Pacto Con El Diablo II De Subastada Al Diablo

Capítulo 8

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Hoy será él día en que yo retome mis estudios, era mi oportunidad para que mi padre no me quisiera mantener encerrada en esta mansión, como le dije ayer no iba a estudiar dentro de casa y menos que trajera a profesores por más buenos que fueran no iba a permitirlo porque salir a estudiar fuera significaba poder respirar un poco de aire fresco y despejarme del encierro...

Doy al botón del móvil encendiéndolo poniendo los datos principales y descargando la aplicación de mensajería para poder mandar los mensajes, cojo el papelito que había dentro de la caja del móvil dándome cuenta que era el número de mi prima cuando lo agrego.

Hola soy Alessia, como sabes estoy de nuevo en Rusia estoy bien eso es lo importante ya hablaremos más adelante – cuando lo escribo lo envió, ella se encargará de decírselo a los demás cuando queden.

Ahora que tenía móvil podía buscar datos sobre las mafias italianas en Google... entonces la bombilla dentro de mi cabeza se enciende dándome esperanzas de poder encontrar algún dato que me llevara de nuevo con él italiano...

Me meto en Google escribiendo rápido Derek Lombardi solo necesitaba, aunque fuera un número que, aunque no me llevara directamente a él investigaría o alguna dirección de algún sitio, pero me encuentro con que la pantalla se pone en blanco menos la parte de arriba que aparece lo que tanto menos deseaba.

Sin respuestas...

Sabía en el fondo que era imposible que hubiera algún dato de él por internet, no sé cómo aun pensaba que podría volver a él.

Me llega una notificación de que había recibido varios mensajes más bien cuando me meto a ver se trataba de un grupo que habían hecho donde estaban metidos mis primos y mis tíos poniendo en los mensajes que se alegraban de que estuviera de vuelta que querían darme un gran abrazo y bla bla bla y más bla bla.

No los iba a contestar porque sé que empezaran a petar más y la verdad que no me apetecía contestar a ningún mensaje.

Rápido me voy a mi armario cambiándome él pijama por ropa cómoda poniéndome después unas playeras acercándome al espejo haciéndome una coleta de caballo alta dejando caer mi pelo rubio por mi espalda, me pongo de puntillas cogiendo un bolso de mano grande, me vendría bien llevármelo porque así podría llevarme las cosas de Derek como también la pistola, ni loca dejaría las cosas en mi cuarto para que se le ocurriera a mi padre pasarse y hurgar mi cuarto para ver si encontraba algún dato importante que le llevara a Derek, porque si mi padre no se rendiría fácilmente.

Sin duda iba a usar todas las cosas que aprendí con Derek, ahora más que nunca tenía que tener que protegerme hasta de mi propia sombra...

Mi padre si viera la pistola no dudaría en quitármela porque nunca me dejo tener una propia y menos por la casa.

Cuando abro la puerta saliendo de mi cuarto me encuentro con Joel mirándome fijamente cuando me muevo por el pasillo para comenzar a bajar las escaleras.

Pero antes de que pueda bajar el primer escalón la mano de Joel se posa en mi hombro haciendo que me diera media vuelta alzando una ceja mirándole.

-Alessia... - muevo mi cabeza animándole a que siga hablando.

-¿Qué pasa? - le pregunto al ver que se estaba pensando si decirme o no.

-Él primer día siempre es jodido, ¿verdad? - entonces lo pillo rápido, me muerdo el labio bajando un poco mi cabeza sintiendo la mano de Joel posarse en mi mejilla levantando mi cabeza dejando leves acaricias. - Estuviste toda la noche llorando te escuche, pero no te preocupes no contare nada a tu padre ni a tu hermano es un secreto que quedara entre los dos – sus ojos me miran de nuevo con pena, justo lo que yo no quería.

Si supiera que no lloraba por el mal trato si no porque echo de menos al italiano...

-Sera la última noche en la que me escucharas llorar, estoy bien – le dejo en claro dispuesta a bajar por fin las escaleras, pero él no me deja acercándose un poco más a mí.

-Yo creo que es mejor que te quedes en casa aun estás pálida Alessia – niego con mi cabeza apartando su mano de mi rostro dándole la espalda bajando las escaleras rápido para que no me volviera a detener.

Cuando termino de bajar las escaleras no puedo evitar soltar una pequeña carcajada negando con mi cabeza al ver a mi padre y a su lado a mi hermano Joel en la puerta de la entrada.

