Capítulo 6 - El esperado encuentro

Meli llega al bar, entra sin apuro y lo ve sentado en una de las mesas en medio del salón. Al verla se pone de pie

mientras piensa que mujer tan hermosa, ella avanza cómo desfilando por la pasarela con paso firme y seguro, luciendo sus largas y bien formadas piernas que un short negro dejaba ver, un top blanco que resaltaba espléndidamente sobre la bronceada piel marcando su busto turgente y que permitía ver partes del abdomen y su estrecha cintura, sin ser muy alta, tal vez 1 m 67 o 1 m 70 , eso hacía que sus curvas bien definidas le dieron una exuberante figura y que al llevar una chaqueta negra le hacía ver muy elegante y atractiva, en sus pies unas altas sandalias blancas contribuían a darle más altura alargando grácilmente sus piernas. su cabello tan prolijamente peinado que caía sobre sus hombros delineando el rostro perfecto y su blanca sonrisa junto a esa mirada limpia y dulce a la vez, lograron embelesar al pobre Tincho que pensó, mientras se ponía de pie, qué hermosa mujer, Creo chiquita que me estoy enamorando y ya no puedo pensar nada más, ella estaba junto a él antes , de correr la silla para que tomara asiento se saludaron con un beso en la mejilla , el suave y exquisito aroma del perfume de ella lo envolvió , causando una agradable impresión visual y olfativa, La sabía bella pero nunca creyó que lo conmocionaría tan positivamente, tomaron asiento y con mesura comenzaron la conversación él le dijo “Hola soy Tincho tengo 25 años ,me presento aunque ya nos conocemos por internet Pero por ser nuestro primer encuentro y esperando que hayan más ,es justo que nos presentemos un poco más formalmente”, ella asintió con la cabeza y agregó me parece perfecto, soy Meli “tengo 19 años y pienso como tú no puede existir ningún tipo de relación si no empezamos con sinceridad y respeto”. Él” por supuesto no me gusta la gente falsa o hipócrita, porque yo no soy así siempre voy con la verdad por delante”. ella “yo igual así que creo que llevaremos adelante una buena amistad”, continuaron charlando amenamente por un largo rato contándose prácticamente la vida. Meli le contó que era hija única que sus padres eran dos seres encantadores y amorosos, su madre una profesora de historia que aún ejerce y su papá es contador, muy dedicado a su trabajo que se conocieron mientras aún estudiaba ella en el Instituto de profesores y él en la Facultad de economía, estuvieron de novios 5 años y cuando ambos ya recibidos, con una profesión y sus respectivos trabajos decidieron casarse y formar una familia. en ese momento interrumpe el mozo, que traía los aperitivos acompañados de varios platillos algunos con fiambres quesos anchoas y otros vegetarianos de acuerdo a los gustos de ambos por unos minutos se mantuvieron en silencio pero sin dejar de mirarse Lo hacían todo el tiempo podría decirse con insistencia y embeleso, Cuando se retiró el mozo siguieron con la conversación mientras degustaban los ricos platillos. ahora era el momento de Tincho entonces él le expuso a Meli como su madre una joven bella de una familia muy chic de la alta sociedad capitalina, acostumbrada a codearse con toda Lo más encumbrado de esa élite, una chica muy requerida y codiciada por los caballeros de mediados del siglo 20, que cuando tenía 17 años, al ser muy adepta al arte en uno de los vernissage en una muy renombrada y conocida galería de arte, entabló relación con un joven y muy apuesto artista, fue tan grande el flechazo que a sabiendas de la oposición de sus padres y sin importarle su opinión, decidieron verse y encontrarse a escondidas, eso los llevó a un romance oculto y tormentoso, ella todo el tiempo mentía para poder estar con él. al principio todo fue hermoso pero poco a poco el joven artista comenzó a sentirse presionado por ella que quería casarse con él para así poder y disfrutar del amor delante de todos ,que según ella creía, él también le profesaba. como es lógico entre dos seres apasionados en reiteradas oportunidades hicieron el amor y por esa razón él no se decidía a decirle que no la amaba y que quería terminar, pasaron meses hasta que un día al sentirse ella en varias ocasiones indispuesta y por más que trataba de disimular, su madre sospecho y de inmediato llamo al médico de la familia, este apenas la revisó y luego de algunas preguntas concluyó que estaba embarazada y sin importar los

