CAPÍTULO 3

TÍTULO: PRIMER ACERCAMIENTO.

Dasha.

Hoy 19 de abril, llegamos a los Estados Unidos, y en cuánto pusimos nuestros pies en suelo americano, mí padre me sedio el mando de nuestro clan, es una gran responsabilidad, pero lo voy hacer muy bien.

Mí primer paso fue ir a una de las discotecas de los Miller, o mejor dicho el puterio de los Miller, está, está ubicada en el centro de Miami, ellos inauguraron esté antro hace 5 meses atrás. El lugar es muy concurrido por gente importante, ya qué en esté lugar encuentran a las mujeres más hermosas y la mejor y más pura cocaína de todos los Estados Unidos.

En fin, en cuánto estuve dentro de la oficina de zack, él Miller a cargo de los negocios, me encontré con la sorpresa de toparme con un hombre guapo, de carácter fuerte y todo lo qué más me gusta.

Esté estaba fuera de sí mismo, con su costoso traje y camisa salpicada de sangre, por cierto, cosa qué lo mostró muy varonil, no sé porqué motivo sé mostró reacio a mi presencia, pero quiero a ése hombre para mí.

UNA HORA DESPUÉS, EN LA MANSIÓN MILLER.

Zack-- ¿Qué carajos hace está mujer en mí maldita casa?-- Pregunta esté con su ropa aún teñida de roja, y mí cuerpo comienza a calentarse a causa de su voz tan agresiva. Pero no pienso demostrar mí interés por el.

Dasha--Veo qué sigues siendo un idiota, al igual qué hace una hora atrás, pero te dejé en claro qué no soy cualquier mujer.

Soy Dasha Dronova, socia de tú familia, y cómo tal debes tratarme.-- dije con agresividad en mí tierna voz.

Desde muy temprano aprendí a no dejarme por nadie, y aunque esté macho despierte un interés en mí, no voy a mostrarme débil frente a él.

Zack-- El qué seamos socios no significa qué debas estar en mí maldita casa.

¿A casó no vienes de un poderoso clan ruso?

¿No tienes el suficiente dinero para comprar una mansión más grande y lujosa qué la mía?.

---Al oír sus palabras tan humillantes mí cuerpo sé enfrió de inmediato.

Dasha-- Por supuesto qué sí. Demián, prepara el equipaje de mí padre y él mío.-- Ordené a mí lacayo personal y me puse de pie.

Dimitrio-- Hija, ¿pero qué sucedió? ¿porqué estás tan molesta?--- Esté idiota-- Fue lo único qué pude decir e inmediatamente irrumpió Eduard, entrando detrás de mí padre.

Eduard-- En forma de disculpas, mis dos hijos te llevarán a conocer nuestro principal negocio.

Es él mismo lugar dónde estuviste hoy, pero está vez lo verás en funcionamiento.-- Dijo esté y mí enojo cedió un poco.

Subí a la planta alta de la mansión, y mientras caminaba hacia mí habitación me detuve frente a una gran puerta marrón de roble tallada, con elegantes formas impresas en el.

La curiosidad me ganó y coloqué mí mano en el picaporte, y cuándo estaba a punto de entrar, unas fuertes manos aterrizaron en las mías.

Zack-- Nunca, pero nunca,..... entres a mí habitación, ni tú, ni nadie puede hacerlo.

¿Entendido?-- Pronunció esté casi respirando en mí rostro y me sonroje cómo una pequeña niña. Asentí con la cabeza y caminé en calma hasta llegar a mí habitación.

UNA HORA DESPUÉS.

Al terminar de arreglarme bajé a la gran sala de estar, y allí estaba él, con sus cabellos despeinados, un traje negro hecho a la medida, zapato negros de fino cuero, y la frutilla del postre, su blanca camisa con tres botones desprendidos, los cuáles me permitían ver parte de sus músculos. Pero aún así me demostré sería.

Antonio-- ¿Lista bella dama?.-- Preguntó él hijo menor de Eduard, y luego estiró su brazo hacia mí. Lo tomé del mismo y salimos hacia él

" Luna llena " el famoso antro de los Miller.

La ida al lugar fue algo incómoda, ya qué ninguno de tres pronunció ni una sola palabra.

