El Reencuentro

En toda la noche Kailer casi no concilio el sueño, buscando encontrar una solución diferente a la que su padre había planteado. La mañana siguiente, partió junto con Kramín, su tío Kroner y lady Ramelia para casa alada, en donde se encontraría con las gemelas.

Él no tenía claridad de que era exactamente lo que su tío iba a hacer para que Melia aceptase ser su concubina. Pero desde ya se decía, que tenía que ser fuerte frente a ella y asegurarse de que ella no lograra mover su corazón más de lo que ya en el pasado lo hizo.

Después de algunos días llegaron a la casa que Kroner y Ramelia tenían en Casa Alada. Las gemelas al igual queblos empleados esperaban en la puerta la llegada de la pareja. Melia y Mina estaban ansiosas de ver a su tía, después de un año en el que lo único que sabían de la vida de ella, lo habían conocido por cartas, que su tía les enviaba.

Ramelia, también estaba dichosa de poder ver nuevamente a sus sobrinas. Cuando Kroner le dijo que viajaría a Casa Alada, por algunos asuntos relacionados con el estado; ella había saltado de alegría, por esa noticia.

El poder ver a sus niñas le llenaba de emoción. Fue entonces cuando Kroner le dijo a su esposa, que le avisara a las gemelas de su viaje, para que ellas bajaran de la montaña sagrada a verla. Ramelia acepto y con diligencia hizo lo que su esposo le dijo, no conociendo, que ella estaba siendo utilizada por el hombre que amaba, para llevar a cabo un estratégico plan, que finalizaría cuando Melia aceptara ser la concubina de Kailer.

La cara de Melia llena de felicidad se desdibujó cuando de uno de los carruajes que pararon en la puerta

de la casa de sus tíos en la que ella esperaba, bajo Kailer.

El, al salir del carruaje y encontrarse con la mirada sorprendida de Melia, se quedó impactado. Al verla, pensó, que ella se veía muy hermosa, luciendo su cabellera larga y algo ondulada, suelta. Como era posible –se preguntó Kailer antes de apartar su vista y ocultar su admiración tras una mirada fría - que aún después de un año, ella pudiera gustarle tanto.

Ramelia Abrazó a las gemelas casi al instante de bajar del carruaje. Melia y Mina a pesar de estar contentas por abrazar a su tía, no pudieron disimular, que ver a los príncipes de Kandor nuevamente, era todo una sorpresa. Una sorpresa, no muy agradable para ellas.

-Bueno, creo que ya que estamos  todos, todo está listo para la cena… –expresó Kroner con una pronunciada sonrisa, mientras bajaba del carruaje.

En ese momento, Kailer y Kramín se acercaron a las gemelas, para saludarlas. Pero, cuando ellos se disponían a saludarlas, Melia, sin dejar hablar a los príncipes, de manera tajante, expresó:

- Que disfruten la velada, yo tengo otros asuntos que atender…tía –volteando a mirar a Ramelia antes de irse- hablaremos más tarde.

-En verdad vas a hacerle tal desplante a tu tía, que ha soportado tantos días de un duro camino, solo para

poder verte… – le dijo Kroner  con un tono acusador a Melia, al tiempo que miraba a Ramelia.

-Con mi tía tendré tiempo para charlar los días que se queden en Casa Alada, pero yo iba de salida. Mi tío Rener me espera –contestó Melia con un tono amable, y se montó en su caballo que un sirviente en ese momento le trajo y se alejó.

-No lo pienses demasiado tío, hace algunas horas un enviado de tío Rener vino a avisar a Melia que él la

quería ver –expuso Mina, llamando la atención de su tío Kroner.

Kroner volvió a mirar a sus sobrinos, a los cuales no pudo ocultar su frustración, ya que en el plan que él

tenía, la presencia de Melia era  lo más importante.

Kailer y Kramin lo miraron expectantes. Ninguno de los dos, podía comprender, que maniobra podía hacer su tío, para que lograra que una mujer tan testaruda y fiel a sus convicciones como Melia, aceptara ser una concubina de Kailer, sometiéndose a todas esas normas y tradiciones, que no hacia ella, el más mínimo esfuerzo en disimular que no le agradaban.

