capitulo 4

Rodrigo Madrigal

Todo es perfecto en mi despedida de soltero hermosas mujeres, una buena bebida, aunque no falta el negrito en el arroz Bárbara me atosigaba con sus constantes llamadas así que simplemente la ignore y seguí festejando, esa mujer que se cree que porque es mi prometida va interferir en mi vida se equivoca.

--- Te hemos preparado una sorpresa digna de tu despedida de soltero, está noche la pasarás con una mujer excelente, justo como te gustan--- dijo Roberto.

--- Eso espero hermano, necesito liberar todo esté estrés, si no fuera por toda la presión de mis padres sobre está boda seguiría disfrutando de la soltería---

--- Créeme está mujer es toda una maravilla--- seguí bebiendo, claro un poco solo quiero disfrutar de esta noche y es que no me imagino tener que amarrarme q una mujer y mucho menos a una familia, creo que esa vida no es para mí, no me imagino ver la cara de Bárbara todos los días y luego tener que lidiar con niños, vivir en los suburbios y jugar a la familia feliz. Roberto me da llave de la habitación salgo hacia ella, cuando me encuentro a mi insoportable cuñado Saúl.

--- Pero mira a quien me fui a encontrar a mi cuñado--- le dice a la chica que tiene al lado.

--- Me imagino que ella es tu novia--- pues la forma en que se tocaban parecían íntimos.

--- No ella no es mi novia, ella es su amiga, quizá en un momento te la pueda presentar--- dijo el mientras soltaba de su mano --- Y ¿Y tú has venido solo?

--- Si me disculpas tengo cosas que hacer, tengo que ver algunos socios------ Si que tenía mala suerte habiendo tantos lugares tanta gente tuve que encontrarlo a el. Voy hacia el lugar donde es mi suite la cual se encontraba vacía, quizá debía de esperar un momento en lo que ella llegaba para no hacer pesada mi espera tome una copa de champagne, la luz del lugar era tenue, al ver qué la chica no llegaba, tome mi chaqueta, afloje mi corbata y volví a tomar otra copa justo cuando iba salir ella entro

--- Creí que ya no vendrías--- dije mientras la veía y es que a decir verdad está mujer era muy delgada, con un buen trasero, unos pechos de tamaño perfecto ni muy chicos, ni muy grandes, aunque detrás de todo ese maquillaje ella aparentaba una gran inocencia pues su cara era angelical, aunque su rostro me pareció familiar.

--- Yo pensé que no vendría estuve a punto de arrepentirme--- dijo ella.

.--- Es la primera vez que hago algo como esto, así que no me juzgues--- volvió a decir ella.

--- Yo no soy quien para juzgarte--- dije mientras le servía una copa de champagne --- Creo que la necesitas es para que te relajes--- le dije comencé acercarme a ella acaricie su rostro, toque su cabello que era rubio parecía casi de oro, no sé pero está mujer me atraía mucho, jamás había sentido está química tengo mucho deseó de poseerla, tenerla entre mis brazos, lastima que sea una mujer que vende su cuerpo, quizá la pueda tomar como mi amante exclusiva después de mi matrimonio.