Esa noche durmieron en un campamento de Kandor, ubicado en límites con el reino de Lecitor. A Melia
Kailer no la quería ver. La transportaron en un carruaje hasta ese campamento y no pudo verlo más, en el resto, de lo que quedaba del día. Al llegar al campamento le dieron una tienda, en la que estaba descansando, hasta que muy tarde en la noche. Cuando dormida en su cama, escucha una vos, que fuera de la tienda la llama por su nombre.
-Melia…Melia…
-Quien es –pregunto con
curiosidad.
-Soy Kramín Melia…
Melia se colocó una túnica y se acercó a la puerta de la tienda y al abrirla, le preguntó:
-Pasa algo Kramín.
-Gu-Derte quiere verte Melia –Le dijo Kramín, temiendo que por el odio que ella sentía por su hermano, por el
engaño que ellos le hicieron, se negara a ayudarlo con su sangre.
Melia, por su parte, observó con cautela a Kramín y pensó que él le estaba escondiendo algo. Por tanto le volvió
a preguntar:
- que es lo que no quieres decirme…
Kramin se sorprendió de que ella
pudiera leer en él, que le estaba ocultando el propósito de ese llamado.
-La espada con la que el príncipe Galen hirió a Kailer, estaba envenenada y tiene mucha fiebre y la herida en cuestión de unas horas se le ha convertido en llagas. El doctor Gu, por mucho que ha tratado de conseguir la cura para este veneno, parece que es una mezcla especial, que no ha sabido descifrar. Es por eso que
estoy aquí, para pedir que por favor salves la vida de mi hermano con tu sangre.
En el instante que Melia escuchó tal noticia de Kramín sintió una sensación de susto en el pecho. Ella nunca
había sentido dicha angustia sino solo por sus familiares más allegados. Kailer verdaderamente debía estar mal –se dijo- ya que kramín realmente se veía afligido.
-Llevame a donde esta él…-Le dijo
Kramín asintió con la cabeza y la condujo al lugar en donde estaba Kailer.
Cuando Melia llegó a la tienda de Kailer, él estaba muy palido y tenía una alta fiebre. Ella observó el aspecto
de la herida, y tal y como se lo había dicho Kramín, parecían llagas y estaban muy inflamadas. Melia se sentía turbada. Nunca se hubiera imaginado que ella a Galen le desquiciara el pensamiento, a tal punto, de que siendo un hombre tan galante, sereno y de buen juicio, se hubiese convertido en alguien sin escrúpulos ni honor.
Melia cortó su muñeca y depositó la sangre en la herida de Kailer de la espalda. Después de esto deposito también de su sangre en la boca de él. Cuando terminó le dijo al médico.
-Ahora solo debemos esperar dos horas. Solo entonces sabremos, si la sangre curará el veneno o solo lo
bloqueará, hasta que encontremos el antídoto. El medico asintió. Entonces la mirada de Melia, que cuando entro se había centrado en kailer, no percatándose de la presencia de nadie más, dejo que su vista recorriera la habitación, encontrándose, además del médico, de Krey, de Blen y de Kramín, otro hombre, de hermoso aspecto, y bastante parecido a Kailer, antes que posara definitivamente su vista en Kramín para decirle:
-Dame un caballo y déjame ir a ciudad de Talmor... En ves de perder el tiempo, le preguntaré directamente a
Galen, que composición tiene el veneno y si tiene el antídoto, me aseguraré de traerlo…
-En verdad nos crees tonto, mi pequeña salvaje… que nos garantiza que volverás… o que garantiza, que este no
ha sido el plan, desde un inicio de tu amado príncipe Galen y tú, para escapar juntos, por si él no podía ganarle a Kailer…
Melia se le acercó, levantó un poco su rostro, ya que él era más alto que ella, y con una mirada desafiante le
expresó:
-No soy prisionera aquí… Si quisiera irme, ya lo habría hecho, y ni tú, ni tu ejército, lo podrías impedir…
Una palabra mía y Galen le haría la guerra a Kandor. Una palabra mía y mi tío Rener, que está en ciudad de Talmor, con más de doscientos guardias de la Mariposa negra, vendría a tu campamento y acabarían con tu gente en un abrir y cerrar de ojos… No sabes nada… Pero el único motivo por el que estoy aquí, es por amor a mi abuela…que culpa, ustedes los hombres lo complican todo…
Kall, que era hermano de Krey y el que comandaba el campamento, al ver la manera tan desafiante como Melia le
hablaba a su hermano. Pensó, que sin duda alguna, esa mujer era una criatura muy atractiva, pero también muy poderosa. Así que esa era la mujer por la que su primo y el futuro rey de Lecitor, prácticamente se pelearon en el gran salón principal del palacio de la ciudad de Balcor. Y por lo que veía, esa también era la única mujer en el mundo, que él conociera, que le podía hablar de tal manera, tan irrespetuosa, a su hermano. Él no había podido ir a la ciudad de Talmor a observar la competencia, ya que Kailer, le había encomendado, tener listo el ejército, para una posible batalla. Y esa era la razón, por la que apenas conocía a Melia.
-Su alteza, General Krey, creo que lo que ha sugerido lady Melia, sería una buena solución a esta situación.
