—Ves, no era tan difícil —dijo Vincent después de meter mi carta al buzón. Puso los ojos en blanco.
—Aún siento que es una perdida de tiempo, no me aceptaran —murmuré sintiéndome resignada.
—Tu no-no sabes eso. Tienes buenas notas y, no leí tu carta pero estoy segura que fue tan buena como la carta de petición que mandaste a la carnicería del centro pidiendo que por favor dejaran de matar animalitos.
—Ellos me ignoraron, nunca me respondieron.
—Obvio, no le iban hacer caso a la carta de una niña de 10 años escrita con crayones, pero puedes ser muy convincente —espetó Grace.
Reí, recordando esa época en que estaba sola en casa que mi única compañía eran documentales sobre la crueldad animal y todo lo que pasaba detrás del matadero. Tanto fue mi horror que me volví vegetariana e intente enviar una carta al matadero pidiéndoles que dejaran de matar vacas y cerdos con casi cien razones por las cuales deberían dejar de hacerlo, pero no sabía la dirección de ningún matadero así que termine mandando la carta a la carnicería del centro. Pero lo del vegetarianismo no duró mucho tiempo, pues mamá una semana después llego con una pizza de pepperoni a casa buscando consolar su última ruptura amorosa.
—¿Tienen algo que hacer en la tarde? preguntó Vicent, sacándome de mis pensamientos.
—Sí, tengo una cena con papá —respondió Grace, quien en los últimos meses parecía nunca haber tenido problemas de tartamudeo.
—¿Y tú, Juniper? —dirigió hacia mí, Vicent
—No ¿Qué necesitas?
—Bueno, tengo que ir a entregarle unos papeles importantes al jefe de mi jefe a su casa—
—¿Su casa? ¿No puedes entregárselos en el trabajo?
—No ha ido a trabajar estos días y estos papeles son importantes. El psicópata vive en el bosque, no puedo ir ahí solo —dijo, dramáticamente.
Grace y yo fruncimos el ceño.
—¿El bosque? Yo voy muchas veces ahí y nunca he visto una casa cuestioné.
Esta vez fue el turno de Vicent de arrugar la frente.
—¿Qué vas hacer en el bosque?
Me encogí de hombros
—Es un lugar tranquilo para estar.
—No arrastró la o—. Es raro.
—¡Ey! que tú no sepas disfrutar de la naturaleza, no es mi problema—reclamé, fingiendo estar ofendida.
—Bueno, no importa —negó con la cabeza— ¿Vas acompañarme?
—Claro.
Vicent ¿no te dieron la dirección? — me quejé.
Llevábamos varios minutos perdidos en el bosque, estábamos en un lado del bosque en el que nunca había estado. Supongo que mi conocimiento sobre el bosque no era tan extenso como creía.
—No necesitas una dirección, dijo. Es la única mansión en el puto bosque, dijo. No será difícil encontrarla, dijo —Vicent lanzaba palabras al aire, dándome a entender que no me escuchó.
Hasta que caí en cuenta de lo que dijo. ¡¿No le habían dado una dirección?! ¿Cómo se suponía que supiéramos donde vivía? Aunque, pensándolo bien, ¿Cómo se daba una dirección en un bosque? Sabía que se podría, pero no sabía cómo.
Quinientos metros al este hasta encontrar la casa abandonada desde el siglo diecinueve, después gira hacia la derecha...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 441 Episodes
Comments