ruegos de la chica para que no digiera nada, el médico fue donde esperaba un tanto preocupada la madre y le dijo lo que la mujer no quería siquiera oír, apenas el médico termino de comunicar lo que aquejaba a la jovencita la pobre mujer cayó redonda al piso por causa de un soponcio , una vez repuesta se encaminó al dormitorio donde estaba reclinada la chica y la recriminó muy fuerte encerrándola en su cuarto. de inmediato llamó al padre , en cuanto él llegó entraron al dormitorio de su hija y los gritos y llantos se mezclaron, según su madre le contó fue terrible ,ella a la que nunca sus padres la habían castigado temió que por primera vez si lo hicieran ya que entre los llantos de la madre y los gritos del padre querían saber quién era el sinvergüenza que había destruido a su niña y tanta fue la insistencia que terminó confesando quién era él padre de su hijo por nacer. Sus padres no daban crédito pero como amaban a su hija y para evitar habladurías entre sus amistades le ordenaron que se comunicará con él y les pidiera que hablara con ellos, así hizo la mamá de Tincho , lo buscó en los lugares donde solían encontrarse, pero sin lograrlo , ya estaba casi por rendirse cuando decidió ir a la galería de arte donde él exponía , como último lugar posible y allí lo encontró. El abandonó lo que hacía y la saludó recriminándole de inmediato porque el día anterior no había ido al encuentro, ella le contó todo lo acontecido y que estaba embarazada, ella esperaba que él le contuviera pero no, él quedó imperturbable, ella continuó con el pedido de sus padres luego de un largo silencio, el le pidió que volviera a su hogar y que él terminaría con lo que estaba haciendo e iría de inmediato a reunirse con ella y sus padres, así hizo ella, una vez en su casa los tres esperaron horas la llegada del artista ,cuando notaron que ya no vendría, el padre tomó el teléfono y disco el número del dueño de la galería

que era su amigo, cuando fue atendido preguntó por el joven sin decir la razón por la que lo buscaba y el señor al otro lado del teléfono le dijo que el artista le había dejado todas sus obras para que él las levantará y las guardará pues él viajaba de urgencia al país vecino. el padre lanzó un improperio al tiempo que cortó la llamada y viendo a su hija con una mirada gélida que la atravesó como un puñal la acusó de ser una fulana que permitió que un rufián la convirtiera en su concubina. Meli se mantuvo todo el tiempo en silencio y con sus ojos llenos de lágrimas atino a decir “qué triste pobre chica, tu mamá tan jovencita,” el continuo, sí yo la amo y la admiro mucho por su coraje fíjate que en esa época era muy mal juzgada una mujer soltera que tuviera un hijo y porque a pesar del sufrimiento por el abandono de su enamorado y la reprobación de sus padres, que la encerraron para que nadie se enterara de su pecado una vez nacido yo quisieron apartarnos y entregarme en adopción pero ella fue fuerte lucho y huyo con la ayuda de una empleada que la cobijó y la protegió por unos años hasta que cumplió la mayoría de edad y comenzó a trabaja, convirtiéndose en una mujer emprendedora e independiente. las lágrimas corrían por las mejillas de Meli casi no pudo articular palabra solo pudo decir “gracias por abrir tu corazón” mientras la miraba con una

extraña sonrisa, le acarició la mejilla secándole las lágrimas y pensó la maté con el cuentito, la tengo en mis manos.

La noche pasó deprisa entre charla y charla tanto que cuando se dieron cuenta ya eran casi las 24 horas entonces decidieron dejar el paseo por la ciudad vieja para la noche del sábado siguiente, ya que los fines de semana el movimiento era mayor que los días entre semana pues abría los boliches bailables y además de caminar podían terminar la noche bailando. Tincho le pagó la consumición y salieron del bar para despedirse en la vereda.