Capítulo 11

Alice:

Ha pasado toda la semana y he recibido algunos mensajes de Marcos y ninguna llamada, me parece extraño aunque en realidad él me advirtió al respecto. Para pasar el tiempo nos hemos coordinado Abril, Azura y yo para ir cada mañana a jun campo deportivo y pasar el tiempo, también hemos hablado sobre encontrar un empleo de verano aunque Azura ha dicho que sus hermanos no la dejarían. De hecho han venido por ella casi a diario.

El tiempo que pasamos juntas nos hemos hecho bastante cercanas hasta el punto de que ella nos contara sobre un chico que le parece atractivo, de hecho hoy hemos decidido comenzar a venir al centro deportivo porque el chico juega basquetbol, y Azura simplemente babea por él.

—Insisto nena, debes hablarle —dice Abril tomando un bocado de sándwich

—Lo sé, pero no creo que a mis hermanos les agrade ¿sabes?, ellos tienden a ser un poco sobreprotectores —asiento y analizo la posibilidad de preguntarle ¿dónde ha estado su hermano mayor en los últimos tres días? pero al instante la desecho, pienso que sería demasiado, solo hemos salido una vez, después de todo.

—Miren ahí está —dice haciendo una leve inclinación hacia la cancha, son mayores que nosotros estoy segura.

—Sí, sé quién es —dice Abril dándole un picotazo en las costillas—. Su reputación no es buena, pero está buenísimo.

Suelto una carcajada, pero callo al instante para no llamar su atención

—Javier Olsen —dice en un suspiro

—Vaya… Si que te gusta —miro como se pone roja y en segundos su piel se torna pálida. Cory y Bob están de pie frente a nosotros y con sus musculosos cuerpos tapan toda visión.

—¿Azura? —ella se remueve

—¿Si? —carraspea un poco

—Tenemos que irnos —dice Bob y la bella chica frunce el ceño

—Estoy con mis amigas, por favor, dejen de hacer esto —se encogen de hombros

—Es un orden —dice con voz ronca. Abril y yo nos miramos con los ojos bien abiertos y la chica como es característico de si, se pone de pie haciendo berrinches.

—Odio que no me dejen estar con mis amigas, al fin tengo unas… —sigue refunfuñando mientras toma su mochila deportiva y está a punto de irse cuando Abril la toma del brazo suavemente

—¿Iras hoy con nosotras entonces? Él estará… —guiña un ojo y la chica sonríe

—Claro —dice mirándonos a las dos. Había olvidado que hoy es la fiesta de este hoy, a la cual todo nuestro departamento acudirá.

—En mi casa a las 8 pm —Azura asiente y da un beso a Abril y después a mí.

—Las quiero —dice dejándonos encantadas por su sorprendente facilidad para cambiar de estados de humor. Se aleja con pequeños brinquitos y al pasar frente a Javier este la mira con una sonrisa.

—¿Viste eso? —dice Abril

—¡SI! —nos damos manotazos para en segundos recomponernos cuando él gira su mirada hacia nosotras

—Mierda, ¿nos ha visto? —digo entre dientes y después ella asiente. Y terminamos por concentrarnos en nuestra comida y dejar de hacer escándalos.

¿Dónde estará Marcos?, ¿Por qué no me habrá llamado?, tal vez ni siquiera haya disfrutado la cita. Una punzada de tristeza me invade por un instante pero trato de dejar eso a un lado.

El almuerzo transcurre en silencio, Abril no abandona su móvil y yo me limito a terminar de comer para después ponernos de pie y caminar hasta el auto de Abril mientras ella habla sobre tiendas, ropa, estilos de vestidos cuando inconscientemente mi boca se abre.

—¿Tú crees que no le haya agradado la cita? —me mira con el ceño fruncido, sabe a lo que me refiero

—¿Por qué?, ¿Por qué no lo has visto? —asiento

—No me ha llamado —frota su barbilla

—Le interesas, eso lo podemos ver todos a simple vista, tal vez tuvo algún problema familiar, ya escuchaste lo de “es una orden” —suspira

—Se veían consternados —asiento y dejo salir el aire guardado en mis pulmones

—Además, no le has dado tu número —me mira alzando las cejas, por Dios es verdad, jamás le di mi numero…

—Tienes razón —digo encogiéndome de hombros

—¿Por qué no le has preguntado a Azura sobre su paradero?

