Yo No Quería Enamorarme

Mudanza

Suena la alarma de mi celular, es hora de levantarse me digo a mi misma. Hace unos meses me despidieron de mi trabajo, la pequeña tienda de ropa femenina no podía pagarle a todos los empleados y al ser la más nueva, ya saben... me toco a mi.

Vivo sola en un departamentito en La Boca, me fui de casa a los 18 así que si no trabajo no tengo donde dormir y mucho menos que comer.

Tome unos mates y salí en busca de cualquier trabajo, pase por varios lugares y deje mis CV y casi a las 3 de la tarde volví cansada de tanto caminar, con la esperanza de que alguien me dé la buena noticia de que tengo una entrevista laboral.

Me doy una ducha, me pongo cómoda y salgo a caminar, escucho música desde mis auriculares, la música de los 80s me trae lindos recuerdos de cuando era muy chiquita, entonces sin darme cuenta mi caminata por la ciudad es con varias sonrisas.

Me encuentro una plaza, busco un lugar alejado de la gente pero donde todavía de sol en el pasto y ahí me senté... me dije a mi misma que todo iba a estar bien, siempre pude salir adelante sola y esta ves no iba a ser distinto.

Mi mejor amiga Daniela me ofreció vivir con ella y su hermana Belén a su departamento, que queda a pocas calles de la mía, esta muy preocupada y me hizo prometer que si no conseguía trabajo los próximos días, me iba a ir con ellas o de lo contrario me arrastraría como cavernícola para llevarme con ellas.

Es una gran amiga, nos conocemos desde jardín de infantes y vivimos muchas cosas juntas, se puede decir que es como la hermana que nunca tuve.

se hizo un poco tarde así que emprendí la vuelta a casa, me preparé la cena y me acosté temprano ya que al otro día salía a buscar trabajo otra ves, solo que esta ves iba más lejos.

Pasaron varios días y no recibía ningún aviso de entrevistas, ya estaba preocupandome me estaba quedando sin plata y a casi mitad de mes. Me voy a quedar sin techo y sin comida pensé, no quiero molestar a nadie con mis problemas pero necesitaba una solución urgente, pero no contaba con nadie más que con Daniela y esperaba no tener que recurrir a ella.

Es domingo, esta lloviendo y es tarde. Escucho que golpean mi puerta y desde afuera escucho que Dani y Bel me llaman "EMMAAAAAAA" y se ríen entre ellas como tontas. Estoy jodida me dije a mi misma así que con mi mejor cara de póker les abro la puerta.

Entraron después de besos y abrazos, para dejar sus paraguas en un rincón. Sus caras me resultaron sospechosas hasta que me di cuenta de algo, traían con ellas bolsos y valijas.

-"Es hora de la mudanza querida amiga" dijo Daniela con una sonrisita malévola. No conseguiste trabajo, te quedaste sin un peso y en unos días tenes que dejar el departamento. No pienso dejarte vivir abajo de un puente, nosotras te vamos a cuidar.

Con ganas de llorar las abracé y acepté con una sonrisa triste les di las gracias y nos pusimos manos a la obra, o a la mudanza.

Todo paso muy rápido, hace un mes me mudé con mis amigas, no recibí noticias de ningún trabajo y ya me sentía muy incómoda sin aportar en los gastos que compartimos aunque todos los días salía en busca de trabajo, y al volver dejaba el departamento limpio y ordenado para cuando ellas lleguen de su trabajo. Dani era recepcionista en un estudio jurídico y Belen es Peluquera. y yo me sentía una zángana, viviendo de ellas

Me sentía aburrida, nunca me gustó estar quieta y sin hacer nada. El Depto estaba limpio, las compras estaban al día, la ropa de las tres estaba lavada y las series de la tele me aburrían. Me acosté en la cama que compró Dani para mi y puso en su habitación.

Las pocas cosas que traje de mi antiguo hogar eran muy pocas. Ropa, calzados, plantas, algunas cosas de cocina y mi Smart TV. Lo demás era de la dueña de casa. Para tratar de no pensar mucho me hice bolita y me dormí.