EL CLUB

Suena la alarma, la desactivo la miro y parece que todo volvió a la normalidad, la alarma la alarma lleva ya 20 minutos soñando, Dios porque me duermo tanto.

Me levanto sin ánimos y hago mi aseo personal, le doy de comer a mi gata, y sin ánimos voy a la universidad.

Después de muchas horas de clases y los últimos exámenes salgo a la cafetería a trabajar ya que caro hoy no vino, que extrañó la llamare.

- hola caroline, ¿cómo estás?, por que no viniste?– digo triste.

La extraño.

- princesa– dice sollozando.

- ¿Qué te pasó?, joder– exclamó.

Se escucha decaída.

- tu sabes que después de leonel–solloza– no había querido tener nada con ninguna persona, y me encontré a kai con otra y se la siguió follando en mi presencia–duele princesa, duele Mierda.

‐cariño, No llores por un hijo de puta, tu y yo sabemos que no vale la pena , llorar por un infeliz, algún día le llegará el karma, créeme, Todo en esta vida se paga, tarde o temprano, el karma está a la vuelta de la esquina.–digo.

-ya se, pero duele–me dice–y se que esta fruciendo el ceño, la conozco y lo hace cada ves que llora.

Pobre de mi caro.

- sabes qué?; hoy nos vamos de fiesta–vamos a despejar la mente y ligarnos a hombres y si se puede mujeres–bromeo y ella ríe.

- te espero en mi casa a las 9:00, no faltes y se puntual caro–digo y ella sonríe.

-ok, dice y me cuelga.

Porquería de hombre.

Sigo trabajando hasta que llega la hora de mi salida y me voy.

Busco las llaves en mi bolso y abro la puerta y encuentro el relleno del cojín en el piso-suspiro- DIOS.

¿Por qué? Tan necia.

esta gata, parece un perro.

Recogo todo antes de que se me haga más tarde y corro hacia el baño y miro que ya son las 8:00 y yo demoro mucho en el baño, entro hago todo mi aseo personal y cuando salgo son las 8:45.

Me voy a mi armario y elijo un vestido negro con mangas y una avertura en la pierna, alta y unos tacones plateados brillantes de puntas, me miro al espejo y me siento una diosa, me hago un maquillaje sencillo, ya que ni se maquillarme, demore mucho en aprender lo básico para no quedar como payaso.

Escucho a caro gritar y meto mis llaves, labial, y le doy un besito a mi gata.

- wo, te ves linda–le digo– tu también te ves preciosa–me dice.

‐sabes, me encantas tus ojos, siento que muestran la pureza de la naturaleza, ese verde tan intenso y hermoso te queda bien con el vestido.

‐tan linda mi caro. Tu eres bella y no necesitas de ningún hombre, ellos deberían de rogarte y estar a tus pies linda, así que hoy se come rico– le guiño un ojo coquetamente y ella ríe.

Después de 20 minutos llegamos al club y entramos, el lugar es muy lindo con una zona VIP arriba, una pista de baile muy bella de colores y gente bailando sexy, y ni que decir cuando voy a buscar un trago me quedo con la boca abierta. Es hermoso el vidrio de color azul.

- ven bailemos– le digo.

Empezamos a menear nuestras caderas pegadas y no había detallado bien, ese vestido verde le favorece mucho en los pecho, se los resalta.

En eso suena un reggaeton y me volteo y le empiezo a bailar a caro, y siento la adrenalina y me siento observada, pero no presto tanta atención.

Uff que calor.

- estoy cansada pero todavía puedo bailar más– dice

- sabes princesa, voy a ir donde esta ese chico de camisa verde, no aguanto desde hace rato me mira y tengo que aprovechar– dice y asiento con la cabeza.

Se tiro y sin paracaídas.

Me quedo sola en la barra y siento que se me erizan los pelos, y alguien me susurra en el odio.

- Señorita lennox, baila usted increíble.–de inmediato reconocí esa voz, me sobresalte y rodé la cabeza y quedamos muy cerca.

ALERTA ROJA, CAROLINE ESTA COLAPSANDO.

Dios estábamos tan cerca, estaba acentimetros de sus labios y había una tensión visible.

Nos quedamos mirando un largo rato, al contemplar sus ojos, tan abiertos, tan divinos, tienen esa matiz del mar en calma.

Jadeo cuando esta a milímetros de mi, pero me alejó.

- disculpe señorita, no quería asustarla, lo siento‐ dice.

- No se preocupe, no paso nada.

- esta linda hoy señorita-dice.

-M..muchas, gracias, señor specer-–digo nerviosa.

Si tuviera un pene, ya lo tuviera más que duro de solo escucharlo.