capitulo 2

Comencé a darle manotazos en la cara hasta que por fin reaccionó.

-Ya levántate y vete, este truco no te servirá de nada… abrió los ojos y al verme comenzó a llorar pero hice como que no la vi y continúe hablando

-Las mucamas tienen que venir a asear la habitación ya no las retraces, culminé y salí de la habitación dando un fuerte portazo.

Su trato era frío y déspota, al punto que daba mucho miedo, tome mi ropa arrugada que estaba esparcida por los suelos, me cambié y salí de ese dormitorio, baje y lo ví desayunando como si nada, el mayordomo se me acercó sosteniendo una bandeja en la cual había un cheque de 100,000 dólares, acaso él cree que valgo ésto? ¿Que mi virginidad vale un asqueroso cheque? Golpeé la bandeja arrojándola al piso, estaba furiosa con él por menospreciarme de esa manera y más aún por quitarme mi virginidad, salí corriendo de ese horrible lugar, me sentía humillada y triste, intente llamar a mi mejor amiga y no había manera de contactarla, quise llamar a mi novio pero como podria verlo a la cara ahora, procure recordar cómo termine en esta situación, estaba en el cumpleaños de Violeta mi mejor amiga, había tomado demás, me embriague y ya quería volver a mi casa por lo que le pedí a Robert que me lleve a mi casa, desorientada mientras esperaba a mi novio me eché en el sofá, luego sentí sus labios sobre los míos y tímidamente correspondí a sus besos, nuestro primer beso, luego de eso ya no recuerdo más, lo único que me quedaba era averiguar qué pasó y cómo acabé así.

Domingo por la tarde:

Robert no deja de llamarme y mandarme mensajes, pero no me atrevo a responder me siento avergonzada, no me da la cara para enfrentarlo, él no merece ésto, siento que lo traicione.

Al día siguiente en la universidad:

-¡Amiga! Dónde estuviste metida, me decía Violeta mientras me abrazaba, la noche de la fiesta desapareciste, acaso te fuiste con Robert e hicieron cosas sucias…

-Yo.. ya es hora de mi clase! Nos vemos luego. Respondí y salí de su vista, decidí que no quería contarle nada a nadie.

-Amor estás bien? te llamé, te escribí y no respondías, ¿qué pasó contigo en el cumpleaños de Violeta? me dijiste que esperarías en el sofá y cuando volví por tí ya no estabas, por lo que busqué a tu amiga Violeta y me dijo que tal vez te había llevado su chofer, ya que ella le pidió que nos busque a ambos para llevarnos.

-Robert en este momento estoy ocupada, y ya no hables de esa noche, simplemente tome de más, demoraste mucho y me regrese a mi casa. Respondí fría y cortante.

Algo que no es propio de mí, ya que suelo ser muy dulce y cariñosa, pero era en algún punto la manera de no enfrentarlo no tenía cara para mirarlo a los ojos, en mi mente y corazón se suponía que él era el indicado y con quién me casaría y a quien le pertenecía mi virginidad y ahora que me la robaron y con mi memoria hecho un lío, debo encontrar la forma de averiguar qué pasó, pero cómo lo hago sin levantar sospechas.

Luego de un tiempo ya no podía darle más vueltas al asunto ya que me tenía muy estresada y desconcentrada de mis estudios, lo sucedido ya está hecho y es una etapa que debo enterrar ya no soy pura ni digna de nadie, por culpa de ese maldito hombre que no solo me insultó y humilló también me golpeó como un saco de basura, me repugna y no lo quisiera volver a ver jamás.

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