Capítulo 9

Hoy es un día como cualquier otro para mí pero no así para mis compañeros porque todos están emocionados por las vacaciones obligadas mientras que yo tengo dos semanas por delante que no sé en qué ocuparé.

Marina se irá al acabar nuestra jornada laboral, tiene transporte dos horas después de su salida y me aterra quedarme sola pero se cuánto desea ver a su familia e ir al campo de su abuela y así desconectar de todo y relajarse.

Me da tristeza no tener una familia normal como todos aquí pero siempre supe que los fanatismos no son buenos, en este caso ser fanáticos religiosos en vez de llevarnos al paraíso nos dejó en el abismo, a un paso del infierno. Contrario a mi hermana que lo vivió en carne propia.

Aún así estos días aunque esté sola podré relajarme y quedarme en el apartamento haciendo absolutamente nada. Quizás pueda comenzar a ver una serie o varios maratones de películas y cocina.

Hoy en mi escritorio como siempre había una rosa blanca que me erizó la piel. Desistí en mi tarea de detective y obligué a Marina hacer lo mismo porque quién quiera que sea no desea ser descubierto y cubre bien sus pasos. Tarde o temprano acabaría descubriendolo

Llegué a casa tarde y muerta de cansancio pero en mi puerta había una rosa roja y no blanca, era muy extraño y me causó aún más miedo.

La tomé en mis manos y la dejé sobre la mesa, me negaba a ponerla en agua para que no se marchite, seguramente seguirían llegando más con el paso de los días.

Me fui a dormir porque estaba cansada y además no quería pensar en nada, ya la situación del admirador hacker me tenía demasiado nerviosa, sumado a mi loca familia que seguramente aún conservaba sus planes de matrimonio para mí.

Me desperté a la mañana con energía renovada, me di una ducha y me vesti casual, unos jeans, zapatillas deportivas, camiseta y suéter, nada especial. Mi cabello lo até en una coleta alta, sin maquillaje ni nada más.

Hice la limpieza general después de desayunar y al mediodía llamé a un delivery de comida china que hacía mucho no me daba el gusto de comer. Fui a sacar la basura y al abrir la puerta descansaba una rosa roja nuevamente que tomé, abrí la bolsa y la tiré dentro. Hoy no permitiría que nada me arruine el día.

Cuando mi delivery llego me dispuse a comer en tranquilidad mientras veía una película. Después de limpiar mi plato golpearon fuerte la puerta de entrada

-Policia, abra la puerta

-Muestre su identificación- pedí por los casos de robos por policías fraudulentos, ante todo me protegería.

Abrí la puerta al verificar

-Estamos revisando los apartamentos porque perseguimos un ladrón y se metió hacia aquí, ¿No escuchó nada?

-No, la verdad no pero revisen por favor

Uno se dirigió hacia mi cuarto mientras que el otro miraba hacia el pasillo.

-Esta todo en orden, si escucha algo comuníquese al 911 inmediatamente

-Esta bien oficial

Los acompañé hacia la puerta pero uno de ellos había dejado su radio, entró a buscarla y no lo escuché regresar. Sentí que me puso un trozo de tela que despedía un fuerte olor en mi boca y nariz. Forcejee pero no pude escapar, intenté no respirar pero no funcione. Todo se nubló y sentí que me caía, imagino que allí me desmayé.

No sé cuánto tiempo estuve dormida o inconsciente pero desperté en una habitación que no era la mía, mi cabeza dolía y sentía que todo daba vueltas. Intenté mantenerme despierta pero volví a dormirme.

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