 Rener Co había mandado a buscar a Melia, porque tenía asuntos que le preocupaban relacionados con la estabilidad de los cinco reinos

Él sabía que la aparente paz, que existía entre los reinos; no duraría por mucho tiempo. Que había más de un monarca o príncipe heredero forjando estrategias para apoderarse de  todos los reinos, y volver a formar un imperio, como el de Ta-lember, que se había desmembrado hace doscientos años atrás.

Debido a que Melia llegó mucho antes de lo citada, ceno con su tío, la esposa de este y sus dos hijos,  primos de Melia. Cuando la cena terminó, se unieron a la reunión, cuatro de los principales espadachines de la secta.

Dos hombres Er-gi y Sar-gi, quienes eran hermanos y dos mujeres Nalu y Casy. Ellos, eran de la total confianza de Rener y también de Melia, quien los consideraba como verdaderos hermanos mayores.

Melia los había conocido bastante bien, cuando ellos, junto con dos espadachines más, fueron enviados a la montaña sagrada por su tío Rener, para que fueran especializados en su entrenamiento, por Ralor.

-La razón por las que le he pedido que estén aquí es compleja… tengo una misión para los cinco, que es

imperativo que lleven a cabo con la mayor discreción posible – expuso Rener. Después de lo cual guardó silencio ante las miradas curiosas de ellos.

-Me ha llegado información, de que en alguno de los reinos, tras la terrible situación epidémica que les azota, en la que hemos estado proveyéndoles de medicamento efectivo, para la cura de la enfermedad; han estado reservando los medicamentos que la secta les suministra, en gran parte, exclusivamente, para uso privativo del ejército, y de las familias más pudientes que lo puedan comprar, dejando morir a un gran porcentaje de la población civil, que no cuenta con los recursos para pagar el medicamento.

Cando Melia escuchó las palabras de su tío, abrió sus ojos con intensidad y lo miró fijamente. Por alguna razón, pensó en Kailer. A pesar de lo narcisista y engreído que ella comprendía que  el pudiera ser, no lo imaginaba como

un ser tirano, que utilizará tan macabra estrategia, para obtener el poder.

De alguna manera, aunque ella no lo supiera, en su corazón, a pesar del rechazo tan vergonzoso de él, la distancia y el tiempo que había pasado, todavía él tenía un espacio.

-No comprendo tío, se supone que la Secta, solo les cobra y a muy bajo precio, la mitad del medicamento que les manda a los reinos y la otra mitad es donada de parte de la secta, para que los reinos las proporcionen con exclusividad, a las personas de bajos recursos de sus pueblos –dijo Meliá, con un tono de perturbación.

-Asi es Melia. Desde que nuestro antecesor Ranson fundó en este territorio, a la secta de las Mariposas Aladas, con el fin de que todo aquel que deseara vivir en estas tierras,  estuviera bajo el régimen de la igualdad, sin

la exclusión o normas y costumbres como las de las monarquías de los otros reinos; instauró como prioridad para la secta, la fabricación de medicamentos, con el fin de que llegara a la población vulnerable de los reinos.

Todo volvió a quedar en silencio por un minuto. Rener se levantó de su asiento y se dirigió hacia la ventana, y dijo:

- De quienes les estoy hablando exactamente, es de los reinos de Sabamer, Tanator y Kandor… Al instante Rener

miró a Melia y prosiguió- El conseguir conquistar todos los reinos y erigir un imperio, es el plan de algunos monarcas y príncipes herederos... No tenemos pruebas, de que alguno de estos reinos, haya sido el causante de esta epidemia, pero es algo que según los ancianos médicos del monasterio, pudo suceder... De lo que si tenemos certeza, es que lo más posible, es que algunos de los dirigentes de estos reinos, hagan lo posible para que esta epidemia les afecte lo menos posible a su poder militar y que además logre desestabilizar a otros reinos… Digo esto en especial, porque una de las embarcaciones encargadas de llevar el medicamento al reino de Bedolia, fue asaltada por expertos espadachines y fue robado el medicamento... Según los testigos, tal parece que los villanos enmascarados, que atacaron las embarcaciones, fueron los mismos que atacaron al príncipe Kailer, aquí en Casa Alada.

