Un intruso

ámbar se sentía frustrada de verlo ahí, quieto sin hacer nada más que dormir.

_tienes que abrir esos ojos, me prometiste que un día caminaríamos por el pueblo tomados de la mano porque me convertirias en tu prometida, me isiste muchas promesas y tienes que cumplir, te abrí mi corazón y ahora tienes que haserte responsable de el.

ámbar sacudía con gran fuerza de los hombros de xander ya estaba recuperando por completo lo sabía porque ella misma le había dado la posición que Dante le enseño a hacer, la posion que curaba cualquier herida por más profunda que fuera, solo que no logro hacer que despertara.

así que no tenía miedo de lastimarlo

_bueno tenía que intententarlo,–dijo resignada de ver qué por más que lo sangoloteara no pasaba nada–sabes lo que pienso, que eres un flojo que no quiere despertar.

por la mente de ámbar hubo un pensamiento malisioso mientras veía a xander acostado.

_bueno si no quieres despertar no lo hagas pero no tendré de otra que buscarme otro prometido,–dijo decidida– uno que si este consiente y que pueda complacer mis deseos pecaminosos....

ámbar se quedó callada por un momento.

_aunque...ahora que lo pienso en esta maldit* sociedad no aceptan a las mujeres que no seas vírgenes....–miro a xander con los ojos entrecerrados– vez una razón más para acerté responsable tú me sedujiste...

_bueno en realidad fui yo la que se te aventó ensima pero.. no importa dejémoslo en que tú me sedujiste con ese cuerpo y esos ojos que te cargas, cualquier mujer en su sano juicio no dejaría pasar la oportunidad de comerse a semejante hombre, solo hise lo que cualquiera.

aquel que viera esa escena, dejaría ver ámbar como una loca que hablaba sola, ella lo asia porque en su mundo los doctores decían que, auque estuvieras en coma ellos te escuchaban, así que intentaba hablarle lo más que podía, trataba de hacerse la fuerte delante de él pero en el fondo estaba triste por ver a su amado tendiendo en esa cama con el rostro pálido sin ninguna expresión.

dando las tres de la mañana muy a su pesar ámbar debía volver a su casa, tenía que dormir ya que llevaba muchos días sin hacerlo a sus horas y sus padres podrían empezar a sospechar.

dándole un beso de despedida en los labios de su amado, prometiéndo que volveria

y cómo entro se fue..

***

cuando entro a su habitación si hacer ruido, ámbar sintió una presensia en su habitación, por un momento creyó que alguno de sus padres la había cachado, pero al sentír que alguien le tapaba la boca, no lo dudo y con un movimiento de manos doblo la del intruso y sin que el otro lo esperara le dio un golpe a puño cerrado justo en la nariz.

cuando el intruso estuvo en el suelo, un punta pie fue lo que recibió, ámbar no era débil tenía gran fuerza y cuando iba por el segundo, una voz conosida la detuvo.

_espera, espera no querrás matar a tu maestro ¿verdad?.

esa voz la había escuchado ella nunca olvidaba nada.

así que prendió una lámpara de aceite, que de inmediato ilumino todo el cuarto dejando ver al intruso que se había colado a su habitación.

la dejo sorprendida por una momento al reconocer ala persona.

"color de pelo rojos, ojos rojos, piel blanca y una cara de idiot*, si es el."

cuando ámbar dejo de examinarlo y el intruso pensó que ya estaba a salvo, intento levantarse pero una fuerte patada lo tumbó nuevamente.

_que te pasa, acaso no me reconoces.

ámbar dejo su capa en la cama y se encamino al sillón, tumbando se en ella.

_si, claro que te reconozco, jamás podría olvidar esa cara de idiot* que te cargas.

_valla párese que los años no te cambiaron..

bueno si, ahora das más miedo.

_ y tú sigues siendo el mismo cobarde que le tenía miedo a una niña, mago clark.–si, era Dante el mago y amigo de ámbar, aunque lo último no lo decía en voz alta.

_b-buenos eso..–paro de hablar al darse cuenta de algo– espera, espera si me reconosiste en el momento en el que me viste porque me pateaste si ya me habías reconocido, no te basto con la primera patada y el puño en la cara.

_ verás el golpe en la cara y la patada, fue por asustarme y haberte metido a mi habitación como un vil asesino, ¿acaso no eres una persona?, o porque no quieres que nadie te vea, al menos que seas un criminal cosa que dudo porque sino ya estarías muerto, eres muy tonto como para esconderte de la ley.

el joven se sintió muy ofendido por sus palabras, aunque en el fondo si, sabía que era un cobarde por no enfrentar a...

_y la segunda patada fue por no averme buscado por 10 años, ¡¡10 años!! pensé que ya te habías olvidado de mi.

_asi que fue por eso, bueno me lo merecía, pero tú tampoco me buscaste mucho que digamos ehh.

_hay pues porque nunca me dijiste en donde vivías, solo me se tu apellido pero no es mucha información, en cambio tu, sabías perfectamente donde buscarme y nunca lo hisiste.

_bueno...

_no tienes escusas...además asé cuanto que estás en mi habitación.

_pues hace unas cuatro horas, me dormí esperándote, pero escuché que alguien entraba y me despertaste,

_que cínico.

_por ciento a donde estabas ehh, ¿algún novio, que haya podido domar a la vestía?–decía mientras subía y bajaba las cejas de forma pícara.

la expresión de ámbar cambio a una melancólica y Dante lo pudo ver así que ya no siguió preguntando, no quería ponerla incómoda.

_eso no importa, aquí lo importante es el porque te encontré infraganti en mi habitación.

_¿un qué?

_nada olvídalo, porque me buscabas.

_acaso no puedo venir a saludar a una vieja amiga, que mirándote bien, crecio para romper los corazones de muchas y muchos incluyéndome, pero a mí no me rompes el corazón, sino el brazo mira que tienes mucha fuerza, pobre del fulano.

_no te hagas, no me trago ese cuento, después de 10 largos años al fin te dignas en aparecer solo para saludarme, ¿en serio eso fue lo mejor que se te ocurrió?

_bueno..

_ya dime la verdad

Dante cambio su expresión a una muy seria y fría, que incluso ámbar no había visto, debía ser algo muy serio.

_necesito... necesito que me des veinte bolsas de oro...

antes de que Dante siguiera hablando recibió otro puñetazo en la cara mandándolo a volar.

_ ¡¡enserio!! dinero, solo por eso me buscaste

_no, no es lo que piensas es...

_nada, creí.

"creí que éramos amigos, pero resulta que solo me buscas por dinero"

pero ámbar no se atrevió a decirlo en voz alta.

_¡¡vete!!

_no déjame explicarte.