capitulo 4

...*DASHA*...

Cuando me despierto a las 6:00 de la mañana como todos los días, veo todo a mí alrededor y me doy cuenta de que no estoy en mi casa, veo mi cuerpo y solo llevo una camisa.

Me levanto de la cama y voy hacia al baño cuándo salgo veo en un costado y esta mi maleta. Yo la abro y me meto a la ducha me visto con un pantalón negro, con un top blanco y un saco negro.

Cuando bajo ya todos están en el comedor tomando su desayuno, todos me miran y sé que se están guardando sus comentarios sobre los gritos y mis pesadillas.

— Buenos días— digo para cortar el silencio incómodo.

— Como te sientes hoy?— me pregunta Francesca.

— Bien, Gracias por lo de esta madrugada.

— No hay por qué. ¿Pudiste dormir bien?

— No, pero lo intenté. Francesca me tengo que ir a Rusia.

— Lo sé pequeña frutilla, yo ya estoy y ya llamé para que preparen el jet.

— Podemos irnos?

— Tienes que desayunar algo.

— No tengo apetito gracias. Pueden parar Ustedes dos— digo señalando a Pierce y Mason.

— Que hacemos?

— Me miran como si quieran ver asta el último rincón de mi alma o como si yo fuera abrir mi menté para ustedes.

— Nos gusta mirarte haci, aunque lo niegues te incomoda y eso nos parece divertido.

— Si quieren jugar juguemos— Yo me siento entre ellos dos, miro fijamente a Mason quien tiene su típica sonrisa de loco.

— No me incomodas princesa.

— A no?— yo me acerco más y más a sus labios— quieres besarme cariño— digo al ver como está reteniendo las ganas de besarme— Puedes besarme cariño— cuando él esta por juntar nuestros labios yo corro la cara— Sigue con las ganas cariño, solo me vas a besar si yo te dejo.

— Creo que jugaron con El gran Mason, como se siente?— pregunta Adam con burla, mientras Francesca me ve sorprendida.

— Cállate Adam porque te juro que te mato.

— Pero responde que se siente cariño.— él me asesina con la mirada— No me vas a decir?

— Cállate.

— Vamos cariño dilo, duele que jueguen con algo que tú quieres?

— Me la vas a pagar, vas a rogarme que te folle y voy a cobrar mi venganza.

— Eso lo veremos— yo giro y le doy un beso a Pierce, beso que él sigue— Que comience el juego, chicos. Vamos Francesca.

Nosotras salimos de la casa rumbo al aeropuerto en todo el camino ninguna dijo nada.

— No juegues con ellos Dasha.— dice Francesca una vez que el jet despegó.

— Porque? Ellos juegan conmigo, es un juego mutuo.

— No lo es, tú estás muy sensible. Y quiero que de verdad encuentres a una persona que te ame, no una persona que solo juegue contigo.

— No voy a enamorarme. Estoy dañada lo recuerdas, quien se enamoraría de mí?.

— Muchos se enamorarían de ti, y no estas dañada jamás vuelvas a decir eso— ella me da abraza.

— Lo estoy buscando rubia, cuándo terminé con la su vida voy a poder ser libre.

— Tú ya eres libre.

— No lo soy rubia yo me veo fuerte, pero siempre que salgo siento miedo de volver a ese lugar frío.

— Eso no va a suceder.

— Eso espero— yo recuesto mi cabeza en su hombro y cierro mis ojos.

Estoy muy feliz de tenerla, de estas cosas no puedo hablar con Irina o Alek ellos tienen sus vidas y mis padres ya están mayores para qué los preocupé y todavía están intento ser fuerte por la muerte de mis abuelos Dimitri e Iris.

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