Una salida a la ciudad

los días hiban pasando, la salud de ámbar aparentemente estaba bien, pues cuando no tenía un ataque de dolor se veia perfecta a excepción de los mareos, dolores de cabeza y su falta de apetito, pero eso lo solucionaba con la flor de sol.

pero sus padres estaban preocupados, pues lo que no le habían dicho a ámbar era que cada día que pasaba su cuerpo iba deteriorandose, el médico dijo que el veneno era potente pero se lo abian dado el pequeñas porciones y que como mínimo solo le quedaban 2 meses, por eso el duque estaba enloquesido buscando información de la flor de luna, pero por más que buscarán parecía que esa flor no existiera.

_calma cariño, debemos confiar en que las personas que contrataste traerán información, ámbar es fuerte no le a dado los dolores, la flor de sol la esta ayudando.

la duquesa trataba de reconfortar a su esposo, aunque ella de igual manera es estaba devastasda pero uno de los dos debía de ser el fuerte.

mientras en la habitación de ámbar...

ella estaba retorsiendose de dolor, cada que le daban esos ataques, se encerraba en su habitación escudándose de estar cansada, pero en realidad solo sufria en silencio, sus padres se preocupaban mucho por ella y no quería seguir haciéndolo, prefería encerrarse y sufrír su martirio solo.

la ventaja era que ya no se desmayaba pues la flor de sol la ayudaba de cierta manera, cuando el dolor paso, luego de unos minutos de agonía, mastico una de las flores pues los dolores de cabeza eran constantes, peino su cabello que al estarse retorsiendo en la cama no le dejaba buena imagen, salió y se encontro con su hermana solo le dio una sonrisa como si nada hubiera pasado.

_hermana que bueno verte.

_¿pasa algo? ¿acaso te duele algo?–pregunto cristal preocupada,.

_No es nada de eso, solo que quiero ir a la ciudad y espero que me acompañes.

_no se si sea buena idea, no estás bien de salud y ....

_y por eso te estoy llevando, en un principio quería ir sola, pero se que nuestros padres se preucuparian y Adrián un escándalo.

_pero no sabemos cuándo te puedan dar los dolores.

_no te preocupes, ya no me dan tan seguido, la flor que me recomendó el médico es muy eficiente.–mintio ámbar.

cristal no estaba tan convencida pero ámbar logro convencerla.

las dos subieron el carruaje y salieron rembo a la ciudad, estando en el carruaje ambas platicaban muy amenamente, cuando cristal saco un tema que a su hermana no le gustaba tocar.

_Por cierto supe por el mayordomo que el joven Philip sigue llendo a la casa, se ve que se preocupa por ti y también que la hipocresía no tiene límites.

_Tu si sabes, nose cuál es el motivo de su insistencia, pero ya me tiene harta, todos los días va a casa, pero el mayordomo tiene órdenes específicas de decir que estoy indispuesta, aunque no me salvó de los regalos que envía, los basureros están hasta el tope,

_creo que es hora de deshacernos de el, ya pasaron los dos meses que se "Conocerían"–hablo cristal con una mirada malisiosa.

ámbar entendio el mensaje y solo sonrió en respuesta.

***

al llegar a la ciudad, las hermanas paseaban viendo todo a su paso, el motivo de ámbar al salir vera para que sus padres estuvieran más tranquilos y también porque quería ir a la biblioteca a buscar información de la dichosa flor de Luna, pues ella estaba buscando su propia información,

mientras ámbar buscaba los libros de todo tipo de botánica, cristal había salido a comprar pastelillos para su pequeño hermano.

ámbar compró dos grandes libro, los pago y salió en busca de su hermana para ir por algo de comida, pues ella no era muy fan de lo dulce, pero en su camino se encontró a la persona que menos quería ver, no porque no quisiese pero el asia latir su corazón con gran rapides y eso no era nada bueno pues saldría lástimado, pero al darse cuenta de los pensar que tenía se maldijo a si misma.

*es el prometido de cristal, puede que no lo ame, pero mientras estén comprometidos me mantendré los más lejos que pueda de el*

obligara a su corazón a mantenerse quieto,

*el no nos recuerda, luchar por un amor que no existe en su memoria, es como luchar contra el aire, solo una perdida de tiempo, pero eso no quiere decir que deje que mi hermana sufra, la sacare de ese compromiso y si le buscan otra que así sea*

Cuando el príncipe estuvo frente a ella, quedó imnotizada por sus bellos ojos verdes, pero eso no duró mucho, pues todos su cuerpo comenzó a sudar y eso significaba una cosa, los ataques de dolor.

hizo una reverencia rápidamente pues quería marcharse lo más pronto posible, antes que empeorará.

pero cuando se dió la vuelta dispuesta a marcharse el príncipe la tomo del brazo.

_espere solo quería...

ámbar no lo dejo terminar.

_si busca a su prometida, está en la pastelería que está a unas cuadras de aquí, no es bueno que nos vean juntos podrían malinterpretarlo–sin decir nada más, ámbar safo su brazo de agarrare del príncipe bruscamente, y se fue a toda prisa.

el príncipe no entendía, el comportamiento de la joven pero no lo pensó mucho y fue tras ella, solo vio cuando paró bruscamente y dejo los libros caer al suelo,

ámbar no pudo aguantar más y sus fuerzas desaparecieron, se maldijo mil veces por no controlar su corazón, pues el médico dijo que debía estar calmada ya que el veneno atacó con mayor fuerza a su corazón y por eso no debía tener emociones fuertes, pero cerca del príncipe eso era practicamente imposible, estaba apunto de caer al suelo pero unos brazos la sostuvieron, no alcanzo a ver quién había sido, pero su aroma era familiar

*estar entre sus brazos es reconfortante*

y con ese pensamiento en mente se desvaneció.

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