—Siento que me veré como una clase de acosadora, “¿Por qué no me llama tu hermano?” —Abro los ojos simulando a un psicópata y mi amiga suelta una carcajada

—Eres única Alice —entramos al aula y los chicos extraños que también están en el centro deportivo y siempre me miran con exagerado detenimiento, mi amiga no pierde la oportunidad de hacerlos desatinar.

—¿Tenemos algo en la cara? —pregunta Abril a uno de ellos y el chico entorna los ojos.

—No —ella asiente

—¿Y por qué nos miras? —aquel chico se pone de pie dirigiéndose a mí

—Deberías alejarte —susurra y yo lo miro confundida

—¿Alejarme? —él asiente y mi amiga hace mala cara

—Tú eres el que debería alejarse —dice colocándole el dedo índice en el pecho y haciéndolo retroceder.

—Sálvate —vuelve a decir y yo no entiendo nada, Abril abre la puerta del auto y yo me adentro, luego ella se va hasta su asiento y enciende el auto.

—Iremos al centro comercial a comprar algo sexy para hoy —niego con la cabeza sonriendo, esta chica no tiene remedio

Pasamos la tarde recorriendo tiendas en busca de algún vestido, mis pies duelen y eso que la fiesta ni siquiera ha comenzado.

—Me encanta este color —dice señalando un hermoso vestido naranja.

—Todo se te ve bien Abril —ella sonríe apenada y lo toma para probárselo, mientras yo doy una vuelta por el resto de los vestidos. No suelo comprar muchos ya que no voy a muchas fiestas pero, debería de comenzar a hacerlo. Mi móvil suena y la pantalla indica que es mi madre

—Hola —contesto y se escucha un desastre del otro lado

—Hija, ¿Cómo estás? — se aminora el ruido

—Bien, estoy en centro comercial con Abril, buscamos un vestido para mañana —la voz de mi mamá se torna emocionada

—¡Vaya, qué bueno!, salúdame a Abril —le contesto con afirmaciones

—Hoy me toca guardia, así que te veré hasta mañana —vuelvo a contestar afirmativamente y se despide de mi, no sin antes desear que me divierta y asegurarse que envíe un mensaje cuando esté en casa.

—Adiós mamá, te quiero.

Son 5 tiendas recorridas, Abril ha comprado 3 vestidos y yo aun no logro encontrar ni uno.

—¿Qué te parece este? —dice entregándome un vestido negro sin espalda

—No te parece que es un poco… —no me deja terminar

—Pruébatelo —me lleva al probador arrestando—. Vamos nena.

Y al final cedo. Salgo del probador y al mirarme en el espejo no me reconozco

—¡PERO QUÉ BUENA ESTÁS! —dice gritando y dando saltos—. Mírate Alice.

Comienza a señalar mis caderas que se ven verdaderamente sexys, el vestido es un poco corto y queda al cuerpo, no tiene escote pero tengo toda la espalda descubierta casi hasta mis caderas

—Es precioso —digo en un suspiro y ella asiente

—Te lo dije, ahora necesito que te pruebes estos 3 más —la miro con los ojos bien abiertos

—Pero son muchos —niega con la cabeza

—No lo son, necesitamos varias opciones, saldremos mucho de fiesta —vuelvo a entrar al probador y al final Abril me obliga a llevarme los tres vestidos.

—Y aun nos faltan las zapatillas —dice mi amiga y yo ruedo los ojos

—Me dejaras en la ruina —Abril me toma de la mano y comienza a caminar conmigo por todo el lugar. Y es cuestión de 20 minutos para que terminemos seleccionando las plataformas adecuadas. Por fin todo esto ha terminado, aunque ha decir verdad, he pasado un rato increíble.

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