Una visita nocturna...

Como todavía mi familia no confiaba que estaba bien, esa noche no me dejaron levantarme para cenar con ellos. Luego que se fue la señorita Mariana Tempes, me trajeron la cena a mi habitación, la que me acompañaba era Sara, como siempre, cuando terminé de comer, pedí que me prepare un baño, necesitaba levantarme un poco de esta cama…

Cuando terminé, Sara me ayudó a colocarme el camisón, me secó el pelo con una toalla, por lo cual estaba un poco húmedo, así que decidí sentarme a escribir un poco, y empezar a darle forma a mi futuro negocio, necesitaba acomodar mis ideas, qué tendría que conseguir y qué lugares tendría que ir viendo ya que la última vez que iba a ir en busca de estos últimos paso mi aventura… le dije a Sara que ya se podía retirar, me quede sola.

Estaba concentrada en mi escrito dejando volar mi imaginación, cuando un golpe en la ventana me hace sobresaltarme.

Cuando giro a observar el lugar de donde provenía el ruido, ahí lo veo parado a ese hermoso Demonio con una mirada lasciva. Le abro la ventana y le pregunto…

-¿Por qué me miras así?-

-Tú lo estas provocando, si no te pones algo encima de ese camisón, no respondo de mi.-

Cuando me miro, el camisón que había elegido, si bien no tenía ningún aspecto sugestivo, se había mojado un poco en la parte de mis senos, haciendo que se pegue a mi figura y como no tenía nada más que mi camisón, se podía transparentar cada curva de mi esbelto cuerpo, dejando casi poco y nada a la imaginación, no me di cuenta ya que hacía calor, y estaba muy cómoda.

Sin embargo, cuando me observé y noté que era lo que ese demonio estaba viendo quería que la tierra me tragara, no me alcanzaba las mejillas para demostrar mi vergüenza, agarré una almohada que estaba sobre la cama y se la lancé a la cara, al tiempo que corría a mi armario en busca de una nueva prenda que guarde mi pureza un tiempo más por lo menos. No es que sea una santa, pero tengo que averiguar muchas cosas todavía, y no pienso involucrarme con este joven sexi sin antes averiguar un poco más, ya estoy pensando que sería una lástima que fuera arrastrado a su muerte, ¿podré salvarlo?

Luego que cambié mis ropas, por unas más decentes, volví a la vista de aquel hombre que ya se había tomado muchas atribuciones..

-¿Qué haces en mi alcoba a estas horas?-

-Es el mejor momento del día para verte, además el guardia que coloco tú padre, solo se relaja cerca de esta hora cuando hace el cambio, el que viene a la noche es amigo de Julián y siempre encuentra excusas para hacerlo despistarse de su trabajo.-

-No sé si ponerme contenta por tu audacia o enfurecerme con aquel traidor que me tendría que estar cuidando.-

-No te preocupes, sabe que Julián no haría nada para ponerla en peligro por eso se confía.-

-Por el momento no lo voy a sacar de su puesto, me sirve que sea así de distraído, me facilita fugarme.-

Siento como se me acerca de forma tan peligrosa, dios ese aroma tan fragante que desprende me hace perder el hilo de mis ideas.

-Y dime ¿te escapas muy seguido?-

-No es asunto de este Demonio que haga por las noches.-

Su ira se deja ver a través de esos ojos negros, siento que me atraviesan como si se tratara de una flecha con punta de acero. Se va acercando poco a poco, voy retrocediendo hasta chocar con el escritorio, donde hace unos minutos atrás estaba dejando volar mi imaginación. Cuando choco con el mueble de madera, el Demonio en un solo movimiento me sube a este último, dejando caer las hojas que estaban allí arriba, fue tan delicado, su agarre era tan gentil, no había hostilidad ni ira como su mirada. Veo como sus labios se van acercando poco a poco a los míos, hasta que los hunde en un delicado pero desesperado beso, no podía seguirle el ritmo, hasta que se separa sin muchas ganas de hacerlo, y con la respiración agitada me dice.

-Ahora si es mi asunto donde va esta hermosa princesa.-

Quedé sin poder hablar por unos segundos, literalmente me había callado la boca con un beso, cómo había llegado a esto. Así que hago lo mejor que se hacer en situaciones que me sobrepasa… cambiar el tema, lo empujo un poco, para así poder bajarme del mueble.

