Episodio 18

...☆ ~ Henry ~ ☆...

Un año después, mi vida continuó de la misma manera en que lo había echo desde un principio, ahora solo quedaban unos cuentos meses para convertirme en el esposo de Lissette y necesita demostrarle a la gente que nuestra relación era estupenda, cosa que era mentira.

Lissette cada día era más hermosa, pero con el pasar del tiempo era mucho más fría y me comenzaba a ignorar con mayor frecuencia, por un momento imagine que podría hacer un esfuerzo con ella e intentaría cortejarla, pero mande al diablo esa idea en pocos segundos.

Podría venir de una buena familia, podría ser hermosa y talentosa, pero sigue siendo tan maleducada como la primera vez que nos vimos o incluso es peor ahora.

Realmente me hubiera gustado que mi matrimonio sea con Stacy y no con Lissette, aún después de año sin verlos, los sigo extrañando. Supongo que ellos continuaron con sus vidas al igual como lo hice yo.

—Buenos días, señorita Lissette.—Y ya como era costumbre, tuve que venir personalmente a la casa del Duque para visitar a mi prometida, el imperio realmente necesita ver que sus próximos gobernantes tienen una buena relación.

—Buenos días, su alteza.—Ella hizo una revencia.—No esperaba verlo por aquí a estas horas de la mañana.

—Le envié muchas cartas señorita y como no había respuesta, decidí venir a verla.—Respondí intentando mostrar una sonrisa amable, pero no creo que haya funcionado, Lissette realmente no sabe cuanto tiempo malgaste escribiendo esas cartas.

—Oh, lo siento su alteza, no me llegó ninguna carta con su nombre.—Respondió como si estuviera sorprendida.

Jajaja, sé que las habrás quemado o algo por el estilo, pero fue mi culpa por pensar que podrías recibir algo escrito por mí.

—Bien, supongo que se perdieron en el camino, hay veces simplemente la correspondencia no llega a su destino.—Dije.

—Supongo que eso ocurrió.—Lissette asintió con la cabeza.

No hay que ser inteligente para saber cuanto Lissette odia este compromiso, pero ni ella ni yo tenemos la fuerza para ir en contra del Emperador, así que simplemente habrá que seguir con nuestros papeles.

Ella será la Emperatriz.

Y yo seré el Emperador.

—Dígame señorita, vine para saber sobre su bienestar, pero ahora que la veo en excelentes condiciones, ¿me pregunto si podrá permitirme invitarla a salir?.—Sostuve su mano y la besé, sé que ella odia esta acción, pero es mi obligación hacerlo para demostrar cuanto "quiero" a mi prometida, normalmente trato de hacerlo solo cuando alguien esta mirando, no habría necesidad de besar su mano cuando estemos a solas.

—Como lo ha dicho su alteza, hoy me encuentro en excelentes condiciones.—Habló Lissette mientras daba dos pasos hacia atrás para tomar distancia.—Pero mi sirvienta no se encuentra en la mansión en estos momentos y no me siento cómoda con el personal que aún no logró conocer bien, así que me será imposible salir con usted, en verdad lo lamento.—Terminó mostrándome una sonrisa.

—Entonces podríamos dar un pequeño paseo en su jardín, señorita.—Ofrecí, no estaba en mis planes volver tan rápido al palacio imperial, lo lamento por Lissette, pero tendrá que soportar estar a mi lado un poco más.

—Claro.. su alteza.—Respondió ella, sin poder disimular su desagradó.

Sinceramente ya me acostumbré a la frialdad de Lissette, no es como si me importará realmente, pero si comienza a lastimar un poco mi autoestima, ¿es tan malo estar conmigo?, Stacy eran dulce conmigo, en verdad la extraño, pero imaginó que a su edad ya debe tener algún pretendiente.

Ahora yo tengo 19 años y ellos deberían haber cumplido sus 18 años, Stacy y Jaden, me pregunto si sus vidas se han vuelto más cómoda que en ese entonces, espero que él padre de Stacy haya superado su enfermedad y deseo que Jaden siga con vida, por lo que sé, él líder de los mercenarios aún no ha sido capturado y perdieron todo rastro de él cuando desapareció el mismo día cuando fue rescatada esa pequeña niña de los calabozos.

—Jaden, no sabía que te encontrabas en la mansión.—Habló Lissette levemente sorprendida.

Estaba tan pendiente en mis pensamientos que no había notado que ya nos encontrábamos caminando por el jardín de la mansión y que ahora estábamos enfrente de Jaden, creí que el nombre simplemente era coincidencia pero cuando pose mi mirada en él, lo reconocí de inmediato.

No sabia que trabajaba en la mansión del Duque.

—Buenos días su alteza, buenos días princesa.—Jaden hizo una revencia y mantuvo su mirada baja, ese gesto es común en los sirvientes, mantener la mirada baja es una muestra de inferioridad.—Lamento interrumpirlos, pido su permiso para retirarme.

¿Por qué trabaja como un sirviente siendo él líder de los mercenarios?, si es para mantener bajo su perfil, entonces hubiera bastado con trabajar en la taberna con Stacy o algún otro trabajo.

—Puedes retirarte.—Habló Lissette con un tono de voz que jamás en mi vida creí escuchar por parte de ella, lo dijo de una manera tan suave y llena de afecto que me sorprendió.

Espera, tengo entendido que Jaden tenía una enamorada y ella era una joven noble que estaba comprometida, ¿acaso Lissette es esa señorita que le regalo aquel pañuelo?

Ahhh, no pensé que estaría comprometido con la chica que mi amigo quiere, me imagino que Jaden debió odiarme cuando supo que yo era él príncipe heredero y que me casaría con la joven que robo su corazón.

Jaden ya se había marchado y Lissette siguió caminando a mi lado, pero estoy seguro que ni ella ni yo queríamos seguir con este paseo después de haberlo visto a él.

—Señorita Lissette, creo que no me siento bien, volveré al palacio por hoy.—No mentí, realmente no me sentía bien como para seguir al lado de Lissette.

—Excelente, digo, que mal, espero que su alteza se sienta mejor pronto.—Respondió con una sonrisa y se le notaba más aliviada por mi repentina decisión de marcharme.

Sospechaba que Lissette estaba enamorada de alguien más, pero nunca imagine que ese alguien fuera Jaden, aunque, creo que gracias a esto, tengo un leve idea de como solucionar nuestros problemas. Puede ser arriesgado, pero necesito hablar con Jaden para saber si puedo contar con él en nuestra única oportunidad para ser felices con las damas que robaron nuestros corazones.

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