Solo hay que omitirlo y ya. Carraspeo.
Llorar nos debilita. No estamos acostumbrados a esa sensación y por más que lo hagamos sigue afectandonos, por eso la mayoría de vampiros adultos los cubre una capa de frialdad, sin penetraciones a su fortaleza no hay debilidad en ellos, al menos no sentimental.
Todas las veces que he llorado me deja algo débil, pero en algunas ocasiones tenía comida cerca y no llegaba a tal extremo de debilitarme por completo. Excepto aquel dia... que prefiero omitir, así como la situación en la que estoy. Estoy en proceso de aprender a controlar esa sensibilidad, solo pasa seguido cuando recuerdo lo de mi madre.
Todo estaba bien hasta que siento un mareo que me golpea, que de no ser por Danna hubiera caído en el piso.
Esto es culpa de Annie por provocar más ganas de beber sangre.
Me incorporo persuadiendo cierta mirada. Camino al sofá, tambaleandome, pero con un poco de firmeza, ya que me sostengo de lo que está en camino, osea Danna.
— ¿Que pasa? — tomo asiento y ella lo hace a mi lado—¿está bien?
No. Todo esta mal. Nada esta bien desde que tengo estas ganas de coger. Y su cercanía no ayuda.
— Tengo sed— es lo que alcanzo a decir cuando recuesto mi cabeza en el respaldar del sofa— ¿desde hace cuanto estuve indispuesta?
— Hace...— pausa unos segundos— tres semana— volteo con rapidez.
Tan rápido que mi cuello se queja. ¿Tres semanas? Mi boca se abre de sorpresa total. ¿Que paso en esos dias?
— ¿Qué?— cuestiono, creí que eran horas— ¿Cuándo fue el ataque?
Un dolor leve comienza a palpitar en mi cabeza. ¿Que mierda pasó? ¿Por qué tarde tanto?
— Hace unas horas, creí que ya lo sabía cuando regrese, pero Kein dijo que no.
—¿Cuántas horas, Danna?
— Seis, cinco horas máximo
— ¿Qué?— me levanto tan rápido que me mareo de nuevo— ¿Y porqué no me lo dijeron? he despertado hace horas.
Ah que bien, el territorio en peligro y yo tranquilamente teniendo sexo. Cuánto me alegra.
— Yo... no lo se— dice con terror— Me dijeron antes de llegar que la información se la daría Annie.
—¿Annie?—digo confusa
Esa maldita lo sabía y no me dijo nada. Tuvo tiempo, e incluso quiso retenerme para que no saliera. ¿Que mierda pasa por su cabeza?
Estamos en peligro y ella con ganas de tener sexo y aislarme de los problemas, algo que es imposible, porque en algún momento me iba a enterar.
Cierros puños con molestia y está maldita sed no me deja. Danna no ayuda con su cercanía. Siento mi boca seca, trago saliva. Quiero lanzarme a probar un poco de su sangre.
Y ojala solo fuera eso, pero las ganas de probar su boca aparecen nuevamente.
— Tengo sed— repito con desespero— Necesito a Dark para que me lleve a mi presa.
— Pero si no puede caminar— enarco la ceja
— No estoy invalida, tengo dos pies por si no te das cuenta— señalo lo obvio— así que ¿que crees? si puedo hacerlo
—No quise decir...— suspira— puede beber de mi, es más fácil que esperar.
¿Que esta pensando esta mujer? Me matará de un infarto. Mi corazón se acelera y no se porque.
Ok. Eso es dejarse en bandeja a tu cazador. Tampoco es que la vaya a secar, pero es como si me fuera leído la mente. Yo conteniendome de no lanzarme encima y ella que se ofrece.
—¿Qué?— hago una mueca de confusión, es como la tercera vez que digo esa palabra
Rueda los ojos, -gesto que me sorprende- y lleva su muñeca a la boca para morder, e inmediatamente la detengo.
— ¿Estás segura?— asiente
No se lo esperaba cuando me lanzo encima de ella, sentándome en su vientre y sujetando sus manos encima de su cabeza. Abre los ojos como platos por el hecho. Y yo evito formar sorpresa en mi rostro, ya que fue un impulso y no precisamente porque lo pensé.
Así que, que muestre esa expresión no seria tan extraño. Yo lo haría igualmente al ver alguien encima.
—¿Q-que...— Deslizo mi nariz por la extensión de su cuello buscando el mejor punto para morder.
