CARTA

Al día siguiente Eliel se despertó en el cuarto de la emperatriz sin ropa, cansado, tratando de recordar la noche y valla que lo hizo que agarró una almohada y dio gritos ahogados por lo que había hecho, se moría de la vergüenza, estaba totalmente rojo, si antes no podía mirarla directamente ahora menos, para su suerte la emperatriz no estaba, ella se levantó más temprano que el.

Vio que le había dejado ropa para que el pueda cambiarse, entonces se dirigio al baño para bañarse y salir, pero antes de entrar a la tina, miro en dirección hacia el espejo y ahí estaba el con varias marcas rojas, mordída en el labio bastante notoria y unos chupetones en su cuello que podrían ser vistos por cualquiera.

Se quedó en shock mirando su cuerpo pero sin darse cuenta dio una sonrisa en señal de que fue hermoso estar con ella.

Al terminar de bañarse y cambiarse, Eliel salió de la habitación de la emperatriz que aún estaban los guardias de ayer, el se preguntaba si los habrían escuchado? Se puso rojo de vergüenza mirando al piso pero una voz lo hizo sacar de trance.

- Principe al fin despertó, las cosas ya están siendo subidas al carruaje para marchar._ mirando a su amo que estaba viendo el piso.

Eliel sube la vista y vee a su mayordomo y van camino hacia otro lugar.

- Víctor ya es hora de irnos? ._ pregunto dudoso Eliel.

Víctor que se dio cuenta en el estado que estaba su joven amo dio una sonrisa burlona.

- Principe me alegro que haya tenido una buena noche._ sonriendole.

-*sonrojado*

- No tenga vergüenza principe es lo normal, la verdad nunca pensé verlo de esa manera, me alegro por usted._ orgulloso de su amo y a la vez aliviado pensando que tal vez no llegaria a olvidar a esa mujer que le hizo daño.

- Ahh... La emperatriz sabes dónde está?._ Dijo eliel curioso.

- La emperatriz salió a atender unos asuntos, así que ella no regresara esta noche.

- Ya veo._ Desanimado.

- Pero no se ponga triste principe, su majestad me dejó una carta para usted.

- Enserio!!._ con una sonrisa.

- Si muy enserio, tenga! ._ Le da la carta y vee como el la abre alegre, sin duda su amo parece un niño, salió con el carácter de su madre como se lo contó el segundo principe.

-*Lee la carta*

Hoy tuve asuntos que atender por eso cuando despertaste ya no estaba junto a ti, lamento haberme ido sin despedirme.

Espero que cumplas con tu palabra de hacer lo mejor que puedas en tu entrenamiento, estaré al pendiente de ti.

A cambio del pañuelo, te obsequie unas marcas mías para que me recuerdes.

Espero que te cuides y nos vemos dentro de dos meses y medio, a tu regreso estaremos partiendo al imperio de la esperanza.

Atentamente: La emperatriz Eleonor

Psdta: Me caí de la cama apenas me levante, desde hoy tienes prohibido las bebidas que contenga alcohol.

- Víctor vallamos rumbo al territorio del general, tengo mucho que entrenar ._ Dijo alegremente y decidido.

- Principe ya todo está listo, es hora de irnos entonces._ Alegre por su amo.

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