Llego al edificio de 12 pisos y me dirijo a aparcar mi auto en el estacionamiento subterráneo. Al dejar mi auto asegurado, entro en el edificio.
—Disculpe, señor —me detiene la recepcionista cuando me dirigía al ascensor —. No puede pasar sin una cita previa, ¿tiene alguna?
Ahora sé que al menos una persona está haciendo bien su trabajo, pero algo fastidiado saco mi identificación y se la muestro.
Abre los ojos apresuradamente.
—Dis-disculpe, señor Conwell, no teníamos ni idea de que llegaba hoy. Pase adelante, por favor. Ah, ¿conoce el lugar? Con gusto lo guio.
¿Cómo no voy a conocer mi propia empresa?
Bajo su mirada atónita sigo caminando. Puede que no me haya hecho cargo de la empresa que se me concedió hace años, pero conozco sus planos, sus empleados, conozco todo lo que pasa por aquí, porque a pesar de no estar presente, tengo mis propios ojos y oídos aquí.
Camino directamente hacia la puerta con el título Gerente principal impreso. Noto como la secretaria no está en su puesto. Entro sin tocar, solo para encontrarme con el maldito Jonah Clark besuqueándose con su secretaria.
Me aclaro la garganta haciéndome notar.
La mujer se ve avergonzada cuando se separa rápidamente de Jonah.
—Shane, amigo, pensé que llegabas hasta dentro de unos días —dice Jonah desconcertado.
—Si, bueno, decidí adelantarme. Fuera —señalo fríamente la puerta a la secretaria, haciendo que esta salga casi corriendo
—Amigo...
—No me llames amigo, idiota. Te puse a cargo de mi empresa para la dirigieras correctamente, no para que te andes revolcando con las trabajadoras. No te pago para eso.
—Vamos, ni siquiera necesito que me pagues —exclamó—. Esto lo hice como un favor para ti, arrogante de mierda, dame un poco más de crédito.
—Al menos no enviaste a la ruina mi empresa.
Resopla con fastidio.
—Un gracias no está de más.
Me mira seriamente esperando algo de mí, sin embargo, no le digo ni una palabra haciendo que bufe como un niño pequeño.
—¿Sabes qué? Reuniré a los empleados para que te presentes.
—Sí, haz algo útil.
—Idiota —susurra volteándose a agarrar el teléfono en su escritorio.
—Te escuché —digo seriamente.
—Esa era la intención niego con la cabeza.
Lo escucho hablar con su secretaria diciéndole que llame a todas las plantas para reunirse en el piso principal.
Jonah Clark es mi mejor amigo desde la infancia, nuestras personalidades son tan distintas que constantemente chocábamos y solíamos discutir mucho, pero la amistad seguía ahí, a pesar de todo. Aunque era un completo idiota, confiaba en el y en sus cualidades empresariales, no por nada creo desde cero un imperio de casinos y con cada año que pasaba sus ganancias subían drásticamente, así que no me fue difícil confiarle mi empresa mientras yo estaba indisponible.
—Listo, todos se están dirigiendo al primer piso —dice.
Asiento y nos dirigimos hacia el ascensor privado en el pasillo.
—Entonces... ¿Cómo te fue? —pregunta una vez estamos dentro del ascensor.
—Bien —respondo secamente.
—Vamos, hombre. Conmigo no tienes que fingir.
Suspiro.
—Mi padre es mi padre, nunca cambiara, así que imagina como me fue.
Asiente en silencio.
Una vez llegamos al primer piso, veo a decenas de empleados hablando
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Comments
Helena Ramirez Vargas
Mujeriego
2022-09-27
1
Soledad Rodriguez
escritora cuando le presentaste al protagonista??? sin mal no recuerdo o no lo lei
2022-09-25
1