¿a mí?.

Al otro día amanecí con ojeras espantosas. Me levanté hice mi rutina de siempre y salí para ir a la escuela.

T: ¿no dormiste bien?.

-- Gracias a ti no.

T: ¿a mí?.

-- Si, a ti.

T: debiste irte a dormir conmigo si tenías miedo.

Bajamos a desayunar.

N: niña ¿te sientes bien?, pareces un zombie.

-- Estoy bien.

L: buenos días.

-- Buenos días, ¿cómo te fue ayer?.

L: me fue bien, ganamos.

-- Felicidades.

L: gracias. _ Me observó - ¿estás enferma?.

-- No.

(Minutos después).

-- Listo ya me voy.

L: vamos juntos.

T: yo llevaré a Raquel.

L: ¿puede darme un aventón?

T: no me gusta subir a a más de una persona a mi auto.

Que directo.

-- Nos vemos en la escuela.

(Minutos después).

Tobias.

¿Quien se cree ese niño para pedirme un aventón?. Espero que mi papá resuelva este problema lo más rápido posible.

R: ¿en qué piensas?.

-- No es nada.

R: ¿vendrás por mi en la tarde?.

-- Claro que sí.

R: nos vemos, cuidate. _ Estaba a punto de salir pero la detuve del brazo.

-- Despídete adecuadamente.

Me dió un beso en los labios.

R: te amo, nos vemos en la tarde. _ Salió.

A veces no puedo creer que ésto es real, enserio que fui un imbécil antes.

Mi teléfono sonó.

P: primero me pides que contraté a alguien y ahora quieres que lo despida, ¿a qué estás jugando?. _ 😡😡😡😡

-- Hola buenos días, ¿cómo estas?, yo estoy bien.

P: es sarcasmo o te volviste loco.

-- Se llama amabilidad. _ Me reí.

P: esa niña está haciendo un buen trabajo contigo.

-- No papá yo la respetó, todavía no hemos hecho nada.

P: no estaba hablando de eso, se nota que te urge comerte a esa niña.

-- Para que te digo que no, cada vez que la beso siento ganas de quitarle la ropa y...

-- ¿Porqué te estoy contando esto a tí?, olvida el tema.

Mi papá empezó a reírse.

P: no la conozco pero ya me cae bien.

-- Sobre el señor Rodríguez te pido que lo despidas o que lo envíes a México de nuevo.

P: lo necesito otros 4 meses después regresará.

-- Papá haz algo para que vuelva antes.

P: bien, trataré de que sea menos tiempo. Pero no te prometo nada.

Está bien, adiós.

1 mes después.

Raquel.

Era un sábado, bajé a desayunar y no ví a Tobías

-- Nana, ¿has visto a Tobias?.

N: creo que esta con Henrry en su habitación.

-- ¿Henrry?. _ La miré con una interrogante en mi cabeza.

N: quise decir el señor Henrry.

(Ellos dos son casi de la misma edad).

-- ¿Porqué siento que tú y "Henrry" están saliendo?.

-- Yo siento que tú y "Tobias" están saliendo

Trague grueso.

-- Iré a mi habitación por algo que olvidé.

Subí las escaleras.

H: buenos días señorita.

-- Buenos días Henrry, ¿Tobias está bien?.

H: está un poco enfermó.

-- ¿Que tiene?.

H: un poco de fiebre.

-- ¿Fiebre?.

H: si, es que últimamente trabaja hasta tarde para tener más tiempo libre durante el día.

¿Será que lo hace para pasar más tiempo conmigo?.

H: me retiro.

Henrry se fue y yo entre a la habitación, lo ví acostado con su computadora sobre sus piernas.

-- ¿Que estás haciendo?.

T: buenos días hermosa, estoy trabajando.

-- No trabajes, estás enfermó. _ Me acerque y le quite su computadora.

T: necesito trabajar, dame la computadora.

-- Ya te dije que no, tu necesitas descansar.

T: es algo importante, termino eso y después te la llevas.

Dudé un momento.

-- Está bien. _ Se la devolví.

-- Vuelvo pronto. _ Bajé a la cocina y le pedí a mi Nana que le preparara el té de tomate.

Ella lo hizo muy complacida..

N: ¿porqué lo estás cuidando?.

-- El es mi amigo.

N: mmmm. _ Me miró dudosa.

N: el té ya está listo, toma.

Me lo dió y subí de nuevo. Se lo di a Tobias y el lo tomó.

T: me voy a enfermar más seguido, me gusta que me cuides.

-- No se te ocurra.

T: mi amor.

-- Dime.

T: quiero besarte.

Me acerque y lo besé.

-- ¿Feliz?.

Me tomo de la nuca y me beso con mucha intensidad por varios minutos.

Tocaron la puerta, me aleje de él.

T: adelante.

P: buenos días. _ Volteó a verme.

P: ¿que estás haciendo aquí?.

-- Vine a dejarle un té, ya me voy, espero que te mejores pronto.

T: seguro que si.

Salí de la habitación y me fui a mi entrenamiento.

Tobias.

-- ¿Se le ofrece algo?.

M: ¿que intenciones tiene con mi hija?.

-- ¿Porqué me lo pregunta?.

M: usted es demasiado amable con ella y esa amabilidad empieza a preocuparme.

-- No tiene porqué preocuparse, su hija me cae bien es una niña fácil de querer.

M: ¿no tengo de que preocuparme?.

-- No.

Salió.

Es el colmo, antes la obligue a casarse conmigo y el muy cobarde no dijo nada por mis amenazas ahora viene a darse aires del padre protector.

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