Melia se sorprendió aún más y recordó, que cuando ella le había preguntado a su hermana con referente a la investigación, de quienes atacaron a los príncipes de Kandor, ella le había comentado, que había unas pistas, pero que a la final no se había logrado establecer la autoría de alguien en especial.

Que la investigación la iban a

dejar abierta, para ver que situaciones en un futuro, lograran hacer aportes, para esclarecer quien podía ser el autor de esos hechos.

-Tio, eso quiere decir, que por lo menos se tiene la certeza, de que no fueron los del reino de Kandor, los que se apoderaron de ese medicamento – expuso Melia, sorprendiéndose ella misma, de la defensa que hacía del reino de Kandor y sorprendiendo aún más, a su tío y a los que allí estaban.

Situación que al ella notar inmediatamente, la llevó a morderse los labios y a lamentar haber hablado. No sabía porque lo hizo. De hecho, no había pruebas de que ambos acontecimientos no hubiesen sido tramados por Kandor.

No había ni siquiera argumentos para descartar, que el ataque que sufrieron los príncipes de Kandor, no hubiesen sido tramado por ellos mismos, con el fin de buscar algún beneficio. Pero lo que más le perturbó en ese momento, fue comprender, que no cabía en su cabeza, que Kailer fuese capaz de tales hechos.

En ese momento se perturbó, porque la capacidad de juicio, que siempre la había caracterizado, de alguna manera, parecía no ser clara, cuando se trataba de Kailer.

- De eso Melia, no se tiene certeza… contestó el tío Rener - Lo que si les puedo asegurar, es que, la aparente paz, que han tenido por doscientos años, los territorios de los cinco reinos. Lo más probable, es que llegue a su fin, más pronto de lo que esperábamos. Esta epidemia y los demás hechos solo son muestras, de que la tormenta se

acerca... La misión consiste, en que se desplacen a los cinco reinos, como enviados especiales de Ranson, para evaluar la correcta distribución del medicamento, que hemos estado enviando para hacerle frente a la epidemia… En la mesa están las órdenes que tiene cada uno en particular y el nombre del reino que le ha sido asignado.

Todos se despidieron de  Rener y de Melia y salieron. Melia también se iba a despedir de su tío cuando este le dijo:

-Quédate un momento más Melia.

Me han reportado que tu tío Kroner Grenfell no vino a Casa Alada solo con Ramelia, sino que los príncipes

de Kandor lo acompañan - le dijo Rener después que todos salieron.

-Si tío, asi es. Antes de venir los pude ver –contestó Melia.

Melia, sé que a Kroner, lo has conocido desde que eras niña como tu tío. Que lo más probable es que lo estimes

como a familia. Pero te voy a ser sincero. Debes tener mucho cuidado con él. Lo que quiero decir, es que no debes de estimarlo como familia y confiarte de él…

-No comprendo tío. Hay algo que yo no sepa y que tú me quieras decir – preguntó Melia

-Lo único que tú tienes que saber Melia. Es que Kroner era un general implacable del ejército de Kandor antes de

conocer a Ramelia y era bien conocido como una persona despiadada y sin escrúpulos... - le explicó Rener.

Comprendo tío –asintio Melia, al tiempo que habría la hoja de la misión que le correspondía. La cual al abrirla

se denotó en los ojos que no le agradó

-Tío no sería posible, que en vez de kandor, me encomendaran ir a otro de los reinos? –preguntó Melia.

-Te necesito allí… no puedo decirte porqué exactamente, en el momento…explicó Rener mientras bebía un trago de vino.

Melia por ningún motivo quería tener que estar cerca de Kailer. El solo pensar en tener que estar cerca de él y hablar temas tan delicados, que ella estaba segura, el no iba a querer hablarlo con una mujer, le hacía sentir fastidio por la situación.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***