mi compañera murió hace un siglo.

— Cómo?— yo me alejo unos pasos y mi sorpresa es evidente cuando Samael y Kendall se acercan a nosotros.

— Ya lo oíste, tú no eres mi compañera— no, no, puedo sentirlo. Hay una sola forma de saber si lo es o no.

Yo muerdo mi muñeca haciendo que sangre, Kendall intenta cubrirme, pero yo lo alejo, el vampiro pone sus ojos en rojos, y si es mi compañero.

— No te acerques— Samael lo aleja al ver como él se acerca a mí.

— Déjalo— Ellos me miran y yo nada más asiento.

El vampiro me toma por la cintura y abre paso a sus colmillos en mi cuello, en el primer segundo fue el más doloroso, pero ahora es como el maldito cielo e infierno a la vez.

La mordida de un vampiro es lo más íntimo del mundo, es como una droga para nosotros, es adictivo y algo que puede llevar a lo sexual.

El vampiro se aleja de mí y me da un beso en los labios, dejo un poco de sangre en mis labios y la limpió con su pulgar.

— No sé cómo puedes ser mi compañera, pero tu sangre es la más adictiva y dulce que d probado en mi vida.

— Gracias, creo.— tres pares de ojos están en mí y eso me pone nerviosa.

Samael me toma del cuello y pega sus labios a los míos, en sus ojos se ve la lujuria.

— Pequeña híbrida— él muerde mi labio— eres el ángel más hermoso que he visto en el mundo.— yo estoy prácticamente en shock, pero no puedo negar que ese beso fue el mejor que he dado en mi vida.

Él se aleja y Kendall se para delante mío, acerca sus labios a los míos y los sella con un beso, suave, tierno, nada parecido que los dos anteriores. Kendall me hace sentir las cosas más puras y buenas, mientras Samael y el vampiro solo me hacen querer pecar.

Y sé que con ellos tres voy a sentir cosas que nunca sentí con ningún hombre con el que he estado.

Kendall se separa de mí, pero pega su frente a la mía

— Lo siento, cariño, yo nunca quise dejarte, pero tampoco quería que sufrirás.

— Tranquilo lo entiendo, amor.— yo veo al Vampiro— Tenemos que hablar.

...

El acepto regresar a la casa, el camino fue en silencio, Pero no un silencio incómodo, sino un silencio relajante, tanto haci que termine dormida en los brazos de Samel.

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