¿Enserio? Si se pensaba que me iba a detener salir por esa puerta lo llevaba claro.

-Oye Joel, ¿puedes traerme algo de la cocina para luego almorzar en mi instituto? - le digo en tono amable, pero él se queda rígido como un palo sin hacerme caso al sentir la mirada de mi padre negándole con su cabeza para que no me hiciera caso.

-¿Dónde piensas que vas Alessia? Creo que quedo bastante claro lo que pienso con tus estudios... - me habla mi padre serio. - Sube a tu cuarto a descansar no tuviste que levantarte porque hoy no vas al instituto ni mañana ni pasado – me estaba mirando como si no fuera su hija, lo que él no sabía es que su tono y su forma de hablar con esas palabras solo hace que quiera más salir a estudiar y mi cabreo vuelva desde por la mañana.

-¡TE DIJE AYER QUE IBA A VOLVER A ESTUDIAR EN MI INSTITUTO Y PUNTO! ¡NO NECESITO TU PERMISO PADRE! - alzo mi voz viendo en su rostro como se sorprende por mi atrevimiento.

-¡Soy tu padre así que más te vale que bajes ese tono Alessia! No permití nunca que me faltaras ni tu hermano ni tú el respeto, ¿me estas escuchando jovencita? - no, sin duda esto no me lo podía tomar enserio sabiendo que mi padre era un narco. - Si no quieres que use la fuerza contigo mandando a Joel hazme caso y vuelve a tu cuarto - solo basta esas últimas palabras para que le mire con furia sintiendo mis mejillas arder.

En ese preciso momento termino perdiendo la poca paciencia que me quedaba con mi padre.

Saco la pistola que tenía detrás de mi espalda apuntando a mi padre más bien estaba apuntando a su cabeza.

Mi padre me mira por unos segundos con terror abriendo más de lo normal sus ojos dejando en claro que no se esperaba que tuviera una pistola y que encima le apuntara a él.

-¡VUELVE A REPETIRLO VAMOS! ¿De verdad padre quieres que suba a mi cuarto? - le rujo tajante. - Ahora te vas a apartar de la puerta y me dejaras ir al instituto si te niegas esto se saldrá de control y no estoy jodiendo vas a hacer que cometa una locura – mi hermano también estaba sorprendido.

Me había puesto las cosas complicadas desde que llegué y ya no pude aguantar más.

¿Tan difícil era dejarme ir a estudiar? Mira lo que consiguió por negarse en todo momento...

Pero no lo estaba diciendo en broma si no me dejaba irme no iba a dudar en disparar a todos los que me intentaran detener el paso.

Narra Derek:

Miro a todos los que están presentes, mi seriedad lo deja claro todo.

-Todo lo que veis en vuestras carpetas rojas son las personas que tenéis que eliminar, no quiero que quede ninguno vivo si alguno me falláis la bala ira para vosotros, toda la información de cada uno está en las carpetas, ¿está claro? - los digo serio.

Todos asienten con sus cabezas, pero Ethan decide hablar.

-¿Qué haremos con los rusos? - me cruzo de hombros reposando en mi asiento.

-Eso se verá más adelante ahora encargaros de los chinos – Ethan asiente con su cabeza.

Todos se levantan dando por zanjada la reunión, me quedo solo de nuevo con él portátil encendido comenzando de nuevo una nueva partida de Póker.

De nuevo me encontraba encerrado casi todo el día en mi despacho con papeles y sobre todo encargándome que la mercancía llegaba bien.

Comienzo a mover las cartas pensando si de verdad Alessia me estaría haciendo caso con lo que la dije antes de que volviera con su padre, cuando le dije que tenía que portarse mal.

Su padre está claro que la casaría con él árabe Malek, aunque eso a Alessia no le gustaba un pelo y no quería.

También hay que admitir que Alessia no era la misma chica la cual llego a mi cuando la compre en aquella subasta.

Si la lleve de nuevo a los brazos de su querido padre era por algo, que él ni si quiera tenía idea.

No se puede imaginar ni si quiera un poco en lo que se había convertido su hija todo este tiempo que estuvo conmigo.

Ahora ella era mucho más guerrera, más peleona, más cabezona, más fría e incluso estaba más espabilada...

Sonrió saboreando mi victoria esperando saber noticias pronto de que Alessia se la lie más de una vez demostrando de lo que era capaz por no estar más tiempo encerrada.