Capítulo 17

🍃Mientras tanto en un restaurante de un hotel en Londres…

—Hola, Palmer. ¿Me tienes noticias?

—Hola, Margarita. Sí, y muchas, no sé si te guste lo que averigüe.

—Ya desembucha, bebé.

—No, no, mi reina. Desembucho, pero después de que me des mi dosis de amor.

Qué fastidio, este, Palmer, pero trato es trato y la verdad es que necesito esa información. Además, de que esté idiota, no lo hace nada mal y Freddy me tiene muy desatendida. Pues desde que llegué a Londres no hemos tenido intimidad.

—Listo, querido detective, vamos a la suite que tengo reservada y ahí te doy lo que quieres.

—Así se habla mi preciosa.

Subimos como dos desconocidos por el ascensor del hotel para no levantar sospechas. Pero al entrar a la suite lo primero que hace Palmer es atacarme contra la pared. 

Este tipo es salvaje, me besa con furia, me desviste rasgando mi ropa, eso me encanta, rompe mi brasier y mi tanga dejándome completamente desnuda, atacando mi interior con sus dedos. 

Luego me tira a la cama y se monta encima de mí. Me muerde sin piedad mientras se va desvistiendo, veo su ejemplar en su máximo esplendor, lo cubre con el látex y de una brusca empujada lo introduce en mi vagina y así lo sigue empujando de manera salvaje y fuerte. 

Me encanta el sexo de esta manera, yo grito y él gime. Me cambió de posición, poniéndome en cuatro y sacando un lubricante que tenía en su portafolio, untándolo en mi asterisco. Primero lo dilata con un dedo y sin más preámbulos lo invade con su miembro. 

Ya no puedo más y después de varias embestidas llegamos juntos al orgasmo.

Posterior a esta sesión, nuevamente despertó su bestia y me exigió que se lo lamiera y llevara hasta el fondo de mi garganta. Sentía sus venas palpitando en mi boca, me lo retiró bruscamente y se puso un nuevo látex. Me posicioné encima de él y empecé a cabalgarlo con su propio ritmo, pues con sus manos en mis caderas sincronizaba mis caídas en su animal y nuevamente después de varias entradas y salidas llegamos juntos. Así quedamos rendidos y sudados en la cama, tardamos el resto de la tarde en recuperar energías.

—Palmer, ahora sí, que me averiguaste de Frederick y de la mustia de la Brisa Storm.

—Desde que me contactaste cuando salí de la oficina del señor Taylor, no le he vuelto a dar información, tal como me indicaste.

Ese hombre está desesperado y ya tiene sospechas de mis excusas. Margarita, él no es de quedarse con los brazos cruzados y ya advirtió de buscarse otro detective. Y si es así, es muy probable que tú y yo seamos descubiertos.

—No me importa, Palmer, pero perdió tiempo valioso investigando a la mocosa, por lo que tenemos que hacer las cosas rápido. ¿Y qué más has investigado?

—Hoy está de cumpleaños, sus 21 años. Varios empleados de Freecars Taylor’s fueron a Luxor en el jet de StormMotors, incluido su director operativo.

—¿Tanaka? ¿No me digas que Freddy también fue?

—Frederick Taylor no viajó, pues no lo quiere ver Brisa ni en pintura.

Según escuché en la última llamada que le pude intervenir a su celular, le dijo a Tanaka, que él le hizo algo muy grave a esta muchacha. Ten, escucha por ti misma.

🎧Hermosa, mi niña, pero no veo felicidad en su mirada… Maldita sea Tanaka, esa no es la mirada que siempre ha tenido Brisa y lo que más me mata es que sé que yo soy el único culpable de su tristeza.

🎧Eso es porque eres un idiota. Yo también veo sus ojitos tristes, pero lo único que te digo, Taylor, es que si quieres recuperarla, debes de empezar a terminar con Margarita y ese absurdo compromiso. Ahí te dejo el dato y el consejo es gratis.

🎧Lo tendré en cuenta. Tengo que pensar bien qué estrategia tomaré y, por el momento, buscar a otro detective. Pues el idiota de Palmer ya no es confiable.

🎧Solo te pido que no la cagues más con Brisa. Si vas a hacer las cosas que sean bien hechas, pues otra decepción no creo que la aguante nuestra princesa.

🎧 ¡Mi princesa, no la tuya!!

🎧¿Celoso? Bueno, te dejo, me estoy perdiendo de esta maravillosa fiesta por estar hablando con un idiota enamorado obsesivo.

—¡Idiota! ¿Con qué me piensa mandar a volar para quedarse con la niñita esa? Maldito Tanaka dando esos consejos a mí, Freddy. Pero no se la voy a dejar tan fácil. ¿Y tienes información del noviecito?

—Sí, se llama Anthony Peter son. Es hijo del padrastro de Brisa, tiene 23 años y siempre ha estado enamorado de Brisa desde que la conoció en su fiesta de 15 años.

—Solamente espero que se quede con el niñito y no voltee a mirar a mí, Freddy. Mantenme al tanto de esa parejita.

—¡Hija, feliz cumpleaños! Aunque casi no te lo digo, sabes que te amo mucho —me dice mi mamá mientras me abraza. 

—Sí, mamá, lo sé. Yo también te amo mucho y no sabes cuánto te extraño —me llena de mimos. 

—Mi Brisa Marina. Quiero que te vayas conmigo a Argentina un mes. Ya hablé con mi papá y está de acuerdo de esperarte para que recibas la presidencia, pues después de que estés al frente es muy difícil que tengamos esta oportunidad de compartir conmigo y tus hermanitas.

Así conoces el país, te relajas aún más y compartimos momentos de calidad. Mike y yo sacaremos un mes en la empresa. Carlson le dio a Anthony también un mes y tus hermanitas están en receso escolar. ¿Qué te parece? —Doy saltitos de alegría. 

—Qué idea más estupenda, mamá, acepto, me encanta la idea. ¡Qué felicidad! —Mis hermanitas se ponen felices de que haya aceptado viajar. 

—Más feliz estoy yo, hija. Pensé que iba a ser más difícil convencerte, ja, ja, ja. —En otra ocasión me hubiera negado, solo pensaba en estudiar y estudiar. 

—¿Entonces viajaríamos mañana cuando ustedes tienen pensado irse? —le pregunté. 

—Sí, mi niña, mañana en la tarde —me confirma mi mamá. 

—Entonces les voy a avisar a mis amigos que no viajaré con ellos mañana en el jet y en un mes volveré a Londres para ser la CEO de StormMotors.

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