Capítulo 5

Cuando mi cuerpo acabó de desarrollarse cambié mi modo de vestir a uno más seductor aunque seguía con mi actitud rebelde y alocada.

Papá comenzó a sentirse celoso y a ser sobreprotector conmigo aunque con Ian de aliado no había quien se me acercara o por lo menos alguien que durara a mi lado.

Aveces los dos fingian pelear haciéndolo pasar como un pretendiente y otras veces Ian se hacía pasar por mi novio o decía cosas que a ningún muchacho le gustaba escuchar. Otras veces mi padre le decía a quien viniera genuinamente interesado que debía pedir mi mano y casarse conmigo.

Así llegué a mis dulces dieciséis más sola que la una sin siquiera una desilusión amorosa ni tan siquiera un beso. Mala suerte la mía, ¿Verdad?

Algunas de mis amigas ya habían tenido hasta relaciones sexuales y yo jamás había sido besada

Mi lista seguía conservando sus puntos y me convencía de que él príncipe azul no existía para mi.

Ian pasaba el día jodiendome cuando no estaba con alguna de esas tetonas fáciles con las que se paseaba.

Él ahora tenía todo el look de chico malo, un Playboy arrogante e imbécil que se creía el ombligo del mundo lo que me molestaba mucho.

Se había colocado hasta un arete y su cabello lo había dejado largo. Para mí parecía un hippie pero él se creía gran cosa.

Me ilusioné con un chico de mi mismo año que era precioso y me hacía sentir hermosa. Además no me trataba como una niña tal como algunos amigos que tenía ni como mi familia. Tenía un gran sentido de la moda y muchas estaban babeando por el pero sus ojos estaban puestos solo en mi. Me sentía como una diosa, una ganadora que había conseguido que el más guapo de la preparatoria pusiera sus ojos en ella.

Bruno aún no realizaba ningún movimiento pero de todos modos me tenía lanzando corazones por los ojos cada vez que lo miraba. Ian por su parte, como siempre, quería arruinar mi futura relación pero yo no quería creer lo que el me decía.

Siempre acababa con lo mismo

-Solo te quiere llevar a la cama

-Tu no sabes nada, el es dulce y solo me quiere a mi

-¿Por qué no parece preocuparse por ti?

-Si se preocupa por mi, no podrías darte cuenta

-Apuesto que ni te ha besado ni te ha propuesto ser su novia pero te ha invitado a su casa cuando estaba solo- era cierto pero no tenía por qué saberlo

-Tu no sabes nada

-Eso mismo hace con todas, solo quiere que seas una más en su lista- me enfureci y hablé sin pensar

-¿Y si yo quiero serlo? También deseo estar con él

-¿Que has dicho? Repite eso

-Que me voy a acostar con él

-Tu no harás nada, el es un estúpido

Se quedó a mi lado todo el día. Incluso me puse a dibujar corazones que decían Bruno y Brianna, Brianna y Bruno solo para molestarlo. Incluso hablé con una amiga a quien previamente le mandé un mensaje para que me siguiera el juego. Le preguntaba cosas como que debía hacer para seducir a un hombre o complacerlo, obvio no tenía idea ninguna de las dos pero Ian caminaba de un lado a otro en mi habitación tirando se su cabello que llegaba a sus hombros, algo que siempre hacía cuando estaba nervioso.

Acabó quitando mi teléfono, colgando la llamada y golpeando la pared con un puño

-Maldita sea Brianna, no puedes hacerlo con él

Yo me la estaba pasando en grande viéndolo perder la paciencia, obvio no quería tener relaciones sin antes estar segura y tener un noviazgo pero él no tenía por qué saberlo.

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