Rata

Eeh... sabes terminariamos más rápido si dejarás de resistirte.

- Hermano, ¿Por qué solo no la amarras con las cadenas?, sería más dócil de esa manera.

Fhil quien ya se había liberado de las cadenas ahora se acercó a mi con las cadenas en sus manos.

- No sería divertido para ambos si hago eso, aunque me ahorraría más energía si dejará de resistirse y se dejará llevar, y por supuesto si dejará de insultarme, sería más agradable que me elogiaras o qué me dijeras "Erik cariño".

- ¡Soy una niña maldito idiota pervertido y degenerado!.

- Con esa boca tan sucia dudó mucho que seas una niña de verdad, deberías usar esa boca para otra cosa.

Erik me sonríe de forma perversa.

- ¡Ya deja de sonreirme de esa manera!, ¡y termina con lo que sea que estas haciendo!.

- Ya te lo dije, terminariamos más rápido si dejarás de resistirse y me dieras ese cuchillo para despellejar estas ratas pero sigues resistiendote y atrincherandote detrás de esas rocas, al menos podrías sentarte un poco más cerca de mí.

Erik dió unas palmaditas al lugar vacío junto a él mientras seguía sonriendo.

- ¡No pienso sertarme cerca del tipo que quiere que lo llame "cariño"!, claramente intentaras hacerme algo.

- Debes tener la mente bastante sucia para pensar eso.

Erik suspiro y terminó de despellejar a las ratas, luego las colocó al fuego y después de unos minutos ya estaban cocinadas.

- Te dije que debías usar tu boca para otra cosa ¿no?, vamos usala y come.

Erik clavo una rama por la rata y me la estaba pasando pero esta lejos para tomarla.

- Claro que tendrás que acercarte para poder tomarla.

Y ahi va de nuevo sonriendo perversamente.

- Lo siento pero tengo mi orgullo...

《Grrrrrrhhh》

El ruido de mi estomago hambriento hizo eco en la cueva.

Con una sonrisa Erik comenzó a mover de un lado a otro la rata asada como si estuviera llamando a una mascota.

Tengo mi orgullo... pero también tengo hambre.

Salí de atrás de las rocas y me acerqué para tomar la rata asada, manteniendo el cuchillo cerca de mi.

Al acercarme lo suficiente de repente Erik se puso de pie y me sujetó del brazo, me levantó del suelo como si fuera igual de liviana que una pluma y me arrojó al lugar vacío junto a él.

Caí sentada y me lastime el trasero, ¡¿acaso se le olvidó que todo aquí es de piedra?! ¿o esté desgraciado lo hizo a propósito?".

Lo miré con enojó y de la nada arrojó una rata asada sobre mis piernas.

Un desagradable escalofríos recorrió mi cuerpo y estaba paralizada al ver la rata.

Huele bien pero aún tengo mis dudas.

Juré que me comería a la rata si la encontraba pero nada me asegura que sean las mismas ratas así que...

Pero huele tan bien y tengo tanta hambre ¡que más da me lo comeré!.

Sin dudar más le di un gran mordisco a la rata asada.

La carne es dura y no tiene mucho sabor tal vez por que no esta condimentada, aún asi sabe como la carne de cualquier animal comestible normal.

Al terminar de comer solo quedó el palo por el que estaba sujeta la rata pero ¿por qué estoy sosteniendolo con ambas manos?.

¡Mi cuchillo!, ¡¿Dónde está?!.

...

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