Festival, primera parte

Ya pasaron dos años desde que vine a este mundo, todos se sorprende por lo bien que manejo mi magia mi autocontrol de emociones es magnífico, la verdad considerando como siempre tenía que controlar mis ganas de llorar cada vez que veía a mi madre en esa cama de hospital, esto no es nada comparado. Mi hermano no fue nada suave en sus entrenamientos y el comandante menos, creo que se olvidaban por momentos que cuando comencé a entrenar era una frágil niña de 14 años… Sin embargo, gracias a ellos hoy puedo defenderme y en tan poco tiempo, todavía tengo mucho que aprender, pero la magia ya no es un problema solo tengo que ocultarla.

Estoy por cumplir mis diecisiete años y mi familia sabe que tiene que abrir las puertas del ducado para celebrar mi cumpleaños. Mis padres no estaban convencidos, pero ya estamos en la mira de muchas personas como para rechazar ser anfitriones de mi festejo. Tenemos dos meses para ultimar detalles espero que salga bien.

Como no tuve tiempo de salir, desde que estoy día y noche estudiando y entrenando, hoy convencí a mis padres que me dejen salir al festival que se festeja por esta temporada, es uno de los mejores según dicen, hasta lanzan linternas al cielo, quiero ver eso, estoy muy emocionada. Me permitieron ir si iba acompañada de mi hermano. Como él no tiene problema de llevarme, voy encantada….

Me fui a vestir y preparar tan emocionada por esta noche… cuando bajé estaba mi hermano tan elegante esperando al pie de la escalera, mis padres tras él… si existieran los celulares creo que hasta nos hubieran filmado cuando nos íbamos yendo. No paraban de alabarnos y decirle a mi hermano que me cuide.

Cuando llegamos al festival estaba emocionada empecé a actuar como una niña, me recordaba a los festivales que solía ir con mi madre en mi vida pasada, era el único momento que dejábamos la tristeza de los tratamientos para centrarnos en comer mucho y ver los fuegos artificiales…. Aquí no lanzan fuegos artificiales, pero si linternas echas de caña y papel madera, hasta puedo escribir algún deseo.

Cuando estaba feliz correteando alrededor de mi hermano, totalmente eufórica, señalando todo lo que quería que me compre, muchos nos miraban y no podían creer lo que veían, ni que mi hermano esté feliz caminando conmigo, todos sabían que no nos llevábamos bien. En ese momento de plena felicidad siento que chocó con alguien se ve que no lo vi de tan entusiasmada que estaba o simplemente su presencia no me importaba. Cuando giro para disculparme veo un rostro asquerosamente conocido para este cuerpo, pero totalmente extraño para mí.

Era el príncipe heredero, un joven alto, con el cabello rubio y ojos celestes, si bien era lindo a simple vista, la belleza de mi hermano era aún mayor, no sé que le vio esta niña. Me miro con repulsión y eso ya me hizo comenzar a enojarme.

- Señorita mire por donde usted va, seguro que es otro intento por llamar mi atención-

Quién se cree que es este tipo para mirarme así y hablarme de esa forma, si él me chocó, si estuviera en mi anterior vida le daría una paliza, pero me tengo que controlar por el bien mío y de mi familia, solo es un niño mimado.

- Saludos al futuro sol del imperio, y le pido mis más sinceras disculpas por no prestarle mayor atención, se ve que su presencia no es tan impactante ya que no lo vi y por ello lo llevé por delante.-

Pude ver arder una llama de furia, acababa de decir que era poca cosa delante de mis ojos.

- Dudo que sea así señorita ya que siempre está correteando a mi alrededor-

- Príncipe me disculpo si malinterpreto mis intensiones, en el pasado era una niña tonta que buscaba su amistad, sin embargo, me di cuenta de que hay mejores formas de pasar mis días, como por ejemplo estar en compañía de mi querido hermano a quien si vale la pena prestar atención-

Nunca iba a admitir que esta niña estaba enamorada de ese ser, mi hermano estaba desbordando alegría, su querida hermana acababa de decir que él era más importante que el mismísimo príncipe heredero, por ello intervino automáticamente.

- Saludos al futuro sol del imperio, mi hermana no quiere causar problemas al príncipe, que le parece si dejamos pasar este leve accidente sin convertirlo en una pelea más allá. Además, veo que tiene compañía, no queremos que las visitas extranjeras piensen mal del príncipe heredero, que intimida a una pobre niña que solo chocó con él por accidente.-

Se sintió en la voz de mi hermano la leve amenaza que indirectamente le dio al príncipe… así es idiota, tócame y el ducado Plater te pateará el trasero… por dentro reía, pero por fuero mi semblante era rígido, hasta podía parecer preocupada. Pero algo que dijo mi hermano llamó mi atención…. Visita extranjera…… Cuando miro detrás del príncipe, veo un joven de cabello oscuro, ojos negros, alto, a simple vista se notaba que tenía un cuerpo demasiado bien trabajado, estaba para comérselo sin duda alguna, porque no choque con ese chico antes que con este inútil príncipe…. Le veo cara conocida, pero no sé dé donde... Creo que me pasé al mirarlo porque mi hermano me pegó un codazo para que despertara de mi ensueño lujurioso después de ver a ese muchacho, se ve que las hormonas de la edad no son una broma….

