Capítulo 16

La discográfica me fue llamando cada mes por algún inconveniente que no podían resolver como la letra de alguna canción, la composición de una melodía o la planificación de los duetos o colaboraciones entre artistas.

No puedo considerarlo como un trabajo pero ganaba un dinero por hacer algo que no me implicaba más que sacrificar un poco de tiempo libre y divertirme en mi labor.

Así el tiempo pasó rápidamente. Éste año el aniversario de mis padres no fue tan recordado, tan solo una noticia y la parte de la canción donde yo también participé hace tantos años. Lloré, claro que lo hice tal como cada año pero también por la presión de aquel recuerdo.

"¿Dónde estará la princesa del rock?" Dijeron algunos y además uno de esos despiadados fue al cementerio para saber si yo iba y así resolver el enigma que se había instalado en torno a la noticia.

No pude llorarlos como debí, tampoco darles un velatorio como merecían como último adiós y todo por la prensa.

Odiaba la radio y la televisión con esos programas informativos que solo le hacen desgraciada la vida a mucha gente como yo.

Para cuándo llegó Halloween yo acababa de cumplir hacia poco los 23 años y mi trabajo fue más que normal aquella noche.

Siempre llegábamos al bar antes que la gente para acomodar las mesas, sillas y dejar las bebidas de los cócteles ordenadas al alcance de nuestra mano. Aquella noche no fue la excepción porque nuestro jefe nos dió un antifaz y una peluca a cada una, además de un sombrero de bruja.

Me pareció un exceso pero si el jefe deseaba que en Navidad me vistiera de Santa Claus o en Pascuas de conejo si la paga era buena bienvenido sea. Nos veíamos ridículas, todo aquello no era de la mejor calidad pero como el local era nocturno no se notaba lo avaro que era mi jefe.

El caos se desató más tarde aquella noche cuando la multitud esperaba el show pero el artista jamás llegó. Mi jefe estaba lanzando chispas y estar cerca suyo en aquellos momentos no era nada recomendable. Caminaba de un lado a otro y marcaba incontables veces el número de quién esperaba pero no respondían. Cuando lo hicieron ya había pasado media hora y la noticia lo dejó aún más enojado.

Resulta que habían tenido un accidente de tráfico que ocasionó en varios golpes y algunas fracturas no muy serias que los habían dejado en el hospital y posteriormente en la estación de policía porque quién los chocó se dió a la fuga.

-No vendrán, ¿Que hago? ¿A quien llamamos?

-Jefe llamé a Noelia pero tiene un compromiso, los chicos Milán tampoco están disponibles y a los anteriores ni los tuve en cuenta.

-Estan esperando alguien que cante

-Ali canta bien, ella podría hacerlo

-Haberlo dicho antes, ve

-¿Que? Yo no, no puedo- mi jefe me dedicó una mirada que evidenciaba que no había respuesta negativa que valiera

No sabía que hacer, estaba súper nerviosa y necesitaba buscar una melodía para cantar una canción que no sabía cuál sería. No estaba preparada para hacer algo así ni tampoco deseaba hacerlo.

-Dame tu peluca- le dije a Rebeca ya que ella tenía una roja y la mía era verde brillante, algo que más llamaba la atención.

Me saqué el sombrero y debí poner melodías para karaoke hasta que me trajeron una guitarra que no era eléctrica, podría hacer algo tranquilo pero muy improvisado

Increíble que el concierto saliera bien. Solo cerré mis ojos al comenzar la melodía y sostuve el micrófono en mi mano izquierda mientras cantaba la primera estrofa de Por Cobardía. Un tema lento que me encantaba.

Al abrir mis ojos me encontré con todas las miradas del local puestas en mi y los rostros de mis compañeros de trabajo y mi jefe súper sorprendidos.

Canté unas canciones más, algunas más movidas y otras también lentas y acabe el show con un agradecimiento y me fui detrás de la barra junto a Rebeca.

-Eso fue genial, deberías ser famosa, cantas como los dioses

-No exageres, vamos a cambiarnos de nuevo y volvamos que las mesas no se atenderán solas

Yo salí primera y ya todo estaba transcurriendo con normalidad pero cuando fui al baño Beca me siguió

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