La declaración

Como suelen decir la noche aún es joven, a pesar del horario aún le queda mucho a la fiesta, los recién casados se ven felices, nuestros padres también, los niños ya se encuentran durmiendo en un habitación del salón, nosotros no hemos parado de bailar en lo que va de la noche, Ángel se fue a descansar un rato junto a sus padres.

_¿Tomamos algo?_ me mira a los ojos y me derrito.

_Dale, dale vamos hacia allá _ le señalo la barra de tragos que se encuentra a pocos metros.

_Yo quiero un whisky ¿Tú qué quieres?_ lo miré sin saber ni siquiera el nombre de una bebida.

_Lo que a tí te parezca _ Él se rió.

_¿La primera vez Luna?_ lo miré un poco enfadada.

_Para ella un agua de Valencia, hazla con champagne_ él sonrió _Pronto dejarás de ser una niña_ esas palabras me hicieron sentir escalofrío.

Él me ve como una niña y eso me molesta mucho, quizás por eso tomé aquella bebida y varias más, no pasó mucho tiempo que comencé a sentirme mal y me tomó de la cintura para ir al jardín.

En ese lugar paso bastante tiempo burlándose de mí y luego se sentó a mi lado, hablamos de la familia y de las nuevas experiencias que estaban por venir.

_¿Cómo es la universidad? ¿cómo haces para estar lejos de todos?_

_Te va a gustar, enfocate en lo que quieres lograr y el tiempo pasará sin darte cuenta_

_¿Conociste muchas chicas allá?_ él me miró sorprendido.

_Una que otra, nada que valga la pena recordar_ me llamó la atención su respuesta.

_¿Crees que algún día yo seré para alguien una persona que no valga la pena recordar?_ él abrió sus ojos grandes y se puso frente a mí.

_Tú no Luna, eres distinta a las demás. Yo nunca permitiría que alguien te haga sentir menos de lo que vales_

Volvió a sentarse junto a mí y me envolvió con sus brazos, son tan grandes y fuertes, su aroma me embriaga aún más.

_Ian ¿Tú sabes lo que siento por ti?_ él abrió sus ojos grandes y negó con la cabeza.

_Yo te amo, desde el día que te conocí no he dejado de hacerlo_

_Para Luna, no sigas, yo no puedo sentir eso por tí. No es posible, yo siempre te vi como mi hermana menor_ me reí.

_Yo no soy tú hermana, y siempre he sentido eso por tí, ¿es muy difícil verme de otra manera?_ el negaba con la cabeza.

_Luna yo no sabría que hacer contigo, eres diferente a las chicas que frecuento, eres pura, tierna, frágil, no me perdonaría lastimarte_

_¿Lo dices porque no soy una mujerzuela?_

_No es eso Luna, no voy a lastimarte eres mi amiga, mi hermana_ me puse de pie como pude claro está.

_Oh no Ian, no soy tu amiga y mucho menos tu hermana y ya me lastimaste_ giré para retirarme del lugar y él tomó mi brazo, me zafé de su agarre y por mi estado caí al piso. Levanté mi vista y lo miré con odio, me tendió la mano y la tomé para ponerme de pie.

_Olvidate de esto y de que existo, no quiero volver a verte cerca_ él me siguió hasta la fiesta donde algunas miradas se dirigieron hacia nosotros, creo q se debe a que no me veo muy bien, encima no pude contener mis lágrimas y soy un desastre, mi maquillaje está todo corrido, veo como Ángel se dirige a mi.

_Vamos al tocador _ asentí, me colgué de su brazo y nos dirigimos al lugar para poder acomodarme.

_¿Qué fue lo que ocurrió?_ me interroga.

_Se lo dije_ él abrió sus ojos enormes.

_¿Qué te dijo?_

_Me rechazó y dijo que soy como su hermana_ luego de eso él me abrazó y lloré para sacar aquel nudo que tenía en la garganta.

Me arreglé y me dirigí al salón, con Ángel continuamos bailando el resto de la noche, tomé varios tragos más, recuerdo que me costaba mucho mantenerme en pie, por lo que me colgaba del pobre Ángel quien tuvo que lidiar conmigo el resto de la noche.

A lo lejos, en la barra de tragos, podía ver que Ian me observaba de lejos y también bebía un trago tras otro, al finalizar la fiesta su padre y su hermano lo llevaron al coche y de allí a la mansión de mi hermana y cuñado, en mí caso Ángel me llevó hasta el coche de mis padres quienes no podían creer en el estado que me encontraba.

_¿Quién le dio de beber?_ preguntó mi padre.

_Creo que sola probó unos cócteles que servían y como eran dulces le gustó y siguió bebiendo _ respondió Ángel sin saber que decir.

_Me parece que cuando se vaya a Inglaterra necesitará quien la vigile de cerca, si le ocurre esto es muy peligroso_

_Ya deja de preocuparte, es la primera vez que bebe por eso está así, cuando vea la resaca que se llevará no volverá a tomar_ dijo mi madre.

En el asiento de atrás apoyé mi cabeza en el hombro de Ángel y comencé a llorar.

_Todo esto por no ser una mujerzuela_ veo que mis padres miran hacia atrás intrigados por lo que digo, Ángel me cubre con su saco y quedé dormida. Al llegar a la mansión me llevó hasta mi cuarto donde dormí varias horas y cuando desperté sentía que mi cabeza iba a estallar y mi estómago estaba completamente revuelto.

Al tratar de salir de la cama siento algo de peso sobre mi, son las piernas de Ángel que no sabe dormir, luego de vaciar el contenido de mi estómago tomé una ducha y me dirigí a la sala donde se encuentra Kate.

_Ven aquí ¿se lo dijiste?_ asentí con la cabeza.

_Es un tonto por rechazarte_ me senté en el sofá junto a ella y apoyé mi cabeza en sus piernas.

_No soy el tipo de mujer que le interesan solo soy como su hermana_ ella pasaba su mano por mi cabello.

_Ya va a pasar, en la universidad verás otras personas y esto será un mal recuerdo _

Ojalá sea así de sencillo porque siento que mi corazón se rompió en un millón de pedazos.

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