Debemos encontrar lo más rápido posible el antidoto, para que la vida de su alteza el príncipe heredero no corra peligro… -dijo Gu-Derte, buscando con ello mediar en esa situación.
Krey no dejaba de mirar a Melia y ella le sostenía la mirada desafiándolo. Empuño sus manos y trató de mirarla fríamente, para tratar de ocultar ese deseo que en esos momentos tenía de besarla y de dominar a esa salvaje. Se había prometido hacerla suya, cuando la conoció. Esa noche en el que ella le dio la bofetada, a él, no le había causado ira sino excitación. Pero ahora era la concubina de su primo y por mucho que quisiera besarla, tenía más que claro, que ya nunca podría hacerlo. Pensando en eso simplemente se apartó de ella, diciendo, mientras salía de la gran carpa:
-Saldré a tomar aire…
-Melia, has tal como lo has referido… Él es Kall, general de este ejército y del campamento, también es mi
primo y hermano de Krey… Él te acompañará…-le dijo Kramín mientras señalaba a Kall.
Melia lo volvió a mirar y en ese momento todos voltearon, tras escuchar susurrar a Kailer:
-Quiero agua…
Gu-Derte trató de darle agua, pero por alguna razón no la podía tragar. Kailer en ese momento mostró gran
angustia, como si muriera de sed.
Gu-Derte extendió la mano, dándole el agua a Melia. Melia al recibirla trató también de que Kailer la tomara. Pero
por más que lo intentó, no lo pudo lograr. Entonces Gu-Derte le dijo:
- Ya que eres su concubina\, puedes dárselo con la boca. Melia\, se sonrojó\, lo que fue notorio a todos los
presentes. Tratando de disimular la sorpresa, de la petición de Gu-Derte. Tomó el gua con la boca y luego como dudando, colocó su boca, encima de la de él, y cuando sus labios se compactaron, le dejó caer el agua. Al levantarse y quedarse mirando la reacción de Kailer, se dieron cuenta que él se había tragado el agua, y que por un momento, abría sus ojos y vio a Melia y agarró su mano, antes de quedar inconsciente nuevamente. Melia al instante, quiso alejarse de él, para sentirse a salvo; ya que aunque él estuviera en esa condición, por alguna razón, no podía dejar de sentir como su pulso se aceleraba al estar cerca o tocar sus labios. Pero al tratar de poner distancia, por más que lo intentó, la mano de Kailer no se habría, para dejarla alejarse. En ese momento
Gu-derte le alcanzó una butaca y le hizo seña de que se sentara. Melia perturbada aún en sus pensamientos, acepto la silla y se dentó al lado de él.
A la mañana siguiente, Kailer se despertó antes que Melia. Al verla acostada a su lado y con la mano de él
agarrada, se preguntaba si estaba soñando. En esos momentos su primo Kall, que se había despertado unos segundos atrás, se dirigió a él. Kramín y Gu-Derte también en al instante se había levantado. La única que dormía era Melia. Pero ella al abrir sus ojos después de sentir un movimiento se quedó enfocada en Kailer. Un
segundo después, ambos, al mirar sus manos las separaron al mismo tiempo. Kailer miró hacia otro lado muy fríamente y empuño sus manos, mientras se incorporaba arrecostado de lado a la almohada. En cambio Melia, con sus mejillas sonrojadas se agarraba el vestido al instante que se paraba de la butaca. La situación fue notoria a todos los presentes, en especial a Kal, que al ver la actitud de los dos, supo que entre ellos algo pasaba.
Melia al verlo mejor, se le acercó nuevamente, y por alguna razón sentía que estaba temblando, al decirle:
-De… déjame ver la herida… para…
para… limpiarla y vendarla…
Kailer se preguntó porque tal nerviosismo al dirigirse a él, si en más de una ocasión, ella había sido totalmente irrespetuosa. Fue entonces donde determinó que no la quería ver y por tanto dijo fijando su vista en
Kramin y sin ni siquiera mirarla a ella:
-Llévala a su tienda…
-Me iré cuando logre constatar, que ya estas bien… - Le dijo Melia con vos serena.
-No. te iras ya…
Ella lo miró con una cara de desconcierto. Se acordó de lo frío que él podía ser, al estar interesado, solo
en su sangre. Salió de la carpa, pero, antes de salir se detuvo en la puerta y con un tono irónico y empuñando con fuerza su vestido y haciendo una aparente inflexión dijo:
-Tampoco es para mi un placer estar cerca de ti, su alteza…
Kailer voltio a mirar cuando salía de la estancia. Esa es la salvaje que conozco –penso- y en el mismo momento, tomo un sorbo de agua.
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Updated 127 Episodes
Comments
Maria Suárez Flores
,😞😌😞😮😮😮😮😞edere$$😌😮😞😮😮😮
2023-11-11
1
Y.o.v
Abría !
2023-11-05
0
Irma Rocha Cruz
jaajajaaa...tonto...si hasta delirando de fiebre no la sueltas...jaajajaaa...y todos se dieron cuenta que le dio de beber agua de boca a boca...jaajajaaa.....
2022-09-30
4