En cuánto llegamos, nos recibió un hombre de unos 50 años, con expresión y apariencia asesina. Esté vino con 6 hombres detrás de él, los cuáles nos escoltaron hacia dentro del antro, segundos después llegó a nuestra mesa Demián, mí lacayo, y junto a él, 3 hombres más de los míos.

Dasha-- Aléjense, pero sólo lo suficiente, protejan bien mí espalda, y estén siempre alerta.-- Ordené y luego llamé a una de las vulgares mujer suelas del lugar.

Dasha-- Tráeme un martini.-- Dije con desprecio, estás putas no me agradan para nada.

Zack-- A mí un whisky doble sin hielo, y un poco de la más pura.

Antonio-- Lo mismo para mí.

Mesera-- Por supuesto.-- Respondió la muy descarada, no sin antes sonreírle a ambos hombres, y luego marcharse, para minutos después volver con una charola y en ella los tres tragos y una mediana porción de cocaína.

Cada uno tomó su trago y no mucho después comenzaron a consumir líneas tras líneas.

Dasha-- Estoy algo aburrida, ¿porque no me enseñas el lugar?.-- Dije mirando fijamente a zack, quien puso mala cara, aspiró una línea más y sé puso de pie junto a mí.

Zack-- Ven te enseñaré el antro-- Dijo esté y me tomé rápidamente de su brazo.

Caminamos por el salón principal, él cuál está con mesas alrededor de una plataforma de baile, y en el, mujeres prácticamente desnudas bailan y luego bajan y venden cocaína y sus cuerpos a los mayores oligarcas de Miami.

Luego fuimos a la segunda planta, en la cuál hay habitaciones lujosas, y es ahí, dónde sé respira sólo olor a sexo.

Seguimos hacia la tercera planta, en la cuál sé encuentra un mediano casino, y luego a la cuarta planta, en la cuál hay varias salas lujosas, con mujeres, drogas y alcohol.

Dasha-- ¿Estás salas qué roll cumplen?.

Zack-- Aquí es dónde sé realizan los negocios de compra y venta, aquí sólo tienen acceso los más importantes empresarios y mafiosos.-- Dijo esté y sé dio la vuelta. Estuve a punto de detenerlo, pero una pelirroja de ojos color marrones miel y piel blanca como las nubes sé prendió de su brazo.

Dasha-- ¿No piensas dejarme sola?.

Zack-- vete junto a Antonio, tengo asuntos qué resolver.-- Me respondió y dio tres pasos.

Dasha-- Claro qué no, hoy eres mí anfitrión, no puedes dejarme sola.-- Reclamé molesta y tomé el brazo qué tenia libre.

Zack-- Odio las mujeres fastidiosas.

Dasha-- Y yo los hombres idiotas, pero veme aquí, tomada del brazo del tipo más idiota del planeta.-- Respondí y di una leve carcajada.

Zack-- Ve y espérame en la habitación de siempre.-- dijo esté mirando a la pelirroja, pero objete inmediatamente.

Dasha-- Nada de eso, está noche serás sólo mío.-- Dije con una mirada feroz y comencé a caminar hacia el ascensor.

Bajamos a la primera planta y volvimos a nuestra mesa, Antonio ya tenía dos putas sobre él, pero ignoré esa repulsiva situación.

Zack sé mantuvo en silencio mientras consumía y bebía whisky, y yo mis martinis.

No hace ni 24 horas qué conozco a esté hombre, pero ya siento la maldita necesidad de marcarlo cómo mío. Es una sensación extraña, jamás ningún hombre logró cautivar mí atención tan fácilmente, pero él........ él es un caso especial.

Las horas pasaron rápidamente, cuándo llegó la hora de marcharnos ya no podía mantenerme en pie, de igual manera me paré, pero me tambalee y casi caigo al suelo, y antes de qué ocurriera, un par de fuertes brazos sé posaron alrededor de mi cintura.

Por un micro segundo nuestras miradas sé encontron, y pude ver esos ojos tan provocativos frente a mí.

Zack-- Ten más cuidado.-- Ésas tres palabras tan frías fueron lo único qué recibí de él.

Recobré la compostura y tiempo después llegamos a la mansión Miller.

Dasha.........

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