Capitulo Ocho

🍂𝕸𝖆𝖓𝖚𝖊𝖑🍂

Hermosa, le escuché perfectamente lo que dijo. ¿Será que ya se está dando cuenta de que su esposo no es lo que parece? ¿O yo no le soy indiferente? Cualquiera de las dos opciones sería genial, y si son las dos es perfecto.

Tocó dejar los planes de quitarle la venda de los ojos para mañana. Hoy voy al cumpleaños de mi hijastro, ja, ja, ja.

🍂𝕴𝖗𝖊𝖓𝖊🍂

📲🎶Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños, cumpleaños, cumpleaños feliz🎵

📲¡Feliz cumpleaños, mi niño! Parece que fuera ayer que te tuve en mi pancita, que te arrullé en mis brazos, que te alimenté, que dijiste tu primera palabra y que diste tus primeros pasos. ¡Te amo, siempre serás mi niño!

📱¡Gracias, mamita, yo también te amo! Aunque esta mañana ya me felicitaste, pero no importa, a mí me encanta. Te voy a mandar una foto del desayuno sorpresa que me tenía Carla en la universidad.

📲¡Hermoso, mi niño, Carla te ama mucho! Salieron hasta los decanos en la foto, ja, ja, ja.

📱Sí, están reunidos por lo de las próximas graduaciones.

📲Ya casi se gradúa mi bebé. Próximo ingeniero de sistemas y programación, estoy tan orgullosa de mi niño. ¡Te amoooo!

📱Yo más mamá, nos vemos en la noche, ya voy a entrar a clases.

📲Juicioso mi niño. Un besito y que la sigas pasando genial en tu cumpleaños.

Después del almuerzo de negocios, salí con mi nuera al centro comercial para comprar lo necesario para la fiesta de Emmanuel.

No le avisé nada a Fernando porque me dijo que iba a estar ocupado hasta fin de mes en las tardes con su amigo, además íbamos en el auto de Carla.

Cuando estábamos escogiendo los cupcakes en una pastelería, Carla de repente se queda mirando por el ventanal de la pastelería hacia una plaza que hay al frente del local.

—Suegra, mire rápido. ¿Ese que está atravesando la plaza del frente no es don Fernando?

Miré rápidamente y era alguien parecido a Fernando de la mano, con una mujer mayor que él, de aproximadamente 45 años. Su estatura igual a la de Fernando, con unas gafas oscuras que él no usa, vestido con ropa muy juvenil y de tenis. Definitivamente, es un doble de Fernando, pues él nunca se viste así, y esa ropa no es de él.

—No creo que sea él Carla, es alguien parecido, además se ve más joven y esa ropa no la tiene Fernando —Expliqué a mi nuera que ese hombre no es Fernando.

—Sí, debe ser alguien muy parecido —No la veo muy convencida.

Ya en la tarde, en el sitio donde vamos a celebrarle el cumpleaños a Emma, empezaron a llegar los invitados y solamente faltaba que llegara Carla con Emmanuel. Fernando me había avisado que demoraba un poco, lo más seguro era que iba a llegar cuando Emmanuel ya estuviera aquí.

Fernando anda muy raro últimamente, casi no hablamos a no ser lo estrictamente necesario o referente a Emmanuel. No hemos vuelto a tener intimidad, o se duerme inmediatamente, se acuesta, o iniciamos con besos, me desnuda, pero su amigo no se le para, o logra una erección muy débil. Eso me frustra, pues lo necesito, pero no lo quiero hacer sentir mal, pues ha visitado varios especialistas, pero nada que se alivia.

Pero ya no sé qué creer, ojalá y no sea lo que estoy pensando. Por eso esta noche saldré de dudas y, después de que se vayan los invitados, voy a tratar de seducirlo. 

Hoy, como me sobró tiempo después de que me despedí de Carla, fui a un sex shop para comprar una lencería bien atrevida, y me llené algunos consejos gratis de los expertos de la tienda. Yo de esas cosas no sé nada, pues mi primer hombre y con el único con el que he estado es Fernando.

Salgo de mis pensamientos, pues recibí el mensaje de Carla que indica que ya van a entrar. Reservamos el restaurante favorito de Emmanuel, él piensa que es solo una invitación de Carla para su cumpleaños

—Listos todos, ya Emmanuel va a entrar. —Les aviso a los invitados.

!!! SORPRESA!!!

En eso mi Emmanuel muestra una gran sonrisa y se le salen algunas lágrimas. Me abraza, abraza a Carla, a sus abuelos de corazón, a Hunter, a Manuel y a sus mejores amigos. Busca a alguien con la mirada por todos lados y sé que es a su papá. Al notar eso lo abrazo fuerte y lo llevó a la mesa para que apague las velas de sus cupcakes favoritos.

Espero que se le olvide el desplante de su papá, el cual media hora después llega, y sin siquiera un regalo para su hijo.

Menos mal que Emmanuel no le hizo ningún reclamo, él no es un niño rencoroso, no es interesado, se la pasó muy contento y agradeció mucho los regalos que le hicieron. Los abuelos le dieron una tarjeta de crédito, no la quería recibir, pero ellos se enojaron, por lo que tuvo que aceptar.

Hunter le dio un reloj Rolex y Manuel le dio una membresía ilimitada al gimnasio “Dogpound”, cuya suscripción es supercostosa. Emmanuel no lo podía creer que iría a ese gimnasio que es el que frecuentan los famosos.

Ante estos regalos tan costosos, Fernando ni se inmutó, y lo entiendo, pues no creo que tenga dinero suficiente para darle un buen regalo a su hijo y no pasar vergüenzas. Después se lo dará, y sé que Emmanuel se lo agradecerá mucho.

Llegamos a la casa y Emmanuel salió con Carla para reunirse en un antro con sus compañeros y amigos, después se iría al apartamento de Carla. Le aconsejé sobre cuidarse para no tener sorpresas embarazosas y me fui directamente a ducharme. 

Tenía que llevar a cabo mi plan de seducción a Fernando, necesito salir de dudas. Me puse una lencería muy bonita, aliste dos copas de vino, y salí para la habitación.

¿Y cuál es mi sorpresa? Fernando ya estaba dormido… Pero no me quise llenar de rabia. Coloqué música suave, serví las copas de vino. Dios, yo de esto no sé nada, no tengo experiencia de qué debo hacer, es que ni películas porno veo. Me subí a la cama y empiezo a darle besos y a acariciarlo.

—¿Qué pasa, Irene? Tengo sueño y estoy cansado. Hoy tuve mucho trabajo — trata de justificar el porqué está dormido.

«Está muy hermosa, voy a tratar de cumplirle a ver si me deja tranquilo unas cuantas semanas, piensa Fernando al ver a Irene»

—Fernando, mira la lencería que compré para ti —por fin logré que se despertara y me empieza a besar.

Jugamos con nuestras lenguas, yo muero de deseo y por tanta abstinencia ya estoy superhúmeda. Me besa el cuello, va bajando a mis senos, me los mordisquea por encima del brasier. Gimo de placer, me quita el brasier y chupa uno a uno mis duros pezones. 

Luego baja a mi ombligo y quita mis tangas, se quita el pantalón junto con su bóxer, pero su amigo no está ni medio parado. Trato torpemente de despertarlo, pero él bruscamente me retira la cabeza y da un gruñido.

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