capitulo 13

Agaché la mirada y vi que un libro se había caído de mi bolso, entonces me arrodille para tomarlo pero el lo piso, lo tome de un rincón y lo iba a jalar y él inmediatamente posó su pie de lleno sobre toda mi mano, lo miré a la cara y hablé.

-Duele Derek, quita tu pie. Le dije

Pero en cambio presionó aún más fuerte su pie sobre mi mano y el dolor era inmenso.

-Ya sabes lo que es el dolor así que aprende a comportarte Sofía, no me hagas hacer cosas que me perjudiquen y no me quites la poca paciencia que tengo contigo la forma en que te atreves a hablarme espero que sea la última vez, si quieres seguir viendo a mis hijos.

Pude entender claramente sus palabras, sabía que si lo volvía a "desafiar" o hablarle de la manera en que lo hice iba a sufrir las consecuencias y decidí quedarme callada porque sabía que si hacía o decía algo más en ese momento que no le agrade perdería a mis hijos y si debo soportar este dolor que ahora siento en mi mano o cualquier otro tipo de humillación, por mis tesoros lo aguantaría sin pensarlo dos veces así que sólo me quede ahí callada y lo mire en silencio

-Buena chica, así de obediente y calladita debes de portarte de ahora en adelante, no me provoques nuevamente gorda repugnante culminó y levantó su pie liberándome y marchándose del apartamento dando un fuerte portazo

Cuando se fué volví a respirar y miré mi mano temblorosa por el dolor tenía una gran marca y no solo eso fué tanta la presión con que me piso que me lastimó la piel haciéndome sangrar, me levanté del suelo y fuí a curar la herida y cambiarme de ropa, la mano me dolía mucho pero me la aguante, salí del edificios y caminé hacia la Universidad de los Andes que es donde estudio ahora que los niños son más grandes pude volver a retomar mis estudios porque eso es lo que me servida para darles un mejor futuro

Seguí caminando y debía cruzar y cuando lo hacía un auto a toda velocidad venía hacia mí, en ese momento me paralice en el medio de la calle, me quedé allí parada sin poder hacer nada más que dejar caer mi bolso al suelo y tapar mis ojos, oí como el vehículo frenó de golpe y cuando saque mis manos de mi rostro y mire, el auto estaba a medio metro de mí, y cuando observé quien conducía mi terror aumentó, era Derek que intentó matarme, él bajó del coche tomo mi bolso que estaba en el piso y lo tiró dentro de su deportivo y me dijo que suba en él.

Subí callada y temblorosa y me quedé allí inmóvil, cuando llegamos a la universidad me bajé rápidamente.

Ver la cara de susto me llenó de satisfacción, no pensaba en matarla, no soy un asesino además yo sabía muy bien la distancia en donde debía frenar, pero quise darle un buen susto, eso le enseñara a ser obediente, y a no volver a hablarme del modo en que lo hizo antes.