Un secreto

Poco a poco ámbar abrió los ojos, estaba desorientada, pues solo recuerda salir del palacio y desmayarse, miro a su alrededor y... claro que reconocía dónde estaba, pues era su habitación,

intento levantarse, pero un dolor punsante llegó a su cabeza, no era muy fuerte a si que lo ignoro, tomo un vaso y lo lleno del agua que se encontraba en un buró junto asu cama, tenía mucha sed, su garganta estaba reseca parecía que hacía días no tomaba ni una gota así que eso la hizo refrescarse, pero al meditar la situación, soltó un profundo suspiro al darse cuenta de algo.

_¿Y ahora que le diré a mis padres?

Era obvio que se habían dado cuenta de su fuga el día de su desmayo,

_Talvez uno de los hombres de papá me encontro tirada a medio camino, pues ya no estába tan lejos de llegar.

Mientras ámbar ponia sus pensamientos en orden, entro bell con un recipiente de agua y algodones, como entro sin tocar, se sorprendio de verla despierta.

_Señorita que bueno que despertó, nos tenía a todos preocupados– dejo la bandeja que traía consigo, y salió disparada de la habitación.

_Ja nisiquiera me preguntó si quería desayunar, que desconsiderada, yo muriéndome de hambre, mejor bajo,–pero se dió cuenta que estaba en camisón–Mm será mejor darme un baño.

cuando se dirijia al baño la puerta se abrió de golpe, dejando ver a sus padres y hermanos, todos tenían una expresión complicada

_hija que bueno que estás bien–dijo la duquesa al borde de las lágrimas,

*¿Que les pasa? actúan muy extraño.*

_estoy bien madre, no tienes de que preocuparte, me siento mucho mejor–lo dijo con una sonrisa para no preocupar a sus padres más de lo que ya se veían, pero lo cierto era que sentía su cuerpo débil.

*solo será cuestión de descansar un poco más*

_¿Como te sientes hermana?–pregunto cristal.

_Bien no deben preocuparse, estaré mejor en unos días.

_Claro que así será hija,–el duque hablo, pero no sé oía muy convencido de sus propias palabras.

ámbar estudio mejor la situación y se dió cuenta que ocultaban algo, algo que no querían decirle.

_¿Que es lo que pasa? ¿hay algo que yo deba de saber?–lo dijo con la voz y mirada fría, los duques se pusieron aún más nerviosos, poniéndose más en evidencia.

_c-claro que no hija,–hablo la duquesa–es mejor que bajemos a desayunar, debes tener hambre, ya que pasaste 2 días inconsciente.

_¿dos días?

*valla y yo que creí que solo fue una noche*

_¿Quires que llámenos al médico hija?

_no papá, estoy bien solo me baño y bajo,

los duques asintieron y salieron pero dentro quedó cristal junto a su hermana.

_Y bien ¿me dirás qué es lo que nuestros padres ocultan?

_No se de qué hablas ámbar–hablo cristal firme y sin titubear.

_vamos, te conozco se que me ocultan algo.

_No, lo único que se esque saliste a mitad de la noche exponiendote a peligros.

_eso, eso ni tú te la crees, sabes que puedo defenderme sola,

_Si pero... ¿tiene algo que ver con el compromiso?.–cambio de tema rápidamente.

_Si, tu no quieres casarte y yo te ayudaré,–cristal al escuchar a su hermana se abalanzó hacia ámbar dándole un fuerte abrazo.

_Gracias, pero ahora en tu estado es mejor que no hagas nada, y que descanses.

_¿en mi estado?–miro a cristal con el seño fruncido.

_Solo... olvídalo.

_que es lo que nuestros padres ocultan y no me digas que nada porque así como yo no te oculto nada espero recibir lo mismo de tu parte.

_Se lo prometí a nuestros padres, tu no debes preocuparte de nada que papá y mamá se están encargado de todo.

_¡¡Que es lo que sabes!! te exijo que me lo digas–hablo ámbar con el tono elevado, pues está situación la desconsertaba.

_Lo siento..–cristal salió, dejando a su hermana muy confundida, pero cuando salió, a ámbar le volvió a dar un mareo, pero no tan fuerte.

_¿Que es lo que me pasa?

cuando Bell entro a la habitación para ayudar a ámbar a bañarse, la vio agarrada de la cama, no se veía bien, así que entró rrapidamente a socorrerla.

_¡¡Señorita!! ¿que es lo que siente?

_nada solo fue un mareo, no debes de preocuparte.

_Tome–le tendio una pequeña flor amarilla–

ámbar la reconocío, pues esa flor muchas personas en especifico magos y curanderos la ocupaban para hacer posiones y curar heridas o enfermedades, era muy eficiente, pero se hizo la que no sabía para ver qué tanto sabía Bell

_¿Que es eso?–con una mirada confusa tomo la pequeña flor.

_eso.. eso es para tratar el golpe en su cabeza, quizás por eso se mareo–hablo rrapidamente la joven.

hasta ese momento ámbar no se había dado cuenta del vendaje que traía en la cabeza, se tuvo que haber golpeado cuando callo del caballo.

_Si tal vez–dijo no muy convencida.

_mastique esa flor la hara sentir mejor–hablo la joven con un brillo en los ojos, desde la perspectiva de ámbar parecía contenerse de llorar, pero no dijo nada.

se bañó y vistió con la ayuda de bell y bajo las escaleras,

*valla, Bell tenía razón esa flor hizo que recuperara mis energías*

al bajar las escaleras, estaba apunto de entrar al comedor, pero la voz preocupada de su padre la hizo detenerse.

_Ya mandé a alguien a buscarla, no deben preocuparse,–dijo el duque.

_Pero el doctor dijo...

_ya se lo que dijo el doctor Amelia, pero debemos confiar en que la encontraran.

_yo sigo creyendo que es mejor decirle la verdad, ella es fuerte estoy segura que lo entenderá y.... tarde o temprano se dará cuenta.–hablo cristal.

_ya te dije que no, no quiero estresarla con esto, el doctor dijo que debía estar calmada.–el duque estaba desesperado con la situación, no quería que su hija también pasara por eso.

*¿Que es lo que me ocultan?*

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***