Su olor. Me gusta. Un olor a flores que me altera mis sentidos. Donde se incluye esa extraña que no se como definir, pero que no me desagrada.
— Quieta— inquiero. Pasa saliva, y trata de no estar nerviosa o sentir miedo.
Beso suavemente la piel y muerdo con paciencia, Danna se remueve, esperando con ansias la mordida. Mis colmillos salen cuando siento la sangre correr por sus venas. Aspiro su aroma nuevamente y... joder. Su olor me agrada y se combina a la perfección con su perfume.
Su piel se eriza y sus nervios aumentan.
Contiene la respiración cuando empiezo a enterrarlos con cuidado, y su sangre empieza a salir, saboreo cada gota que comienza a despertar cada parte de mi que se encontraba dormida. Rica energía que me recorre en segundos.
Trato de no excederme, ya he soltado sus manos y están en mis hombros apretandolos para soportar el dolor, intenta alejarme pero no lo permito y me acerco más para tomar otro poco.
Dura solo unos segundos y los saco pasando mi lengua para no desperdiciar cada gota. Siento como suspira de alivio y suelto la risa en cuello por lo que hizo.
— ¿Creiste que te mataría?— Pregunto aun en su cuello— Me provocas comerte, no matarte, Dan.
Suelta una sonrisa nerviosa. Luego frunce el ceño por mis palabras finales, unas que yo ignoro con un leve sonrojo. Mi cabeza no esta funcionando bien y... su cercanía no ayuda.
Mis latidos martillean en mis oídos y trato de parecer tranquila aún con la sonrisa, paso mi lengua quitando resto de su sangre en mis labios, no quiero desperdiciar nada. Me quedo muy cerca de su rostro. Tan cerca como la ocasión anterior. No aparto mis ojos de sus labios y ella tampoco de los mios. Lo que me provoca alterar mas aun mis latidos y mucho mas cuando una de sus manos se adentra por mi cabello y empuja con nerviosismo en mi nuca invitándome a que recorte la pequeña distancia.
Eso lo pone mas difícil de resistir. Lamo sus labios que los entreabre y cuando decido unir nuestros bocas...
— ¿Que quieres?— siseo y Danna abre los ojos confusa. Estaba tan concentrada en su boca que me olvide de sus ojos. Me levanto y volteo a la persona que está en la puerta hecha una furia— ¿Te acordaste de decirme que nos atacaron y que Martin murió?
Danna lleva la vista al mismo sitio que yo y Annie la asesina son la mirada, eso sí conozco, las miradas así. Me pongo de pie. Camino unos tres pasos y me detengo. Ella me imita adentrándose y cierra la puerta sin mirar atrás. Y que manera de cerrar, pobre puerta no tiene la culpa.
Sigue avanzando, pero no en mi dirección si no hacía persona que se levanta del sofá arreglándose la ropa. Algo que la hace enojar mas, porque aprieta sus puños como si se contuviera.
— Te hice una pregunta— recuerdo y se detiene a solo pasos de Danna
Su inexpresión es evidente, junto a una mandíbula apretada. No quita los ojos de la castaña que muestra un rostro confuso e intercambia mirada entre Annie y yo.
— Yo... yo solo...
— No hablo de ti, tu puedes retirarte Danna— Annie se tensa cuando escucha mi voz con suavidad— Mañana tendré mi opinión para nuestra misión.— Se levanta pasando por mi lado y la sujeto. Voltea a verme— Gracias por todo. Lamento lo de tu hermano
Frunzo el ceño. ¿Desde cuando yo digo cosas así? Dejo de tocarla formando una expresión confusa.
Asiente y titubea si acercarse o seguir — Esperaré por usted, Con su permiso. Me retiro.— y se va echando un último vistaso a Annie.
Me estiro un poco. Extrañaba mis energías. ¿Que haría sin ellas? sonrío. Annie está que hecha humo y con el ceño fruncido. Espero unos segundos por su respuesta que no llega.
Eso no arruinara mi alegría -que no se porqué lo estoy- me siento llena y completa puedo captar todo. Aun percibo el aroma de Danna en el sofá. Flores. Aspiro de nuevo. ¿Como es que me gusta? No la he besado, no la he tocado y tampoco he follado con ella para decir que me gusta por eso.
¿Como es que llama mi atención?
Mi atención vuelve a la ojos grises que me mira con un ceño fruncido.