Veo que el joven se acerca a mí y hace una reverencia tomando mi mano y besa el dorso.

- Saludos, mi Lady mi nombre es William Greyel, un placer conocer la señorita….-

Miré como todos se quedaron helados, mi hermano quería saltarle al cuello, el príncipe mostró su disgusto automáticamente y los guardias que los acompañaban se asombraron de como cambió su señor de una mirada de querer matar a medio pueblo a una sutil pero encantadora sonrisa.

- Saludos, joven William Greyel , soy la señorita Ludmila Plater, segunda hija del ducado Plater-

- Un placer señorita, espero volver a verla.-

Lo mira al príncipe y dice

- ¿Me imagino que no atormentara a una señorita tan bella como esta, será usted un príncipe tan tacaño y mimado que haría un escándalo por esto?-

Al príncipe no le quedó otra que seguir con su camino. Y cuando se estaban yendo el chico William pasa muy cerca de mi oreja y me dice hoy no pareces un mal adorno de torta. Nadie más logró escucharlo, pero como aquella vez en la tienda, no pude guardar mi risa y me tente. Mi hermano me miraba extraño sin entender porque me reía, le dije que de nada importante que sigamos caminando.

Relata William Greyel

Llegué ya hace ocho meses a la capital del reino de Weterla, me voy a instalar aquí para los negocios ya que viajar del campo a la ciudad constantemente es abrumador y además aquí no tiene prejuicios contra los demonios, mi madre y mi hermana prefirieron quedarse en el campo, no tuvimos buena experiencia en el reino de Pilmer, debido a poseer sangre de demonio, muchos tienen prejuicios…. Es todo malditamente aburrido, solo me acuerdo haber reído una vez cuando llegue a este reino hace dos años más o menos, cuando me encontré en una boutique que se suponía que era muy famosa, quise comprar algunos regalos para enviarle a mi madre y mi hermana que se quedaron en la casa de campo, cuando entro y escucho una discusión, me quedé pensando, otra niña mimada quejándose de que quiere mejores vestidos, pero esta se quejaba de que quería algo que no llamara la atención, decía parecer un mal adorno de torta, y cuando abrió la cortina que nos separaba y me chocó… ¡Como no podía verme! Nadie pasaba por alto mi presencia, para mi sorpresa, ese rostro ya lo había visto, hace unas semanas la saqué de un estanque, pensé que iba a morir, me dio pena, ya que las demás señoritas que estaban presentes se reían de la desgracia de esta joven, por lo bajo y proclamaban en alto ser sus amigas, me daban mucho asco….

Pero luego de chocarme y mirarme, se ve que no me reconoció, es entendible a duras penas tenia abierto los ojos y se desmayó al segundo que la saque..

Se disculpó, y yo como idiotas solo murmuré que tenía razón y parecía un mal adorno de torta, es verdad llevaba un vestido muy feo, cuando me miró con esos ojos rojos como la sangre quede perdido en un mar de emociones , ¿cómo una mirada podía hacer tanto? Supuse que se había disgustado, pero comenzó a reír tan fuerte que me impactó….

Ya pasaron dos años de ese día y no la volví a ver, si vuelvo a verla me aseguraré de saber como se llama….

Hoy el emperador me pidió que saliera a dar un paseo con el príncipe, por lo que escuché está perdiendo aliados gracias a la ineptitud de su hijo, el emperador siempre ha sido bueno con mi familia y más después que perdimos a nuestro padre. Siempre nos apoyó, y me ayudó a volver a instalarnos en este reino, nadie tiene que saber que el emperador es mi tío.

Ya que le debo tanto a mi tío no me quedo otra que decirle que lo acompañaría al tonto de mi primo. Hoy hay un festival, iba caminando tan enojado viendo como mi primo se hacía el simpático con cada señorita que se cruzaba, y estas solo se hacían las tímidas, pero quedaban en visitarlo durante la noche, cuando volteaba a verme más de una salía corriendo, pues mi aura en ese momento no era la mejor. El inepto del príncipe me mira con altanería

- Solo vengo contigo porque mi padre me obliga, así que por favor deja de espantar a mis presas que si no pasaré la noche solo, por tu culpa.-

Me daban más ganas de golpearlo, cuando una chica lo choca, para mi sorpresa nada resultó como creí… pensé que lo chocó apropósito, pero cuando la escuché hablar y reírse de mi primo me cambió el humor, la reconocí y mi expectativa aumentó, sin embargo, hoy tampoco notó mi presencia hasta que su hermano me hizo notar.

Pensé – gracias, chico aunque me mires con un aura amenazante-. Cuando me miró no fue como la mayoría de las mujeres que me temen, más cuando ven mis ojos negros de demonio, esta chica parecía babear, tenía una mirada lujuriosa que despertó algo en mí, sentí como mi corazón se aceleró cuando nuestras miradas se chocaron. No podía dejar pasar la oportunidad para saber quien era. Después de presentarme y sacar al idiota de mi primo de ahí quería saber más sobre ella...

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