-Como digas, no me has dicho porque asuntos irrumpes a estas horas, además de verme en paños menores, ¿acaso ese es el fetiche de este demonio? No me diga que hace esto con muchas mujeres.

Puse cara de dolida, pero pude admirar como este Duque se sonrojaba, por lo que sonreí, así que a pesar de todo se sonroja. ¡Ay lo tienes por molestarme!

-Ustedes es a la primera que beso señorita….-

Pude escuchar como decía esas palabras con vergüenza, para ser justas, si era mi primer beso en esta vida, pero en mi anterior vida tenía un poco mas de experiencia, no era una experta pero disfrutaba mis pequeños momentos libres, los cuales no eran muchos. Ya no quería seguir avergonzándolo, hasta me dio pena, pensar en que en la novela el primer beso se lo daba la protagonista, lo siento señorita protagonista, pero acabo de robarle el primer beso de este demonio.

-Mmmm… No me contestaste, ¿a qué has venido?-

Veo como se relaja y se acomoda en el sillón, mientras yo comienzo a levantar mis papeles, que habían quedado desparramados en el piso.

-Quería ver como estabas, y contarte que los jóvenes ya están bien, les conté que gracias a usted están bien, y ya fue preso el padre de esa muchacha por venderla. Ahora ambos están bajo mi protección.-

-No hacía falta que diga que fue gracias a mí, si usted los salvo.-

-Los salvé por usted, la orden era desmantelar ese galpón, para darle los logros al príncipe, lo demás no. Eso fue para usted.-

-Oh ya veo, es de las personas que se toma muy enserio la lealtad ¿no?-

-Claro que si ¿por qué lo pregunta?-

-¿Le es muy fiel al emperador?-

-¿acaso quiere mi princesa organizar un golpe de estado?-

-No es para tanto solo quiero saber que tanto conoce a su majestad, para hacerle favores tan grandes, como los que le hace.-

-Digamos que le debo algunas cosas…Me ayudó en tiempos difíciles…. Diga ¿usted es fiel a los suyo?-

-Depende…

-¿De qué depende?-

-Si lleva a mi muerte o a la muerte de alguien que quiero, esa fidelidad no vale la pena, a veces hay que saber decir que no, aunque se le deba algún que otro favor.-

-Es usted una joven sabia mi princesa. Ahora dime ¿qué son todas esas hojas?-

-esto son planes de mis negocios, quiero abrir un restaurant de pizza, va ser innovador.

-¿Qué es la pizza?-

-Otro día la cocinaré y se la daré para probar.-

-Bueno confió en su palabra, por cierto en una semana comenzará el juicio al Conde, lo aplazaron para que usted mi señorita se recupere.-

-Muy bien me prepararé. Una cosa más me visito la señorita Temples.-

-¡Esa mujer! Sabía que era problemática, pero creí que era inteligente, ¿la molesto? Puedo hacer que sus negocios fracasen en un abrir y cerrar de ojos.-

-¡No! Ella es mi amiga.-

-¿de enserio? ¿Desde cuándo, esa mujer no suele tener amigas?-

-Desde hoy cuando me visitó, congeniamos muy bien, además es de las que voto a su favor.-

-¿De qué hablas?-

-En la fiesta de té se pusieron hablar de lo guapo que eras, y comenzaron a votar quien de los dos, si usted o el príncipe, era el más sexi, y déjeme decirle que este demonio es muy popular entre las jovencitas, podría tener a la que quiere.-

-Y usted ¿a quién votó?-

- a usted, a pesar de esa aura de maldad que parece que va a matar a cualquiera que pase por enfrente de usted, es uno de los hombres más guapos que vi.-

-¿Vio muchos hombres guapos?-

-mi padre y hermano son muy guapos también, mi maestro no se queda atrás y su comandante tiene lo suyo.-

Vi cómo se comenzó a reír y me dice

-y de todos ¿quién es el que le resulta más atractivo?-

-Mmmmm…. Me lo guardaré en mis pensamientos eso…-

Mientras me giro para dejar las hojas en la mesa, me abraza por detrás y deposita un suave beso en mi cuello y me susurra.

-Espero ser el número uno en su lista-

Luego se separa y esboza una sonrisa de oreja a oreja y me dice.

-Me retiro ahora mi bella princesa, estaremos en contacto.-

Veo como se va por el balcón, es demasiado sexi no puedo dejar que lo maten… ya veré que hacer. Mejor me voy a dormir y aprovechar a tener un sueño cálido pensando en ese dulce beso….

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