Capítulo 12

Cuando sale Brisa azotando la puerta, grito de frustración y tiro todo lo de mi escritorio al piso. 

Pateo las sillas y agarro una botella de whisky del minibar, tomando su líquido directamente de ella. 

Me siento tan patético, a mi edad y con las hormonas alborotadas como un adolescente. Brisa me descontrola, su presencia me vuelve loco y la cagué. 

No sé cómo me dejé llevar por el deseo. Pero cuánta razón tiene Brisa. Ella se desahogó de todo lo que pensaba de mí, así es ella tan directa, tan impulsiva, tan sincera. 

Por eso lo mejor es no volvernos a ver y seguir con nuestras vidas como si nada. No quiero saber qué pasará si la vuelvo a ver. Una relación de los dos no puede ser, si somos tan diferentes.

Alguien toca la puerta de mi oficina, doy la autorización de pasar y es mi padre.

—¿Hijo, qué pasó? ¿Por qué te saliste de la celebración y por qué Brisa renunció? ¿Qué le hiciste? —Me hace pregunta tras pregunta. 

—Papá, discutimos. Le dije lo que yo pienso de esas celebraciones cursis, se enojó. Le dije también lo que opinaba de ella y ella me dijo lo que opinaba de mí. Fue lo mejor sincerarse y saber qué pensamos de cada uno y ya lo demás lo sabes —Fue una verdad a medias. 

—Siento que no me estás contando toda la verdad. ¿O acaso por eso destruiste tu oficina y estás bebiendo whisky directo de la botella? —No me creyó, pero no puedo decirle lo que pasó en realidad. 

—Allá tú, si no crees, eso fue lo que pasó —Me mira decepcionado. 

—No sabes cómo salió de acá, Brisa. Se veía destruida. Entró a la sala de juntas a despedirse y ni que decir de Aldrich y Melba. Salieron fúricos y mi amigo te mandó a decir que si le hiciste algo a Brisa, no se iba a quedar de brazos cruzados y yo lo apoyo, hijo. Mucho te lo advertí —Me siento mal al ser el culpable de la tristeza de Brisa. 

—No me dan miedo sus amenazas, papá Brisa, está muy grandecita para no saber defenderse sola y fue su decisión irse. Dejémoslo así —Ya quiero terminar este tema. 

—Está bien, Frederick, pero eso sí te digo, ojalá nunca te arrepientas de tus acciones. Nos vemos —se despide. 

—Adiós, papá —Me despido. 

No sé ni cómo he llegado a la mansión después de salir de la empresa. Tomé un taxi por inercia. No quise conducir a mi nuevo bebé, un Renault 4 con el que fui a la empresa esta mañana, es el nuevo proyecto que tengo. Allá quedó en el parqueadero, después mandaré por él.

Una vez le pude dar la dirección al taxista, empiezo a llorar, pero de rabia por ser tan tonta y creer que Frederick sentiría lo mismo por mí. 

Por eso he decidido tomar distancia. Un mes que falta para mi cumpleaños número 21 lo dedicaré a mí, a pensar en otras cosas. Quiero ir lejos, quiero sanar mi corazón.

Llego a la mansión, saludo a la gente del servicio y me voy directamente a mi habitación. Tomo mi maleta, empaco ropa fresca y llamo a mi papá, que aunque lo he visto muy pocas veces y la última vez fue en mis 15 años, cada dos semanas hablamos por videollamada.

📲 Brisa, hija, ese milagro que llamas, ¿pasó algo?

📱Hola, papito. Es que quisiera saber si todavía sigue en pie la invitación a visitarte a Egipto. 

📲Claro que sigue en pie mi princesa. Qué alegría que me visites, ¿dime cuándo viajarías?

📱 Esta misma noche papito y me quedaría hasta mi cumpleaños. Quiero estar este mes contigo y celebrar mi mayoría de edad en Egipto, porque cuando regrese a Londres asumiré la presidencia de StormMotors y ahí sí que menos tiempo de viajar tendré.

📲 ¿Esta noche, Brisa? Mi princesa, ¿por qué no me avisaste con tiempo?

📱 Papito, fue una decisión que tomé hace un rato. Tú sabes cómo soy yo de impulsiva. Pero la verdad es que necesito también ese viaje para mi salud mental, por eso lo precipitado. Necesito despejar mi mente este mes para así asumir la responsabilidad de manejar una gran empresa como es StormMotors.

📲 Claro, mi princesa, no te preocupes. Acá te estaré esperando con los brazos abiertos después de 6 años de no verte. ¿Me confirmas a qué horas llegas para recibirte en el aeropuerto? Te dejo para alistar todo para tu llegada. Te amo, mi Brisa Marina.

📱 Te amo, papá.

Cuando termino de hablar con mi papá, llegan mis abuelos a la mansión. Bajo de mi habitación, con las maletas a la sala donde ellos están, y se quedan sorprendidos cuando me ven con mi equipaje. 

—Mi niña, ¿y esas maletas? —se acerca mi abuela y me pregunta. 

—Abuelita, me voy un mes para Egipto con mi papá. Regresaré después de mi cumpleaños para asumir la presidencia —contesto su pregunta. 

—¿Por qué tomaste esa decisión, mi niña? ¿Frederick Taylor tiene que ver? —Estoy segura de que sospecha lo que pasó. 

—Sí, abuelito, yo nunca te he dicho mentiras. Lo que pasó en esa oficina me llevó a tomar esta decisión. No voy a entrar en detalles de lo que me hizo Frederick, pero me ofendió sobremanera. Solo te pido, no hagas nada en contra de él, no lo merece. Prométemelo… por eso necesito irme lejos y qué mejor que aprovechar este mes estando con mi papá que hace mucho me está invitando a Egipto. Solo les pido que no le digan a nadie a dónde fui, en un mes volveré como la CEO de StormMotors —Los miro a los ojos para que me lo prometan. 

—Te lo prometo, mi niña, pero ganas no me faltan de darle su merecido. ¿Cuándo piensas viajar para llamar a que tengan listo el Jet? —Indaga para llamar a su piloto. 

—Esta misma noche, si es posible —mi abuela permanece callada, mientras mi abuelo y yo hablamos. 

—Listo, mi niña, ya llamo al piloto —se dirige a su despacho para programar mi vuelo. 

—Gracias, abuelito. ¿Y tu abuelita, por qué tan callada? —La abrazo. 

—Mi Brisa, soy de pocas palabras, tú sabes que te voy a extrañar mucho. Pero sé que necesitas ese viaje. Quiero que en este tiempo en que vas a estar lejos te encuentres a ti misma y vengas más empoderada de lo que ya eres. Te amo —mi hermosa abuela me aconseja. 

—¡Te amo, abuelita, los amo! —Nos fundimos en un abrazo. 

El abuelo llama a su piloto para viajar por la noche. Dan permiso para despegar a las 23:00 horas. Aviso a mi papá para que me reciba en el aeropuerto de Luxor en la madrugada. 

Mis abuelos me acompañan al hangar y así me dirijo a Egipto. Espero en este mes conocer esta bella cultura y sé que con mi papá aprenderé mucho.

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