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Erase Una Vez Una Villana

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La Mansión de Cristal

Katrina estaba lista con su traje blanco impecable, a diferencia de los otros este tenía hilos

dorados bordado.

- kat dime porque no puedo ir

- acabas de llegar de una misión\, descansa

-no yo quiero soy tu caballero personal

-sé que te gusta pelear, pero por esta vez quédate

Eloy se acerca a ellas

-señorita Katrina el carruaje está listo

-bien

-kat porque yo no puedo ir y el si va

-caballero Marlene yo soy el general de la guardia del ducado

-nadie pidió tu opinión

-Marlene discúlpate con sir Eloy

-kat

Katrina miro fríamente a Marlene

-está bien, lo siento sir Eloy, general de la guardia del ducado Rosenberg, Kat ahora puedo ir

-te quedas Marlene

- pero

- te quedas y no me hagas repetirlo

Marlene da la vuelta furiosa, pero sabe por experiencia propia que esa mirada es el aviso de

que es mejor parar antes de que en verdad se enoje, porque Katrina puede causar

gran terror cuando se enoja.

Katrina va en el carruaje junto con el Archiduque, los dos no dijeron nada, por la incomodidad

ella mira por la ventana, el invierno en el norte es diferente a todos los

lugares que visito, aquí las temperaturas son más bajas

-no tiene frio con ese traje

-es un traje especial

-como las armaduras celestiales

-parecidos solo que más cómodo, cambia su temperatura dependiendo del lugar

-donde lo consiguió

-la tela en los mercados de los barrios bajos

El silencio volvió, el Archiduque la miraba con mucha curiosidad, mientras ella seguía

mirando por la ventana

-el paisaje es muy hermoso

-solo es nieve

-A mí me gusta la nieve, se puede armar muñecos, me hace recordar una canción

Katrina lo dijo con una sonrisa

-cual

-más que la canción, es una línea,

¿y si hacemos un muñeco? Ven y vamos a jugar

Katrina canto la línea mientras miraba la nieve en el suelo, con un anhelo de querer ir y jugar como una niña, Matt solo la observaba en él se despertó un sentimiento cálido, una sonrisa apareció en su rostro, que él no noto su presencia.

-cada vez que veo el invierno, siento que estoy en una fantasía

- por eso le gusta la estación invernal

-Sí

Katrina tarareaba a la línea de la canción que canto

-la primavera también le gusta

-sí, me recuerda a hakuna Matata

- ¿Hakuna Matata?

- sí, Hakuna Matata una forma de ser, Hakuna Matata nada que temer

Sin preocuparse es como hay que vivir, a vivir así yo aquí aprendí, Hakuna Matata

Katrina canto la estrofa con una sonrisa, que cautivo a Matt, que no pudo ocultar una pequeña

sonrisa que dieron sus labios, su alegría le parecía agradable y más cuando hizo esos movimientos raros, no sabía por qué no había botado del carruaje, a él le molestaba las personas ruidosas, algo tiene esta chica para sacar un lado de él que no conoce.

-Alteza tenemos problemas, han aparecidos las Bestias Oscuras

Matt sale del carruaje y Katrina lo estaba siguiendo

-usted se queda en el carruaje, Rafael quédate con la señorita

-Archiduque yo no pienso quedarme en el carruaje

-por esta vez obedece

-no lo hare

Katrina sale del carruaje

-señorita Katrina deje de ser una niña inmadura vuelva al carruaje

-No su Alteza

El archiduque respiro profundamente, se esfumaron todas las emociones de felicidad, se

arrepiente haber pensado por un momento que es una persona tierna, más bien es

una mocosa engreída que no acata sus palabras