— Quisiera esperar lo que quieras— pauso, acercándome a ella— pero tengo cosas importantes que hacer. Así que si en lo que diras no me beneficia, puedes regresar por donde viniste.— señalo la puerta con una sonrisa bastante falsa
— Es...— hago señas para que siga ya que no continua— ¿Cómo pudo beber su sangre?— reclama cruzándose de brazos
— Porque pude. Porque quise— inquiero — Avísame cuando llegue Dark.— Camino en dirección a la puerta y esquivo el agarre de Annie, la pego a la puerta con su mano detrás en una llave— ¿Ahora, qué?
— Mía—balbucea, ya que tiene el rostro estrujandose en la puerta— Es... mía.
Frunzo el ceño
— ¿Quien?— formó una "o" en mi boca— no sabía que Danna y tu...— se remueve en mi agarre— Tranquila, solo fue un toqueteo— murmuro divertida y Annie enrojece por la rabia
Aunque me desagrada que la reclame como suya. Dan me ha dicho que no tiene pareja y no mentía.
— ¡No!— me interrumpe, tiembla de la rabia.—¡No puede!
¿Por qué dice que es suya?
Que cosas. De lo que uno se entera
— Si, y creo que lo disfrutó. No me dijo lo contrario— cierra fuerte sus ojos y cuando los abre cambian de color. Uy, alguien está enojada. Eso me importa poco.
Sabe perfectamente que no es asi. Ella o Danna me pertenecen desde que entraron en mi clan. Todos los traficantes lo saben.
«¿No me digas?»
ah mira quién aparece ahora. Cuánto te extrañe. ¿hace cuanto fue, como media hora? Mi quería consciencia, nótese el sarcasmo por favor.
— Pero no te preo...— no termino la palabra ya que me tira y me sujeta del cuello apretandome. No se en que momento se volteó
Sigo con mi sonrisa divertida... Que este encima y que mis ganas no las quite con Danna solo empeora eso. ¿Terminaré siempre satisfaciendolas con Annie?
— Ehmm— trato de hablar pero no salen bien las palabras— admito que... fue mi culpa... tenia hambre— su agarre es firme no me suelta, pero tampoco sigue apretandome.
Es tan divertido, No pensé que se enojara por algo así. Como está ahí, viéndome, más bien fulminandome con la mirada. Me inclino sin mucho esfuerzo apoyando en mis manos. Aún sigue con su mano en mi cuello. Ladeo el rostro y por más que puedo no se me borra la sonrisa, parezco psicópata.
Creo que la sangre de Danna tenía algún alucinógeno raro. Tendré que preguntarle. Me siento alegre desde que me ofreció su sangre.
Es tan extraño.
— Ahora eres muda— ironizo y sigue en mis piernas— ¿Sabes que puedo doblegarte cuando quiera, verdad?— ahora desvía su mirada y quita su mano, colocandola a su costado igual que la otra.
Está tensa y bastante furiosa. Se sienta en mis piernas.
Mi cuerpo se esta calentando al notar su humedad.
Tengo problemas, no puedo controlar mis pensamientos.
«Pero... si siempre lo has tenido»
¿Gracias? ¿por la confirmación?
Coloco mis manos en su cintura y se sorprende volviendo su mirada a mi. La aprieto más a mis muslos para sentir su calidez. Necesito complacer mi cuerpo, así que ignoro la incomodidad en mi pecho que me dice que lo que hago no le agrada.
Pero ella me sorprende a mi cuando mueve sus manos a mis hombros y comienza a mover sus caderas incitandome a tocarla.
Tiene el ceño fruncido, bastante. Inclino la cabeza para entender su actitud. Está enojada pero se está moviendo encima de mi, provocándome, dando miradas deseosas.
Busco sus ojos que aún están carmesí, esa mirada de perversión con enojo es tentativa, sigue moviendo la cadera sensualmente adelante y hacía atrás, soltando gemidos suaves.
Pero si no la estoy tocando.
No estoy entendiendo. Reclama a Danna como suya, pero esta encima de mi produciendo sonidos lascivos. ¿ que significa?
Acerca su rostro rozando mis labios con los suyos, un sonrojo me cubre y pierdo el contacto cuando muevo la cabeza hacia atrás. Eso lo quería hacer con la castaña.
— Follame — súplica cuando se mueve a mi cuello para lamerlo y besarlo.
¿Qué?
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